Cámaras industriales y de comercio, a la expectativa del impacto de las nuevas medidas

Fuente: BAE – Las compañías vinculadas a diferentes sectores industriales plantearon sus necesidades de cara a la etapa que se abre con el nuevo gobierno

La asunción del nuevo presidente Javier Milei tiene a los empresarios a la expectativa. Los sectores industriales se muestran más preocupados que otros que no tienen fábricas y muchos empleados a cargo ante la posibilidad de que la apertura de las importaciones impacte en el sector.  De todos modos, hay un común denominador que tiene que ver con abrir período de espera para que se definan las primera medidas y el impacto que tendrá en los sectores productivos.


Desde la Cámara del Calzado, Alberto Sellaro, señaló que ese segmento tiene “mucho potencial, hace varios años que venimos sumando tecnología. Si abren la importación de forma indiscriminada, no nos va a afectar en el primer semestre porque no les dan los tiempos para producir, pero en el segundo semestre la situación estará bastante delicada. Las marcas internacionales importarán y toda la industria nacional se verá afectada”.

En cada sector las realidades y necesidades son diferentes. La inflación es la preocupación de todos los sectores. Iván Ginevra, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, explicó: “En los últimos cuatro años, la liquidez benefició a las empresas, aunque reconozco la falta de sostenibilidad a largo plazo debido a la inflación y a la situación macroeconómica”.

Con respecto a lo que viene, “mirando hacia adelante, considero que habrá unos seis meses de incertidumbre y volatilidad, pero luego tal vez haya una estabilidad muy positiva para el mercado inmobiliario, especialmente si se logra reducir la inflación. La eliminación o reducción de la inflación podría conducir a créditos hipotecarios y financiamiento a largo plazo, revalorizando las propiedades en línea con la tendencia observada en los mercados financieros”.


Ferreterías

Desde la Cámara Argentina de Ferreterías y Afines CAFARA, su presidente, Sergio Angiulli, busca una medida que les permita poder vender más en un contexto difícil. “A pesar de las circunstancias y los momentos que estamos atravesando creo que las expectativas son buenas. Le elevamos al Presidente un pedido sobre la quita del 10,5% de IVA, ya tenemos algunos producto así. En Misiones, hace seis años que les bajaron el IVA y se reactivó la parte industrial. Si se promulga la ley, la cadena de valor va a reactivarse. Hoy pasamos por momentos difíciles, los proveedores suspendieron las ventas y nos llegan aumentos de hasta el 60% de un día para el otro”.


Manufacturas


En la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA) en tano, señalan que “siempre que se comienza una nueva etapa hay que darle un tiempo de gracia para ver lo que hace el nuevo Gobierno y que empiece a ejecutar sus políticas”, analiza.  

Agrega que la posibilidad de una apertura importador sin filtro puede repetir una situación similar a la del Gobierno de Cambiemos que fue negativa para el sector: “Perdimos 1.500 puestos de trabajo entre 2015 y 2019 y cerraron entre 50 y 200 empresas. Necesitamos que se cuide y se proteja a la industria para poder invertir en tecnología y poder competir de igual a igual. Con despidos no habrá capacidad de consumo”, señaló Rubén Pallone, presidente de la entidad.

Precio de alimentos  

En los supermercados, se vio en los últimos días faltantes, aumento de precios y ya se anticipó que no va a continuar el programa de Precios Justos que si bien no alcanzaba a todas las marcas y puntos de venta, ponian una referencia.


Yolanda Durán, presidenta de la Cámara de Supermercados Chinos le dijo a BAE Negocios: “En general, a los mercados de proximidad tienen poca ayuda. Nos arreglamos como podemos, compramos a los precios que los mayoristas nos imponen. Competimos con almaceneros e hipermercados. La competencia no nos asusta. Pero si liberan todos los precios, espero que ni los mayoristas ni los distribuidores se hagan los vivos. Recibimos mercaderías con muchos aumentos y tuvimos y una caída en las ventas del 20% entre octubre y noviembre contra los mismos meses del 2019. Si siguen aumentando y no hay controles, cada vez compraremos menos”.

Autopartes


En el segmento de autopartes, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes AFAC puntualizó: “La deuda comercial del sector autopartista pone en riesgo a toda la cadena de abastecimiento. La acumulación de deuda comercial con proveedores de bienes y servicios del exterior que se ha originado por la imposibilidad de realizar pagos de importaciones, está provocando una situación por demás crítica sobre la actividad autopartista. Necesitamos que se establezca un esquema de pagos que permita recuperar previsibilidad”.

Comienza la era Milei: interrogantes y preocupaciones del sector Pyme

Fuente: Newsweek – A horas del inicio del nuevo gobierno, la incertidumbre de los empresarios de las micro, pequeñas y medianas empresas avanza y genera tensiones a la hora de evaluar las decisiones que debemos tomar al levantar la persiana de nuestra fábrica el día siguiente a la asunción del presidente Javier Milei.

Repasando el “Plan de Gobierno 2023-2027”, nos llama la atención que en ningún punto, ni siquiera en forma tangencial, se mencionan la política industrial a llevar a cabo y en especial lo que atañe a las pymes, siendo el 99,4% de las empresas del país, las que generamos el 75% de la mano de obra ocupada y producimos no menos del 50% del PIB del país.

La falta de definiciones en un sector fundamental de la producción no hace más que atrasar las decisiones a la hora de invertir en nuevas tecnologías o en investigación y desarrollo en la búsqueda incesante de nuevos y mejores productos para la sociedad.

La preocupación aún se hace más profunda al no contar en este momento con las materias primas necesarias para mantener la producción en marcha, tanto a nivel local, porque carecen de precio de referencia, como a nivel de importaciones, ya que las SIRA están caídas.

Pero lo más delicado es que tomamos compromisos con nuestros proveedores del exterior en base a créditos ganados en años de cumplimiento y se ponen en suspenso las condiciones de pago hasta no conocer las reglas de juego de la nueva era.

El nuevo gobierno tiene toda la legitimidad que le otorga la democracia para desarrollar su programa. Los empresarios pymes, por nuestra parte y como lo hemos hecho a lo largo de la historia, queremos aportar la experiencia y visión de una realidad compleja que conocemos desde adentro.

En ese sentido, no podemos dejar de inquietarnos, sabiendo que nuestra economía funciona con un nivel de monopolización tal que desequilibra las fuerzas del mercado. Muy pocas empresas manejan los insumos difundidos con total discreción, condicionando toda la cadena productiva. Podríamos dar decenas de ejemplos, todos conocidos como el aluminio, el acero, el plástico, el cemento, etc., que usamos a diario para producir lo que consume cada argentino.

Entendemos que el modelo a poner en práctica se basa en la libertad de comerciar, que los empresarios puedan ejercer su derecho a poner el precio que consideran más adecuado a sus productos. Hasta aquí queda claro, pero si se liberan los cupos de exportación de productos básicos para la alimentación de la población, como la harina, el maíz o la carne, el precio que pagará nuestros ciudadanos será el mismo que el trabajador francés o alemán, solo que con un salario entre siete y quince veces inferior.

Tal vez esté planteado equilibrar este desfasaje con negociaciones salariales libres, ya que entendemos que se avanza hacia una reforma laboral. Lo que no tenemos claro es si el salario real seguirá perdiendo espacio frente a las otras variables relativas.

Para las pymes hablar de estanflación como un apéndice más de las variables económicas nos prende una alarma. En cualquier marco, la estanflación anuncia una catástrofe, mucho más en la situación de la Argentina de hoy, con 44,7% de pobreza y 9,6% de indigencia. Si a la vez quitamos paliativos como la devolución del IVA, precios justos, volver a la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, el consumo corre el riesgo de derrumbarse y, tras ello, como fichas de un dominó que se empujan unas a otras, veremos el cierre de empresas, tanto industriales como comerciales, provocando una ola de despidos, que a su vez alimentará una nueva caída del consumo y el deterioro creciente del mercado interno.

Desde nuestro sector esperamos ansiosos el inicio de esta nueva etapa, con la expectativa de no volver a tropezar con las mismas piedras.

En octubre, la industria cayó 0,6% y la construcción repuntó 3%

Fuente: Clarín – En el año el sector manufacturero cedió 0,4%. Esperan que la actividad se siga contrayendo en los próximos meses.

La actividad industrial retrocedió 0,8% en octubre relación a igual mes del año pasado, al tiempo que el sector de la construcción mostró una mejora del 3% interanual, informó el Indec. Además, la actividad fabril durante octubre se ubicó 0,3 % por debajo de la de septiembre, mientras que la construcción avanzó 0,2% en similar período.

De esta manera, el sector industrial acumuló un retroceso del 0,4% en los primeros diez meses el año, y la construcción una baja del 2,3%.

El dato relevante de octubre fue que la actividad de la construcción cortó una racha de seis meses consecutivos con resultados negativos en el cotejo interanual.

En el caso de la industria, por su parte, el dato de octubre marcó la sexta caída consecutiva respecto a igual mes de 2022.

Como en los meses anteriores el sector industrial presentó un panorama heterogéneo, con avances y retrocesos al interior de cada rubro.

En octubre, 10 de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales.

Uno de los datos centrales es que el sector Alimentos y bebidas retrocedió 2,2% en el mes. Por su parte, la industria siderúrgica y Sustancias y productos químicos cayeron 1,9% y 2,5% anual, respectivamente. La Refinación del Petróleo se contrajo 5,9% anual.

La consultora LCG apunta que con el dato de octubre, Alimentos y Bebidas (25% de la industria) anota su quinto mes consecutivo de caída interanual. En 10 meses acumula una contracción de 2,9%.

«Para lo que queda de 2023 proyectamos meses de mayor contracción de la industria, y estimamos que el año cerrará con una caída en torno al 0,8% promedio anual para 2023″.

«Hasta ahora la escasez de dólares estuvo condicionando la operatoria de la industria a partir de la disponibilidad de insumos. Aunque descartamos que los controles sobre importaciones se sostengan, quedará ver cuál será la política cambiaria de la nueva gestión y las implicancias del sinceramiento del tipo de cambio sobre las exportaciones de la industria, pero también sobre la demanda de importaciones asociadas», señala LCG.

Respecto a la construcción, apuntan que «el sector se mostró con una dinámica errática en 2023 y, lo poco que queda del año, esperamos se comporte de la misma manera. La incertidumbre sobre cómo efectivamente avanzará la próxima gestión se derrama en las decisiones de inversión, afectando directamente a actividades como estas, pudiendo frenar las ejecuciones de proyectos».

En cuanto a las expectativas de los empresarios sobre cómo evolucionará la demanda interna hasta enero inclusive, la encuesta que realizó el Indec dio cuenta que el 32% de los consultados estimó que habrá una reducción, contra un 18,6% que anticipó un avance, mientras que el restante 49,4% no prevé mayores cambios.

En lo que hace a las exportaciones, el 24,8% de los consultados consideró que se reducirán, contra un 17,9% que anticipó una mejora, mientras que el 57,3% no vislumbró mayores variantes.

En este marco, el 11,1% de los consultados anticipó una disminución del personal, frente a un 6,3% que consideró que deberá incrementarlo, mientras que el 82,6% no prevé mayores cambios.

El pago del aguinaldo no corre riesgo, aunque algunas PyMEs adelantaron vacaciones

Desde CAME advirtieron a Somos Pymes que «las empresas tienen liquidez» para pagar, aunque en CGERA ven otra realidad.

En medio de un contexto económico incierto, las pequeñas y medianas empresas mostraron tranquilidad con respecto al pago del aguinaldo, aunque algunas empresas adelantaron vacaciones para reardenar sus finanzas en medio de la crisis. Lee además

El contador y asesor en gestión a PYMEs de CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), Salvador Femenía, aseguró a Somos Pymes que «hasta el momento, no hay novedades negativas en cuanto al cumplimiento de esta obligación anual».

Femenía destacó que, «a pesar de las dificultades económicas actuales, las PyMEs muestran tener liquidez suficiente en pesos para afrontar el pago del aguinaldo».

Este anuncio surge como un alivio para muchos trabajadores y empleadores que, en un contexto de incertidumbre, temían posibles retrasos o complicaciones en el cumplimiento de esta obligación laboral.

«En cuanto al sector PyME, en este momento no hay ninguna novedad con el aguinaldo», afirmó Femenía.

«Las empresas un poco más grandes dentro del sector PYME, tienen liquidez. La fecha límite de pago del aguinaldo es el 18, entonces incluso tenen la intención de pagarlo antes, para ya cumplir con la obligación, ante la incertidumbre», agregó.

La intención expresada por las PyMEs de anticipar este desembolso sugiere un compromiso claro por parte de los empleadores. Este enfoque proactivo puede interpretarse como un esfuerzo por brindar estabilidad a los empleados en medio de un panorama económico desafiante.

«No se avisoran inconvenientes por ahora, dentro del sector. No tenemos noticias, es lo que hemos recabado, que hay liquidez como para pagarlo», aseguró Femenía, subrayando la ausencia de señales preocupantes en el horizonte inmediato.

Este mensaje de tranquilidad es crucial en un momento en el que la incertidumbre económica prevalece en varios sectores. Aunque la situación puede evolucionar, las palabras del contador y asesor ofrecen un respiro momentáneo a los trabajadores y empleadores.

No obstante, el presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández, no percibe la misma situación. «No sé que te puedo decir de aguinaldos, nosotros estamos con vacaciones, que es peor. Muchas PyMEs tienen vacaciones porque están viendo como se financian», dijo el dirigente ante la consulta de este medio.

El escenario para las empresas es complejo, y la voluntad de pago ante la incertidumbre tiene más que ver con contener un nuevo frente y cumplir, para poder enfrentar meses difíciles con las cuentas lo más ordenadas posible.

Las empresas estiman una suba de salarios promedio de casi 150% para 2024

Fuente: BAE – Siete de cada diez compañías otorga cuatro o más ajustes anuales. Proyectan una inflación de 
160%

La incertidumbre de la economía argentina sigue impactando en las remuneraciones y la administración de las compensaciones. Frente a ello, se anticipa que las áreas de Recursos Humanos de las compañías tendrán nuevamente el desafío de buscar soluciones para mantener la competitividad de los salarios.

En cuanto a la evolución salarial, la mayoría de las organizaciones aún tiene ajustes por aprobar y, en esta línea,143% es el porcentaje promedio de incremento esperado para el 2023, incluyendo el pendiente. Asimismo, el 69% de las 200 empresas que participaron de la encuesta de PwC, otorga cuatro o más ajustes salariales a lo largo del año. Para agosto de 2021, solamente dos de cada diez empresas otorgaba esa cantidad de aumentos de sueldos.

En cuanto a los números proyectados para 2024, las compañías estimaron alcanzar un 148% de ajuste salarial. Esa proyección está basada a partir del 22% de la muestra que manifestó que ya contaba con el presupuesto de ajustes definido para el próximo año.

Con respecto a la inflación promedio estimada por las empresas, esperan que sea de 161% para 2024. Para paliar esta situación, algunas de las medidas adoptadas incluyen: incorporación de nuevos beneficios, revisión de la propuesta de valor al empleado, realizar más ajustes salariales que los inicialmente pactados, seguir trabajando en prácticas de flexibilidad, entre otros.

Ante esta situación económica volátil, fomentar que el paquete de beneficios responda a las necesidades de los empleados, se convierte cada vez más en una herramienta muy importante y valorada por los colaboradores en un mercado laboral muy competitivo. Ante esta necesidad, el 72% de las empresas afirma tener una propuesta de valor al empleado con beneficios relacionados a una mayor flexibilidad, iniciativas de salud y bienestar, y programas de capacitación en educación financiera.

Beneficios

Si bien la oferta de beneficios otorgados suele ser variada, las prestaciones más valoradas por los empleados son: medicina prepaga, flexibilidad laboral, comedor en planta, subsidio de almuerzo, viandas, días/vacaciones adicionales, bonos y capacitaciones.

Ante esta demanda, el 88% de las empresas confirmó otorgar bonos. En cuanto al teletrabajo, el número de firmas con modalidad híbrida alcanzó el 82% y los líderes de áreas suelen ser quienes ayudan a establecer cuáles son los días de la semana que los colaboradores tienen que asistir presencialmente a las oficinas.

Según la especialista Mariela Rendón, «las organizaciones están realizando esfuerzos significativos para tratar de mantenerse competitivas en un escenario económico marcado por una inflación histórica. Los ajustes salariales pendientes de aprobación representan un paso necesario pero que, dadas las circunstancias, pueden no ser suficientes para contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo».

Por otra parte, la ejecutiva explica que la realidad del país demanda una revisión permanente de las estrategias. «Monitorear permanentemente el mercado a fin de mantener la competitividad de los talentos seguirá siendo una acción clave durante el próximo año al igual que seguir apostando por mejorar la Propuesta de Valor al Empleado (PVE) y los programas de bienestar a los colaboradores».

En cuanto a los perfiles más buscados por los empleadores, los rubros que impulsarán la demanda de trabajo en 2024 son petróleo y gas, la minería, la tecnología, los bancos, la salud y los laboratorios. En ese sentido, en el mercado local hay un descalce de habilidades entre lo que necesitan las empresas y la oferta disponible.

Por último, las habilidades que más se requieren de los empleados son comunicación efectiva; trabajo en equipo; adaptabilidad; pensamiento crítico y resolución de problemas.

Los amigos que crearon «el Falabella de las marcas emergentes» y ya pusieron un pie en los shoppings

Fuente: Cronista – Dos socios crearon una red de tiendas físicas donde conviven distintas marcas digitales de moda y diseño. Con locales en Argentina y España, ahora apuestan por crecer en los centros comerciales y convertirse en unas «mini tiendas departamentales».

Con el boom del comercio electrónico, la dinámica de las marcas de ropa cambió por completo. Las inversiones en metros cuadrados muchas veces se vieron reemplazadas por el crecimiento de las tiendas digitales, y las vidrieras en las grandes avenidas perdieron fuerza. Ahora, para ser una marca exitosa, no hace falta tener un gran local en una zona comercial: la dinámica de los compradores mutó.

Pero cuando se trata de ropa, a muchos compradores les gusta probar las prendas o verlas personalmente antes de llevársela. Por eso, para establecer un punto medio entre el mundo digital y el físico, dos amigos crearon una solución especialmente pensada para las marcas emergentes: CoShowroom, una red de tiendas donde conviven distintas marcas de moda y diseño.

El concepto es sencillo: las firmas que necesitaban de un espacio físico contratan el servicio de CoShowroom y pasan a tener un lugar donde exhibir sus productos, personal que atiende, toma sus devoluciones y cambios. Hasta funciona como un pickup point y depósito. En contraparte, CoShowroom cobra un fee mensual por los servicios y un porcentaje por venta.

La idea surgió cuando Francisco Rey Petit estaba de viaje en Estados Unidos. Era 2018 y en Los Ángeles vio un local con esa dinámica. Filmó un video y se lo mandó a Joaquín Tommasone, un amigo del colegio que tenía una marca de camisas. «Se lo mandé y le dije que teníamos que armar algo así para ayudarlos a vender más. Con la tendencia del e-commerce, las marcas necesitaban ayuda para gestionar ese crecimiento. Tener esa parte ordenada ayuda a que la experiencia de compra sea buena. A todos nos pasó alguna vez de comprar algo por Internet y que el pedido llegue tarde o no poder devolverlo. Y si te pasa eso no volvés a comprar», dice Rey Petit.

La tienda del shopping DOT es su más reciente inauguración.

Él hablaba con conocimiento de causa. Licenciado en Administración de Empresas, había trabajado en distintas empresas del mundo del retail de lujo, en las áreas de Marketing y Ventas. Tommasone, por su parte, además de su marca de ropa había trabajado en Ventas y Marketing de empresas de agro y banca y es economista.

En 2019 el primer espacio, ubicado en Recoleta, abrió sus puertas. Aportaron US$ 20.000 de capital propia para poner a punto un local que estaba en desuso y apuntaron a convocar a margas emergentes. El segundo  abrió sus puertas en San Isidro y, pandemia de por medio, en 2021 llegó el tercero en Belgrano y un cuarto en Barrio Norte. En junio de 2022, se animaron a la expansión internacional e inauguraron un punto de venta en Madrid.

Pero la gran apuesta de este año llegó de la mano de los shoppings: hace pocos meses plantaron bandera en Dot y ya están planeando un segundo paso en Alto Palermo con vistas a marzo de 2024.

«Es un win-win para todos. El shopping necesita un refresh de marcas más jóvenes y de comunidades más pequeñas. Hace más atractivos a los shoppings y, a la vez, le damos la oportunidad a las marcas emergentes de jugar en las grandes ligas«, aporta Rey Petit. «Mientras, IRSA puede ver un semillero de marcas que eventualmente pueden llegar a tener su propio local», agrega Tommasone.

Hoy CoShowroom trabaja con más de 150 clientes y son su cara frente a los consumidores. «Es una relación de confianza que nos exige ser súper profesionales», suma el emprendedor que enfatiza la sinergia entre marcas que se genera en el local. Además, concretan 4000 entregas por mes de compras que se hacen por las tiendas digitales de las marcas.

«Estamos construyendo un concept store, donde el consumidor final encuentra un espacio muy en línea con las tendencias actuales y donde pueden empatizar con la persona que está detrás de la marca. Algo opuesto al fast fashion, que no es sostenible. Ayudamos a vender a las marcas y somos un partner logístico importantísimo», agrega Rey Petit.

La firma, que emplea a 25 personas y facturará $ 1000 millones este año (entre servicios y venta al público), está en un proceso de cambio de estrategia. «Hoy el shopping nos exige convertirnos en una tienda departamental en miniatura. Y el foco antes no estaba ahí. Estamos mirando como referencia tiendas departamentales como Macy’s y entendemos que cuanto más atractivos seamos, mejores marcas vamos a convocar. Estas marcas son las que se vienen y hay un nicho para ocupar«, menciona el emprendedor.

El año que viene seguirá la expansión por los centros comerciales. «Queremos ser el Falabella de las marcas emergentes. Dejar ese espacio que quedó libre e ir ganando metros cuadrados», concluye Tommasone.

En cifras

  • Fundación: 2019 (primer local en Recoleta)
  • Inversión inicial: US$ 20.000
  • Facturación 2024: $ 1000 millones (entre servicios y venta al público)
  • Cantidad de empleados: 25

Rosato sobre el costo de los insumos en Argentina: “Cuestan 3 veces más que en el exterior”

Fuente: Perfil – “Ningún gobierno pudo controlar los precios de los insumos difundidos”, añadió el presidente de Industriales PyMEs Argentinas.

La falta de insumos ha sido un problema que ha afectado al sector PyME a lo largo del 2023 y en medio de la transición presidencial la problemática aún no se ha resuelto. A esto se le suma las dudas con respecto a en qué consistirá el plan de competitividad entre las empresas. En este contexto, este medio se contactó con el presidente de Industriales PyMEs Argentinas, Daniel Rosato.

“Estamos muy preocupados por el contexto, porque venimos en un proceso recesivo en la Argentina a partir de todo este desequilibrio que está ocurriendo”, comentó Daniel Rosato. “En estos momentos, tenemos variables de precios que llegan hasta un 50% y, en algunos casos, el doble. Además de precios que aumentan en dólares”.

En Argentina, los insumos difundidos triplican el valor de lo que salen en el exterior

Posteriormente, Rosato planteó: “No está muy claro realmente de qué manera se le va a pedir la competitividad al sector PyME”. Luego, manifestó que, “no se habla de incluir en esta competitividad el costo de los insumos difundidos y el costo de las materias primas a nivel nacional, porque en Argentina, los insumos difundidos cuestan 3 veces más caro que en exterior”.

Controlar los precios de los insumos difundidos: algo que ningún gobierno pudo hacer

Ningún gobierno pudo controlar los precios de los insumos difundidos”, sostuvo el entrevistado, que después completó: “Uno de los ejes fundamentales tiene que ver con sostener o ser competitivos en el costo de las materias primas, es decir, no podemos tener en la Argentina materias primas que valgan el doble o el triple que en el exterior”.

Sobre la misma línea, el presidente de Industriales PyMEs Argentinas señaló: “A partir del nuevo gobierno, no vemos que esta variable pueda ocurrir, porque significaría que las fábricas que producen todos los insumos tendrían que bajar a más de la mitad su precio”.

“Queremos que a Javier Milei le vaya bien, pero no podemos tomar medidas sin tener en cuenta que los insumos difundidos valgan a nivel internacional también”, expresó Rosato. “Tenemos que ser competitivos no solo en la venta sino también en la compra, ahí lo que queremos en consensuar algo que no se está diciendo como modelo industrial a futuro”, concluyó.

Fuerte incertidumbre de las pymes: “Vendemos los productos casi a ciegas porque no sabemos si tenemos rentabilidad o no”

Fuente: Clarín – Así lo expresó el presidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, El titular de la entidad más representativa de los pequeños comercios indicó que entre 2011 y 2011 hay «46 mil empresas menos».


A cuatro días de que asuma el presidente electo Javier Milei, el presidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, alertó que los comerciantes están vendiendo sus productos «casi a ciegas» porque no saben si tendrán «rentabilidad o no».

«Tenemos una doble vía que nos golpea esta inestabilidad macroeconómica que hay en la Argentina: la ausencia de precios de referencia y la incertidumbre de en qué momento reponemos el stock vendido. Vendemos los productos casi a ciegas, porque no sabemos si tenemos una rentabilidad o no», subrayó González.

En diálogo con CNN Radio, el titular de la CAME argumentó: «Ante la necesidad de ir cubriendo las obligaciones semanales y mensuales, nosotros seguimos vendiendo. No tenemos la posibilidad, como puede tener una gran empresa, de decir ‘esta semana no tengo lista de precios o no te entrego mercadería’».

«El escenario muy preocupante. Estamos tratando de contener a una gran masa de empresas argentinas, somos más de 500 mil. En otro momento fuimos casi 600 mil o un poco más, en 2008. Hay una medición exacta de 2011 a 2021 y son 46 mil empresas menos. Estos números se ven en la desocupación y en la gran masa de informalidad comercial que hay, lo que lleva a la informalidad laboral también», sostuvo el industrial chaqueño.

Luego de afirmar que Argentina atraviesa «un proceso de incertidumbre total desde hace un tiempo», González precisó: «La gente no cambió de una primera marca a una segunda o tercera sino que no le da para seguir consumiendo».

«Es muy importante el achicamiento, la contracción del consumo, en estos 11 meses. Llevamos casi acumulado 2,5% interanualmente dentro de los últimos 11 meses. La verdad que son números que parecen pocos, pero en la cantidad es un golpe muy duro», explicó.

En ese marco, el titular de la entidad más representativa de los pequeños comercios indicó que «un 80 o 85% de los emprendimientos no llegan a los 5 años que es donde se fortalecen y pasan a ser empresas», lo cual se debe a que «hay una falta de política a mediano plazo».

«Siempre hablan de las pymes en campaña y luego nos dejan huérfanos cuando están en actividad. Nosotros siempre pedimos políticas diferenciadas para los sectores de CAME, porque es la única forma de seguir subsistiendo», sostuvo Alfredo González, quien consideró que «todo nuevo gobierno es una posibilidad» de que los «tengan en cuenta».

Además, planteó la diferencia entre los pequeños comercios y las grandes empresas: «El empresario pyme argentino se queda en las provincias a reinvertir el 100% de las utilidades. Nosotros ante cualquier eventualidad macroeconómica no levantamos bandera y nos vamos».

Consultado sobre la apertura de importaciones que podría llevar adelante el gobierno de Milei, respondió: «Todo extremo es malo. El extremo de una apertura total con las condiciones hoy tenemos, con tantos pies encima, es inviable poder competir con Brasil, con Paraguay tampoco podríamos competir y eso que no tiene industrias».

«Esperaría al 10 de diciembre a que con ese paquete de leyes tengamos todo más claro, porque no creo que hoy puedan abrir totalmente la economía. Son promesas de campaña como tantas que hay, cuántas promesas fueron cambiando los candidatos a medida que se fueron acercando», concluyó.

Industriales pymes alertan por altos costos de insumos difundidos que afectan la competitividad

Fuente: ámbito – Milei plantea el alivio fiscal y flexibilización del costo laboral como pasos previos a la apertura comercial y aumento de importaciones. Sin embargo, la industria alertan principalmente por los costos desiguales en insumos clave, como los bienes difundidos, pero también el transporte y la energía.

El presidente electo Javier Milei ya anunció que propondrá al Congreso de la Nación el tratamiento legislativo de una serie de modificaciones vinculadas a la primera reforma económica de su Gobierno. En ese contexto, desregulación y alivio fiscal aparecen como conceptos transversales al porvenir industrial. Sin embargo, referentes del sector advierten que la baja impositiva no alcanza para lograr competitividad en tanto los insumos difundidos se sigan pagando en Argentina “el doble o el triple” que en el exterior.

Reducción de impuestos, nuevas leyes de contrato y riesgos de trabajo, seguro de desempleo estilo UOCRA y reducción de la litigiosidad son para Milei los puntos centrales de una reforma laboral. La aspiración del mandatario electo es lograr mayor competitividad para una futura apertura comercial. Sin embargo, industriales pymes en diálogo con Ámbito alertan por otros factores que Milei no ha considerado, como el valor de los bienes intermedios, claves para la producción, o el costo de la distribución de la energía. Informate más

“Queremos pedirle una reunión urgente a Milei para hablar de estos temas”, insiste Daniel Rosato, titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA). “Nuestra agenda plantea la competitividad y el libre comercio, pero pagamos insumos difundidos el doble o el triple de lo que se paga en el exterior. La chapa de acero china cuesta u$s700, en Argentina más de u$s2000”, explica el empresario. De no mantener los mismos precios a escala internacional, Rosato pone en duda la continuidad de la mano de obra pyme, un 75% del total. “Si bajan los precios difundidos podemos competir. La baja de impuestos no alcanza”, asegura Rosato.

Julián Moreno, titular de Apyme, focaliza sobre esta idea y denuncia competencia desleal al exportar a valores inferiores de los que venden en el mercado interno. “Es prueba de posición dominante, pero sin Secretaría de Comercio no habrá donde reclamar”, explica. En este sentido, los empresarios marcan con preocupación los precios concentrados en grandes empresas proveedoras de insumos difundidos.

Por su parte, Luciano Galfione, titular de la Fundación ProTejer, entiende a la falta de competitividad en Argentina como un problema sistémico. “Todo lo que se produce en forma competitiva en cualquier establecimiento productivo llega al consumidor a precios no competitivos, pero cada vez que se abrieron las importaciones en la Argentina no solo los productos no fueron más baratos, sino que se destrozó el entramado productivo”, resalta Galfione. En ese sentido, el titular del organismo pide por la competitividad de cuatro factores: la energía, la mano de obra, la carga fiscal y la red de transporte. Sobre este punto, resaltó la necesidad de “extender toda la red de ferrocarriles y volver a poner en valor todo eso que quedó obsoleto; traería mucha competitividad”. Hasta el momento, Milei planteó la extensión del transporte a través de la privatización.

“Si quiero ser competitivo con el mundo tengo que tener los costos del mundo. En Argentina las distancias que tenemos de transportes son enormes, sector monopolizado por una sola red de distribución eléctrica como Edesur o Edenor, o en el interior las cooperativas”, ejemplifica el titular de Protejer y agrega: “No siempre la intervención del Estado está mal, si no podés quitar competitividad por factores que la empresa no puede manejar.”

Respecto de la carga fiscal, alega que cada vez que la industria en general agrega valor al producto, mayor es la carga impositiva. “Una remera que nace con el hilo hecho en Catamarca, termina en un taller de confección en Buenos Aires y por el medio pasó por Corrientes, por La Rioja y Santa Fe, cada vez que cruzó una frontera de una provincia pagó Ingresos Brutos. A eso le agregamos, Ganancias, IVA y percepciones. El problema no es la producción de un producto, es su comercialización”, analiza en diálogo con Ámbito. Bajo esa premisa, las altas tasas de interés de los bancos, las comisiones que cobran las tarjetas de crédito y el nivel de los alquileres tampoco contribuyen al desarrollo de la industria nacional.

Sobre esto último, un empresario en off presenta fuertes quejas por el difícil acceso al crédito para privados, que en Argentina es del 7% sobre el PBI. Lo mismo sucede con la energía, que por problemas de abastecimiento “afectan con cortes o variación de tensión a las fábricas constantemente”, al tiempo que, en el caso del norte del país, “se sufren grandes asimetrías con respecto al precio”. Como conclusión, Rosato asegura que la política de libre comercio sin considerar las problemáticas del mercado interno podrá tener las mismas consecuencias que en los 90’: “25% de desempleo, migrar para buscar trabajo, y la época del trueque”.

Las 4 medidas que las pymes de Idea le piden al gobierno de Milei (las prioridades de la agenda 2024)

Fuente: Info Negocios – Más de 70 dueños, CEOs y máximas autoridades de pequeñas y medianas empresas de toda la Argentina se reunieron en una nueva edición de Charlas Abiertas Pymes de IDEA. La intención: identificar las problemáticas comunes de las empresas y consensuar propuestas concretas para acercarles a Milei. Qué proponen.

Según datos del Indec, las micro, pequeñas y medianas empresas representan más del 90% de las empresas y, solo pequeñas y medianas, concentran el 46% del empleo privado en Argentina. IDEA Pyme, el espacio que nuclea a estas empresas –representantes casi del 50% de los socios del ecosistema de la institución-, desarrolló un encuentro con el objetivo de contribuir a una agenda específica y propia para las pymes.

El resultado fue la elaboración de un documento que condensa el abordaje realizado por empresarios pymes en torno a dos ejes centrales: “Desarrollo económico y marco impositivo” y “Generación de empleo y marco laboral”. 

Las propuestas del desarrollo económico y marco impositivo
“Sin dudas para alcanzar el equilibrio de las cuentas del Estado, el pago de impuestos por parte de la ciudadanía es fundamental. Ahora bien, es necesario hacer foco en nuestro sistema tributario considerando su complejidad y sus elevados niveles de recaudación tributaria, que se ubican en torno al 30% del Producto Bruto. Estos volúmenes de recaudación tributaria se ven distorsionados por la informalidad laboral y la evasión tributaria, lo que termina por amplificar la presión tributaria que recae sobre quienes invierten y producen de manera formal en nuestra economía. En este sentido, desde el ecosistema pyme se identificó como una prioridad el combate a la evasión y, en un mismo plano, fomentar la educación financiera y la cultura tributaria”, dice el documento. 

Hoy existen 148 diferentes tipos de tributos y tasas a lo largo de nuestro país, de los cuales solamente 10 significan el 91% de toda la recaudación, se resaltó la relevancia de dinamizar las gestiones burocráticas. 
En muchos casos, estos procesos complejizan la dinámica interna de las pequeñas y medianas empresas que no cuentan con un departamento y/o recursos humanos especializados para abordar este entramado tributario y deben asumir mayores costos asociados a estas gestiones.

A partir de este diagnóstico inicial, proponen: 
1. Simplificar el sistema impositivo y avanzar en la digitalización de trámites. Al respecto se planteó la necesidad de reducir la burocracia asociada al marco tributario. En primer orden, reduciendo y/o eliminando total o parcialmente determinados tributos, como aquellos de escasa recaudación, los impuestos a los débitos y créditos, entre otros, gravando únicamente la venta minorista en el caso de ingresos brutos, evitando su encadenamiento regresivo, y deduciendo de ganancias las inversiones productivas. En adición, una mayor digitalización de la gestión administrativa simplificaría los costos asociados para el empresariado pyme.

2. Reducir la carga impositiva ante escenarios de reinversión productiva. En complementariedad con la dificultad de acceso al crédito en el sector y los elevados niveles de presión impositiva, se coincide en favorecer la reducción impositiva a aquellos que reinviertan en mano de obra -elevando la nómina de trabajadores-, en capacitación, maquinaria y modernización con el objeto de alcanzar mayores niveles de competitividad y acceso al mercado internacional.

Generación de empleo y marco laboral
“Identificamos que la fuerza laboral en el sector privado se encuentra segmentada en tres grandes grupos con dinámicas propias. Un primer segmento de asalariados formales, de calificación y productividad media y alta, que aporta al sistema tributario y goza de un alto nivel de derechos y protección laboral. Por otro lado, se ubica un segundo grupo de asalariados informales, mayormente agrupados en empresas pequeñas y, sobre todo, micro de hasta cinco empleados, con niveles de formación, productividad e ingresos sustancialmente inferiores a los del primer grupo. Y, por último, un tercer grupo de trabajadores independientes con una composición heterogénea”, describe el documento.

En suma, solo el 30% de la fuerza laboral ocupada privada tiene un empleo formal. Casi 8 millones de los trabajadores son informales (asalariados e independientes), bien por arriba de los 6,3 millones de empleados formales privados. De este modo, el empleado formal, la figura que naturalmente se asocia al mundo del trabajo en una economía desarrollada, en la Argentina representa menos de un tercio de la población ocupada y viene cayendo: en 2016-2017 esa proporción era del 33%.

Entre los ejes propositivos que actuarían como dinamizadores del mercado laboral, se destacaron:
1. Simplificación y reducción de multas y otros costos laborales. Entendiendo que el riesgo asociado al costo del cese de la relación laboral es uno de los obstáculos identificados por el empresariado como más relevante a la hora de la contratación, se encuentra oportuno modificar el esquema de multas laborales. En este marco sería conveniente contar con mayor previsibilidad con valores fijos y topes y/o marcando que el beneficio económico originado por la multa pase a ser un crédito en favor del Estado, buscando desincentivar litigios judiciales. 

A su vez, se destaca como conveniente la reducción de otros costos laborales, entre los que se mencionan, el esquema de capitalización de intereses en juicios laborales, el régimen indemnizatorio (contemplando la generación de un fondo de capitalización de desempleo), así como la simplificación y reducción de las cargas sociales.

2. Extensión del período de prueba. Por otro lado, con el objeto de generar menos intermitencia en las trayectorias laborales de las personas y entrenamiento en prácticas específicas el empresariado marcó como un incentivo a la contratación la extensión del período de prueba a seis meses. En paralelo, se coincidió en la importancia de lograr una mayor articulación público-privada en la ejecución de prácticas formativas, modificando la ley de pasantías, y reduciendo las cartas patronales para alentar la contratación de perceptores de planes sociales, primeros empleos o quienes se encontrarán fuera del sistema laboral formal por más de un año.