Cuáles son las estrategias de estos emprendedores para crecer y expandirse en la región

Fuente: – Cronista – Los fundadores de Bagunza, Kiricocho y Ka Wirth detallaron sus experiencias emprendiendo en la Argentina y sus estrategias de expansión durante la Convención Nacional de Franquicias.

En la Argentina hay alrededor de 240.000 emprendimientos, según la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), que para posicionarse en el mercado deben hacer frente a una serie de desafíos estructurales, financieros y estratégicos.

Durante la Convención Nacional de Franquicias, los fundadores de BagunzaKiricocho y Ka Wirth dieron su visión sobre las implicancias de emprender en el país y sus estrategias de crecimiento.

«Siempre se recomienda un crecimiento paulatino y nosotros nos encontramos en una situación donde, de un día para el otro, nuestra marca se posicionó a nivel nacional», cuenta Luciano Gianzi, socio y fundador de Bagunza, la marca de ojotas personalizadas que se hizo viral luego de que Leo Messi posteara una historia posando con las ojotas que Gianzi le había regalado. 

El emprendedor explica que «el crecimiento forzado nunca es bueno». En ese sentido, su principal desafío fue lograr que ese crecimiento no perjudicara a la marca nacida hacía dos años. «Aprendimos que las cosas tienen que ir a su tiempo», dice.

Para Juan Diego Fontenla y Martín Mazza, dos exfutbolistas del ascenso y creadores de la marca de indumentaria Kiricocho, es necesario desarrollar una estructura interna que lleve al crecimiento del negocio, «profesionalizar las decisiones y armar un equipo de planificación y presupuesto financiero». La empresa, que nació hace diez años, actualmente cuenta con dos locales propios y nueve franquicias distribuidas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Salta, Tucumán y Chubut.  

Su estrategia de negocio es franquiciar la marca en las diferentes provincias de la Argentina, y crecer en locales propios. En cuanto a su objetivo a largo plazo, proyectan internacionalizar la marca y llevarla a ciudades como Miami, Barcelona y Nápoles. 

«La planificación se da con las posibilidades que se van generando en el camino. A medida que uno va creciendo entiende que es muy importante la planificación de los objetivos, de la estrategia comercial y digital, pero todo eso viene con el tiempo. La primera etapa del emprendimiento es ponerle el cuerpo porque se aprende con la práctica. Previamente, uno puede hacer un esquema, imaginarse un millón de cosas de cómo ve su producto, pero después el público te lo va diciendo y para eso hay que trabajar y gestionar mucho», detalla Juan Diego Fontenla.

En esa misma línea habla Ariel Godoy, quien junto a su pareja Karina Wirth son los fundadores de Ka Wirth, una empresa dedicada al cuidado integral de uñas, pestañas y cejas. Godoy sostiene que la planificación y la organización son las bases de una empresa «sólida». «Se necesita un plan a seguir, que debido a nuestra economía, varía, pero esto va a hacer que los procesos se hagan mucho más rápido y el negocio marche mejor. Pero eso se aprende en el camino y hay que estar comprometido para hacer rentable el negocio», dice. 

Hoy cuentan con 12 locales propios y 38 franquicias, ubicados en el Área Metropolitana de Buenos Aires, Mendoza y próximamente en Córdoba.

Destaca además, que para escalar el negocio es necesario comenzar a mecanizar procesos: «Ahí es donde el emprendedor pasa a nivel empresarial. La clave está en no limitarse». Y agrega:  «Un emprendedor tiene que saber que la plata que se genera en el negocio es del negocio para así estructurarlo y escalarlo. Para que las cosas salgan bien tenemos que destinar dos o tres años de nuestras vidas al 100%«.

 Sin embargo, la planificación se dificulta cuando el contexto macroeconómico es tan volátil como el argentino.  En ese sentido, los emprendedores mencionan que éste se presenta como el principal desafío a la hora de desarrollar un negocio, junto con la falta de acceso al crédito que dificulta el panorama financiero cuando lo que se requiere son grandes inversiones. 

«Nuestra inversión fue muy a pulmón. Toda la ganancia de la empresa y todo su crecimiento lo fuimos volcando de vuelta al producto y a la estructura. Eso lo paga uno con su bolsillo y al principio no recibís ingresos en pos de ganar en crecimiento. Esta es un poco la dinámica de cualquier emprendedor, hasta que se genera la estructura suficiente que ya no requiera de inversiones tan grandes como en la etapa de crecimiento», sostiene Fontenla.   

Para Gianza el mayor problema es «la inestabilidad del país». Sostiene que producir en la Argentina es muy costoso en comparación con la región y que eso lleva a reestructurar la estrategia del negocio. «Si trasladás todos los costos al producto se encarece mucho el precio para el consumidor final, por eso hoy está viniendo todo de afuera. Hoy tenés que subirte a ese tren e importar porque sino te quedás afuera del mercado«, dice. Si bien actualmente su producción es 100% nacional, a partir de agosto comenzarán a importar parte de su producción para no perder competitividad. 

La marca también tiene presencia en Chile y actualmente están explorando entrar en el mercado uruguayo y mexicano. 

Una pyme del interior invierte $1.500 millones para competir con las grandes marcas de muebles a medida

Fuente: Clarín – Se trata de Valenziana, con sede en Uranga y con 400 empleados. Fundada por José María Díaz hace 30 años, ahora abrió una nueva nave en la fábrica para comenzar a producir muebles a medida y dar pelea a marcas como Johnson.

Ualter produce ediciones automáticas de textos periodísticos en forma de resúmenes y análisis. Sus resultados experimentales están basados en inteligencia artificial. Por tratarse de una edición de Inteligencia Artificial los textos eventualmente pueden contener errores, omisiones, establecer relaciones equivocadas entre datos y otras inexactitudes imprevistas.
Recomendamos chequear la edición

Uranga es un pueblo de Santa Fe, ubicado a 40 kilómetros de Rosario, cuya población estable ronda las 1.000 personas, diez veces menos del mínimo que la ley exige para considerarlo una ciudad. Aun así, son varias las empresas instaladas allí, casi todas vinculadas al agro: Uranga Trading, Nutran, Aceitex y Agroquímica Uranga. Ninguna, sin embargo, se acerca a la cantidad de empleados que tiene la principal empresa del pueblo, la fábrica de muebles Valenziana: tiene 400 empleados y una planta en las afueras del casco urbano que ocupa casi dos manzanas.

Valenziana fue fundada por José María Díaz, nacido y criado en Uranga, donde aprendió el oficio de ebanista y carpintero, quien a fines de los años ’80 emigró a España, donde continuó perfeccionándose con los diseños italianos que aprendía en las fábricas de muebles de Valencia. Regresó hace tres décadas, reabrió su taller y desde entonces la marca fue creciendo, primero en Rosario, luego en Capital Federal y hoy en todo el país: Valenziana tienee 60 franquicias en la Argentina y comenzó a exportar muebles a Uruguay, con un local de la marca en Montevideo.José María Díaz, fundador de Valenziana.José María Díaz, fundador de Valenziana.

La fábrica actual fue construida en 2010, a dos kilómetros del pueblo y fue sumando naves a medida que se expandía el sistema de franquicias, que a su vez incrementaba la demanda de la fábrica. Son más de 15 las ampliaciones que concretaron desde entonces.

El modelo de negocio de Valenziana es el de vender a través de sus franquiciados, en vez de tener mueblerías como intermediarios. Lo aprendieron de a poco, luego de un abrupto freno que tuvieron que poner en 2018, tras la devaluación de mayo de ese año. Para entonces rondaban los 100 empleados, pero al finalizar 2018 eran sólo 40. «Les decía a sus padres que era por un rato y que ya los volvería a llamar, lo que ocurrió a partir del año siguiente. De todos esos empleados, sólo con dos tuve que concretar los despidos», contó Díaz a Clarín en una entrevista de 2023.

En ese punto fue cuando comenzaron a instalar “corners” de la marca dentro de las mueblerías. Con el tiempo, varios de los “corners” fueron transformándose en locales completos de la marca. “Les venía insistiendo a mis clientes comerciantes con la capacitación de sus vendedores, y no me daban bolilla. Pero con la caída de 2018 me empezaron a llamar y me y preguntaban, ¿ché gordo, cómo era eso de la capacitación? . Entonces comenzamos a instalar corners en los locales, espacios con nuestra ambientación, nuestra marca y nuestra capacitación a los vendedores. Entre 2018 y el comienzo de la pandemia armamos casi 40 de esos espacios”.

Con la pandemia, la demanda se disparó. «La empresa batió récords de producción y comercialización, y la dotación pasó de 100 a más de 200 empleados, el sesenta por ciento de los cuales son mujeres”, recordó Díaz. Hoy ya son 400.

Ahora la apuesta es una inversión de 1.500 millones de pesos para una nueva línea industrial de muebles a media para cocinas, baños y vestidores. Con ese mismo criterio de capacitación, ahora están capacitando a los vendedores para competir en un segmento donde lideran marcas instaladas como Johnson.Camión de la fábrica de muebles Valenziana de Uranga, Santa Fe.Camión de la fábrica de muebles Valenziana de Uranga, Santa Fe.

Díaz dijo que van a ir integrando el nuevo negocio con el mismo recorrido que hizo la marca en sus inicios. “Comenzaremos en Expocon y seguiremos por las franquicias más cercanas a nuestra planta. Para fin de año vamos a estar con estos nuevos productos en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Ushuaia. Luego, paso a paso, vamos a seguir ofreciéndolo en cada sucursal”, dijo.

“Hoy tenemos una planta de 19 mil metros cuadrados y, recién terminamos de ampliarla sumando 5.000 metros más. La fábrica está dividida en cinco naves donde se confeccionan: espumado y tapicería, muebles macizos de madera natural, muebles de tablero, tratamientos de superficie y un área metalúrgica”, concluyó.

Emprendedores: son hermanos y crearon una sorprendente envasadora para productores

Fuente: La Nación – La familia Carlini, de Pueblo Esther, a 15 km de Rosario, fabrica envasadoras robotizadas para quienes buscan comercializar su propia producción.

SAN NICOLÁS.- En una esquina de los stands cubiertos, tres máquinas robotizadas se roban las miradas de los visitantes. Se trata de tres envasadoras robotizadas de productos granulados, en polvo, líquidos y semilíquidos, que fueron desarrollados por tres argentinos. En un costado, Pablo Carlini, socio gerente de Carlini Hnos., contó con emoción el nuevo objetivo de su firma que construyó hace algunos años junto a sus otros dos hermanos. Los emprendedores llegaron este 2025 por primera vez a Expoagro con la idea de mostrar sus máquinas y potenciar a los productores a darle un valor agregado a sus cultivos.

Nos dedicamos a fabricar máquinas que envasan productos como azúcar, leche, harina o legumbres. La idea es que el productor agropecuario pueda transformar lo que cosecha o produce en sus campos y pueda envasarlo, por ende, comercializarlo él mismo, ya sea para exportar o vender en el mercado interno”, sintetizó Carlini. Los tres hermanos anteriormente se dedicaban a desarrollar máquinas industriales, pero hace tres años decidieron construir este tipo de equipos automáticos con la idea de potenciar al productor agropecuario.

La fábrica de los hermanos está en Pueblo Esther, una localidad a 15 km de Rosario, donde comenzaron a idear las herramientas con las que buscan potenciar al productor e introducirlo en la industria alimenticia. “Actualmente, estamos en pleno crecimiento y estamos con buenas expectativas”, afirmó. Los hermanos Carlini llevan adelante el proyecto que surgió de una tradición familiar: la fabricación de máquinas envasadoras automáticas en gran escala. Este año, por primera vez, se animaron a mostrar lo que hacen y a reflejar cómo su tecnología puede ayudar a los productores a agregar valor a sus cosechas a través del desarrollo de sus propias marcas.

Las máquinas robotizadas de los tres hermanos
Las máquinas robotizadas de los tres hermanos LA NACION

Llegamos con la idea de mostrar nuestro trabajo, pero también de conocer a los productores, entender qué necesitan y darles las herramientas para mejorar su producción”, resaltó el emprendedor. Los prototipos de máquinas que fabrican son envasadoras automáticas y semiautomáticas para una amplia variedad de productos, incluyendo: productos granulados y en grano, como el azúcar, legumbres (lentejas, porotos, garbanzos, arvejas), arroz. Además, productos en polvo, como harina de trigo, leche en polvo, especias (pimentón, orégano, comino, entre otras). Así también, productos líquidos y semilíquidos como leche líquida, grasa vacuna, y dulces como dulce de batata y dulce de membrillo.

Venimos de una familia que siempre fabricó maquinaria. Hace unos años decidimos emprender nuestro propio camino con mis hermanos y acá estamos, haciendo lo que siempre hicimos, pero con nuestra propia marca”, resaltó. El empresario remarcó que la tecnología se adapta a cada necesidad. Uno de los diferenciales es que fabrican equipos a medida. Dijo también que no todas las producciones son iguales, por eso sus máquinas pueden ajustarse a distintos tipos de productos. “Cada cliente tiene necesidades distintas, así que adaptamos las máquinas para que se ajusten a lo que necesita en su producción”, afirmó.

Pablo Carlini en el primer día de la muestra
Pablo Carlini en el primer día de la muestra LA NACION

Sus envasadoras pueden trabajar a diferentes velocidades según el producto: legumbres y azúcar: hasta 60 envases de medio kilo por minuto. Harina de trigo: entre 25 y 30 envases de un kilo por minuto. Dulces como batata o membrillo: entre 20 y 30 envases por minuto. Los empresarios también fabrican máquinas semiautomáticas para emprendedores, que manejan menores volúmenes de producción. Las máquinas son estándares y van cambiando los diferentes tipos de dosificadores, a medida que trabajan.

Además, desarrollan su propio software y cuentan con opciones automáticas y semiautomáticas, pensadas también para pequeños productores o emprendedores. Carlini sostuvo que esta primera experiencia en Expoagro fue clave para la empresa. En tanto, el objetivo que tienen es seguir creciendo, acompañando al agro con tecnología nacional y ofreciendo soluciones que permitan a los productores dar un paso más en la comercialización de sus productos.

La emprendedora que le dijo adiós a Mercado Libre para crear una startup que revolucionó el marketing con Inteligencia Artificial

Fuente: Ámbito – Inventó una solución que permite realizar en 10 minutos diagnósticos de mercado que a un humano le demandarían 6 horas. Qué opina sobre la polémica aparición de DeepSeek.

Michelle Shocron tiene 30 años. Estudió economía en la Universidad de San Andrés y cursando esa carrera descubrió el mundo de los datos y la Inteligencia Artificial. Ese bagaje académico la impulsó rápidamente a trabajar con mucho éxito para Coca Cola, Mercado Libre y Pedidos Ya.

Pero a poco de andar se dio cuenta que el universo de las corporaciones no era lo que más le gustaba. Su verdadera vocación era emprender. Y así fue que tras una etapa como consultora independiente fundó Parsed, una startup de servicios para empresas basada en una herramienta de IA creada en su propia startup.

En el mundo emprendedor se conoce hoy a Michelle como “la chica de la IA”. Un reconocimiento que porta con orgullo cuando resume su historia reciente en una entrevista con Ámbito.

Periodista: ¿Cómo fue tu primer contacto con la Inteligencia Artificial?

Michelle Shocron: Estudié economía en la Universidad de San Andrés y ahí empecé a trabajar con temas de datos. Ya desde ese momento, hace 8 o 9 años, consideré que la inteligencia artificial era el futuro y me fascinaba. En la carrera trabajé mucho también con temas sobre los impactos de las mujeres en la economía, en la biométrica, hice mucho análisis de estudios. Mi primer trabajo, mientras estaba en la carrera, fue en marketing de Coca-Cola, con el lanzamiento de la campaña Sin Azúcares. También trabajé un tiempo en Business Intelligence y analítica y eso me dio como el pie para entrar a trabajar a Mercado Libre, en la parte de Mercado Crédito, a comienzos de 2019.

Ahí hice todo un recorrido donde llevamos a la unidad de negocio a crecer desde nada hasta 250 millones de líneas de crédito en la región y nos convertimos en la unidad de negocio que más rendimiento y margen le traía a Mercado Libre.

P: ¿Cómo aplicaste la Inteligencia Artificial en esas experiencias?

MS: Trabajé en todo el desarrollo de cómo hacer las estrategias de marketing, los microsegmentos para data de Mercado Libre y usamos mucha inteligencia artificial para que la implementación de microsegmentos sea muy efectiva. Y eso fue lo que permitió también una tasa de activación tan alta de los créditos y un crecimiento tan abrupto dentro de lo que era la unidad de negocio, que se logró en un año y medio, más o menos. Después con esa experiencia me fui a trabajar a Pedidos Ya a hacer lo mismo.

Entre 2020 y 2021, cuando se empezaban a liberar los viajes tras el peor momento de la pandemia, empecé a trabajar como consultora para una empresa de Nueva York que mandaba cajas con ropa para que las personas se la puedan probar en su casa. Las cajas se armaban con inteligencia artificial en base a la preferencia de las personas.

P: ¿Cómo descubriste tu vocación de emprendedora?

MS: A partir de mi experiencia en Nueva York me empezaron a llamar desde diferentes startups de España, México, Argentina, para armar áreas nuevas. Y entonces empecé a posicionarme más como consultora freelance dentro del ecosistema startup y empezar a descubrir lo que era emprender. Porque era yo sola la que terminaba gestionando a los clientes y tenía control de mi propia agenda. Y así empecé a entender más sobre lo que era emprender. Poder ver otras startups me dio una comprensión de las necesidades de las diferentes etapas, de cuáles son los cuellos de botella que tiene cada startup según su tamaño, entre otras cosas.

Y cuando se lanzó Chat GPT a fines del 2022 vi una tremenda oportunidad para poder hacer algo que realmente tuviera impacto en las empresas y para que la gente pueda usar inteligencia artificial de mejor manera. Así fue que me junté con un ex compañero de Mercado Libre, que era como mi contraparte técnica y empezamos a armar una solución propia. Un software para que los perfiles no técnicos de las compañías puedan usar la inteligencia artificial de manera más eficiente dentro de las empresas. Era muy temprano, la gente apenas sabía que era la inteligencia artificial. La mayoría de las personas con las que hablaba ni siquiera habían usado el chat GPT. Era una locura, tuve que hacer una gran evangelización sobre IAue y todavía lo sigo haciendo.

P: ¿Y cuál fue el paso siguiente?

MS: Me di cuenta que para desarrollar una herramienta como la que habíamos armado necesitaba un fondeo de 5 millones de dólares para arrancar. Como era algo súper costoso, empezamos por ofrecer soluciones más pequeñas, como hacer el análisis de un reporte de datos de una empresa de manera automática y decirle al cliente qué le conviene hacer con su negocio. Y desde la parte de marketing cómo hacer la analítica para hacer crecer negocios rápido.

Cuando empecé con Parsed vi que había una oportunidad muy grande y decidí no hacer un MBA y en lugar de eso busqué inversores para mi proyecto. Quería aprender a vender y trabajar con clientes y ver cómo podíamos armar una red a lo largo de toda Latinoamérica dentro del ecosistema de tecnología, que está creciendo un montón.

Tengo algunos inversores ángeles que son de Chile, porque cuando arranqué con Parsed la economía Argentina estaba bastante mal. Tengo también inversores de Estados Unidos y de un fondo de inversión de un empresario mexicano del mundo de medios de comunicación. Ellos son socios minoritarios, los socios principales de la compañía somos mis tres cofundadores y yo.

P: ¿En qué consiste la solución de IA que inventaron en tu startup?

MS: Puse todo el conocimiento adquirido en análisis de marketing a lo largo de 10 años dentro de un copiloto basado 100% en inteligencia artificial. La solución es un desarrollo propio de Parsed que hicimos con un fondeo que recibimos por medio de la aceleradora americana Techstars. Nos permite escribir mediante IA en apenas 10 minutos reportes que un analista humano puede demorar hasta 6 horas para hacerlo, entre los gráficos, los análisis y el armado de todo el PDF. Y ahora estamos saliendo con la primera versión de la plataforma, que tiene todo centralizado.

Nos especializamos en agencias de marketing o agregadores de e-commerce o empresas de e-commerce. Tenemos clientes en diferentes lugares de Latinoamérica. Nuestra propuesta trata de mucho más que sólo optimizar el e-commerce. Se trata de redefinir el futuro de los negocios con Inteligencia Artificial.

P: En base a tu experiencia con la Inteligencia Artificial, ¿qué opinás sobre las iniciativas de IA de código abierto que se empezaron a desarrollar en China?

MS: Creo que es esencial que haya competencia dentro del espacio, porque la verdad absolut a no la tiene nadie. No es casualidad que hayan lanzado estos modelos ahora que SoftBank con otras empresas estaban a punto de invertir 500 millones de dólares en un área con data centers para cómputos de la IA. Que la IA salga más cara termina retribuyendo al país que la está desarrollando. Y que haya una competencia hace que a todo el mundo le cueste más barato. Eso desde el lado del contexto macro y geopolítico, y desde cómo se está distribuyendo la plata en el mundo para lo que se desarrolla.

Por otro lado, hay diferencias entre los modelos. Por ejemplo en las formas de entrenamiento entre OpenAI y las que usa DeepSeek. Además, el desarrollo de OpenAI es mucho más robusto. Por eso, el modelo de DeepSeek sale un décimo de lo que vale el otro. Muchas veces comparan modelos que no son comparables a nivel desarrollo o a nivel investigación.

Por otro lado, el código abierto siempre va a tener una ventaja contra el centralizado. Y eso es algo que nosotros como humanos tenemos que estructurar dentro del cambio antropológico que se está dando hoy en día. Es algo más social. O sea, vos estás hablando de un modelo que está abierto para que todo el mundo lo pueda ver, para que todo el mundo lo pueda criticar, para que todo el mundo lo pueda colaborar, y después se está compitiendo contra los cráneos del mundo que están todo el día pensando en eso, trabajando en cómo desarrollarlo.

Obviamente que todo lo que sea centralizado tiene un valor más alto, porque los cráneos tienen sueldos altos, tienen estructuras caras, tienen programas caros para desarrollarlos. Pero están compitiendo contra la democratización total. O sea, cualquiera puede entrar y puede ver qué se hizo. Y eso genera obviamente un montón de sinergias porque todo el mundo puede colaborar para seguir desarrollándolo.

Decir que OpenAI perdió el liderazgo es un titular que vende, pero no es así. Igual está buenísimo que haya ese tipo de competencia para empezar a cuestionar un poco la hegemonía que tiene Estados Unidos, basada en la robustez, la seriedad, la investigación y los recursos para la investigación. Eso no implica que no puedas hacer modelos más baratos y que sirvan igual para cumplir el mismo objetivo.

P: Para terminar, ¿cuántas horas diarias de trabajo te demanda tener éxito con tu propia startup?

MS: No fue fácil llegar hasta donde llegamos. Se puso mucho trabajo y mucho amor para lograrlo. Y eso no significa lograr el éxito. Creo que la persona más exitosa es la que aprende toda la vida. Realmente no sé cuántas horas trabajo por día, eso depende de muchas cosas. Pero puedo decir que vivo para mi empresa. Cada vez que tengo la oportunidad meto una fichita.

Arrancaron haciendo obleas con una máquina de un depósito y hoy exportan a varios destinos de Latinoamérica

Fuente: La Nación – Producen unos 400.000 cubanitos al año y se preparan para multiplicar por tres ese volumen. Lanzaron un alfajor de obleas.

CÓRDOBA.- Ivo Kraljev y Gabriel Freites son amigos y, en 2015, eran compañeros de estudios en la licenciatura en Administración de Empresas Hoteleras en Rosario. Buscaban una manera de generar ingresos y se les ocurrió que una máquina de hacer obleas que estaba en un depósito de la familia Freites (tenían una panificadora y vendían insumos) podía servirles. Echaron mano a un recetario artesanal del abuelo de Gabriel, quien tenía experiencia en la industria heladera. Ese fue el origen de Arbanit Fellow, la productora de cubanitos que hace 400.000 unidades y exportan a Guatemala, Aruba, Paraguay y Uruguay. Están en negociaciones con Chile y Perú.

“Queríamos tener un negocio que nos permitiera tener ingresos para mantenernos y viajar -cuenta Kraljev-. Con nuestra empresa pudimos cumplir ambos objetivos. A la receta original la fuimos aggiornando y adaptándola. El papá de Gabi fue el que nos disparó la idea, no empezamos con la visión que tenemos hoy. Teníamos 19 y 21 años, no hicimos un análisis de mercado, sino que se dio una oportunidad”.

Arrancaron produciendo cubanitos, los que vendían en los parques de Rosario ellos mismos, después sumaron almacenes, kioscos. Después hicieron una temporada en la costa. “Hicimos la facultad del emprendedurismo -subraya-. Hoy tenemos una planta de 600 metros cuadrados y nos estamos mudando a una tres veces más grande para llegar a 1,2 millones de unidades anuales”. En el mercado local están en más de 4.000 puntos de venta.

En el comienzo hicieron dulce de leche, pasta de maní, pasta de avellana. Otros dos sabores – sambayón y chocolate- quedaron en el camino porque no tenían la demanda necesaria. Ahora están por sacar pistacho y ya lanzaron el primer alfajor de obleas de la Argentina.

En la actualidad cuentan con tres líneas diferentes. La clásica con los rellenos de pasta de maní, avellana y dulce de leche; la línea vegana “ArbaVeggie” bajo el concepto N.O.S. (Nuevos y Osados Sabores) a base de harina integral y rellenos de pasta de marroc, café y cacao; y la línea ArbaFruit rellenos de pasta de frutilla y de limón.

A la línea vegana la fortifican con calcio, proteína de arveja y vitaminas B6/B12 para cubrir los déficits de los veganos. La presentaron en Anuga, la feria de alimentos más relevante a nivel global, y formaron parte del “Amuga Innovation Taste”, junto con los productos más innovadores del mundo en alimentos.

Para el packaging eligieron colores típicos para un “producto creativo, premium y que generase felicidad al consumirlo: el negro y el amarillo”. El nombre de la empresa les llevó más tiempo y debates. Terminaron eligiéndolo por una composición, “Ar” por Argentina, “banit” por cubanito y fellow por compañero en inglés. Están convencidos de que los distingue, sus productos son “compañeros de momentos”.

Kraljev explica que la empresa se maneja con una estrategia típica de las start ups: “Tenemos una idea, salimos y empezamos a ofrecer al público sin decir nada y vamos chequeando los comentarios, viendo los que están fuera de lo que esperábamos”. Para crecer fueron reinvirtiendo toda la ganancia. Durante seis añosno sacamos un peso y ahora el 90% lo seguimos dejando”.

La ampliación de la producción la financiarán con inversores que se interesaron en la empresa. “Nuestra identidad es la oblea -detalla- pero tenemos unos 18 nuevos productos para ir lanzando, entre los que también hay los que no llevan oblea. Hemos mantenido reuniones con cadenas de retail de Latinoamérica que están interesadas; se vienen meses de decisiones claves”.

Los jóvenes insisten en que, desde el origen, tuvieron la idea “de la Argentina al mundo”, de convertirse en “una marca de referencia que identifique a este tipo de productos; subirnos al barco de empresas que ya tienen nombre propio afuera como Arcor, Rapa Nui, Havanna”.

El emprendedor enfatiza que el comercio exterior es “un proceso lento, largo” y para poder ir encontrando mercados participan en rondas de negocios, en la Semana Comex, en ferias de alimentación como la de Manaos (Brasil) y la Anuga (Alemania); en los encuentros que impulsa Santa Fe. “Sembramos para el futuro, ese es el concepto”, sintetiza.

Subraya que, después de que la Argentina ganara el Mundial de Qatar, los productos tradicionales generan más interés. “El dulce de leche se busca, lo mismo los alfajores y la yerba mate. Es una oportunidad enorme para aprovechar”, precisa. Por el momento, los rellenos con los que trabajan son “globales” pero están “abiertos a cambiar, a adaptar”. Aprovechan la participación en misiones comerciales para analizar esas alternativas, pero hasta el momento no hay un mercado que les demande nada en particular.

“Emprender surgió como una serendipia -dice Kraljev-. No era lo que estaba buscando pero sí me hizo reconocer fortalezas propias y debilidades y me volqué de lleno. Empecé la carrera universitaria después de volver de jugar al fútbol en Europa y elegí la licenciatura porque tenía que ver con la posibilidad de viajar. Nuestra empresa también nos permite hacerlo, conocer culturas, analizar las preferencias de los mercados”.

Por Gabriela Origlia

De pyme familiar a industria líder: Noziglia celebra 35 años de expansión

Fuente: Economis – Apenas cruzar la enorme puerta de madera, la recepción sorprende con una sobria elegancia que esconde los ruidos y el intenso movimiento de la fábrica. Tonos oscuros de las paredes, una escalera de mármol y el nombre de la empresa que resalta iluminado en el suelo. Modernidad. Y experiencia. Noziglia Equipamientos cumple este martes 35 años de actividad en medio de una onda expansiva que trajo nuevos productos y canales de comercialización. 

De aquella empresa fundada por Pedro Noziglia, queda la impronta y un legado emprendedor. Pero sus hijos Nicolás (30) y Luciano (28), imprimieron su sello propio. 

La fábrica es un pabellón enorme donde fluyen 85 colaboradores en distintas ramas y etapas de la producción. Hay operarios carpinteros, soldadores, pintores. Hay jóvenes diseñando nuevas propuestas en un departamento creativo que no para de crecer. 

El promedio de edad es de 35 años. Salvo Roque Y Carlos, que tienen más de 25 años en la firma, casi desde los primeros pasos. Esa simbiosis es parte de la nueva identidad de Noziglia equipamientos.

Nicolas y Luciano fueron en algún momento esos jóvenes aprendices en la empresa familiar que nació como una pyme dedicada a atender las necesidades supermercados, panaderías y carnicerías en materia de equipamientos. Hoy es eso y mucho más: Arquitectura Comercial, una nueva rama donde no hay mucha oferta en la Argentina. Por lo que la empresa cuenta con clientes de otros puntos del país.

Los cimientos fueron fuertes. El legado familiar está latente. “Fue todo una experiencia que vivimos en familia porque la empresa tuvo un crecimiento exponencial. Hasta la crisis de 2001, cuando la empresa se fundió. Trabajábamos con mis viejos, estábamos a la par, teníamos diez, once años y empezamos a involucrarnos directamente para ayudar. En ese momento no había una fábrica. Teníamos tres o cuatro operarios que eran carpinteros. Uno en refrigeración y otro técnico de máquinas. Entre todos ayudábamos. Se traía equipamientos desde otros puntos del país. Pero con la crisis mi viejo se fundió, fue un caos. Se vendía uno o dos freezer y juntábamos la plata para dividir entre todo el equipo. Y así nos fuimos recuperando. Nuestros clientes nos ayudaron mucho. Yo era chico, pero papá contaba que nuestros clientes siempre estuvieron apoyando a la empresa. Gracias a ellos también pudimos crecer”, cuenta Nicolás.

El más grande de los hermanos Noziglia tiene 30 años. Pero relata experiencias de varias vidas. El ingreso a la conducción de la empresa junto a su hermano Luciano se anticipó por la enfermedad primero de su madre y después de su padre. Pese a la juventud, ya tenían el suficiente background como para tomar las riendas. Nicolás cursaba Arquitectura y Luciano acababa de terminar la secundaria. Actualmente Nicolás se desempeña en la producción y Luciano en el sector comercial y administrativo de la empresa. “No sabíamos nada porque esto no se estudia. Mi viejo empezó muy de abajo, sin nada. Fue un proceso acelerado”, precisa Nicolás, con emoción y pasión heredada. Una pasión que no reniega de la planificación para seguir proyectando. 

Nicolás Noziglia, junto a su hermano Luciano, son los líderes de la nueva etapa de la empresa.

“Sabía lo que había que hacer porque siempre estabámos con mi viejo en todos los comercios en los que hacíamos instalaciones. Él escuchaba al cliente y resolvía lo que le pedía. Así sabíamos cómo se resolvían las cosas”, explica. 

Y ese conocimiento se expresa en los diseños que están listos para ser entregados: amoblamientos generales, equipamientos frigoríficos, comerciales y gastronómicos. Todo a pedido del cliente. Las máquinas están preparadas para lo que el diseño mande. Planchas de acero y madera cortada especialmente en TEKÓ, otra de las empresas del grupo. También hay cortadoras y soldadoras láser. Todo pensado al detalle. Como la sala de pintura y secado, que aceleró los tiempos y permitió estandarizar la calidad. El cuidado del medioambiente también está presente, con ladrillos que permiten mantener fresca la planta industrial y recolección de agua de lluvia, para uso interno o atención de alguna emergencia. 

Pese a que tiene como pendiente terminar la carrera de Arquitectura, Nicolás no dejó de formarse, incluso en el exterior. La arquitectura comercial, que estaba en la cabeza, terminó de tomar forma con esas capacitaciones. 

Así, el legado dio un salto exponencial. “Papá nos enseñó, no nos tiró a los tiburones, sino que de a poquito nos íbamos metiendo. Con Luciano nos fusionamos. Yo, como encargado de la parte creativa de la empresa me enfoco en el crecimiento y mi hermano se encarga de la parte comercial y administrativa y busca los mejores proveedores para que nuestros clientes se lleven los mejores productos”.

¿Cómo fue el paso de una pequeña fábrica a esta enorme planta?

“Las ganas de crecer. Del primer local, pasamos a alquilar otro, pero ninguno satisfacía nuestras necesidades de comodidad en la planta, entonces llegamos a la conclusión de que teníamos que tener un local propio. Buscamos y nos ofrecieron este terreno, que en su comienzo fue un lote y después se transformó en cinco lotes. Acá donde estamos sentados, no había nada”, recuerda. 

Hoy la planta transformó el barrio. En uno de los accesos a Itaembé Miní, a pocos metros de la ruta 12, se formó una pequeña zona industrial. “Teníamos buen stock de mercadería, vendimos lo que teníamos y ahí empezamos con financiamiento propio, porque pedimos créditos, nos cerraron algunas puertas. El Fondo de Crédito Misiones nos dio un crédito para comprar el techo y eso nos ayudó muchísimo al empezar”. 

Y hoy 85 empleos nada menos…

Sí, 85 y 120 indirectos, porque fluctúa de acuerdo a las obras.

Es de destacar la visión de dos empresarios tan jóvenes… La búsqueda de expansión…

Los dos tenemos muchas ganas de trabajar y de innovar. No pensamos mucho en la plata. Acá tenés un esfuerzo, tenés que estar todos los días, pero ganás más satisfacción. Que el cliente quede encantado. 

¿Cómo tomas un empleo? 

Vienen y nos traen un currículum. Lo tradicional: “Trabajé acá, trabajé allá, tengo esto, hice aquello”. Pero vemos si tiene ganas de crecer y de comerse el mundo, porque la profesión se aprende. Acá viene un técnico y se lo forma. Los chicos le enseñan. Somos un equipo muy unido. 

¿Qué planes de expansión tienen ahora? En un escenario económico complejo también…

Estuvo más complicado antes que ahora. Ahora hay un panorama más amplio y con más expectativas. Buenas cosas pueden suceder, así que ya estamos abriendo nuevos mercados y pensando en hacer cosas diferentes. No podemos decir mucho porque nos gusta el efecto sorpresa. Aparte nuestros clientes están un poquito mejor,  hay más créditos, más financiación, más planificación de pago. 

¿Cómo manejan el dinero en este escenario? ¿Ahorrar? ¿Reinvertir?

El ahorro está acá. El ahorro nuestro es el crecimiento. Invertimos en locales, en máquinas nuevas, en equipos, en estructura. Siempre pensamos en brindar el mejor servicio. Podríamos tercerizar la logística. Pero queremos que cuando llegue un mueble, el que lo instale tenga el logo de nuestra empresa. También para garantizar el producto. Por ejemplo, invertimos en una camioneta que es solamente una caja de herramientas móvil, entonces los chicos que viajan ya tienen todo incorporado”.

El equipo de trabajo es fundamental para el grupo Noziglia. Los 85 puestos de trabajo tienen distintos beneficios, comen en el lugar, con una cocinera particular y tienen salidas programadas para descanso. “Queremos darle la mejor comodidad al operario y que tengan buena calidad de vida”, sentencia Nicolás. 

Las proyecciones son varias. En todas está la palabra expansión. El próximo objetivo es exportar la producción e incorporar la importación de productos y materiales. Las franquicias también aparecen en el horizonte. Y otras sorpresas que darán cuenta de la pasión por emprender. 

El Gobierno nacional destacó a los emprendimientos más innovadores del año

Fuente: Argetnina .gob.ar – El concurso premió a ReForest (Tucumán) como Emprendimiento del Año, además de reconocer a QUIEN X MI S.R.L. (CABA) y Resiliencias Harina de Uva (Córdoba) en categorías de transformación digital e innovación en industrias tradicionales.

El Gobierno nacional celebró el concurso “Emprendimiento del Año”, un evento que reunió a 21 empresas emergentes seleccionadas por los gobiernos de sus respectivas provincias, entre múltiples aspirantes, y que consagra a las iniciativas privadas más innovadoras y con mayor proyección.

El espacio, concebido para resaltar el emprendimiento de forma federal, fomenta la vinculación estratégica entre emprendedores, inversores, líderes empresariales y representantes de los sectores público y privado. Además, impulsa el intercambio de conocimientos, la colaboración y la construcción de redes que fortalezcan el ecosistema emprendedor en Argentina.

Durante la final, el panel de expertos evaluó tres categorías y reconoció a un ganador en cada una de ellas, además de consagrar al más destacado como “Emprendimiento del año”.

El premio principal se lo llevó ReForest, de la provincia de Tucumán. Esta iniciativa ofrece servicios integrales de diagnóstico y monitoreo para identificar áreas forestales a restaurar. Mediante el uso de drones, alcanzan zonas de difícil acceso y siembran cápsulas iSeeds hidrosolubles, biodegradables y compostables, que contienen semillas nativas de gramíneas, arbustos o árboles. El sistema incluye un método de dispersión aérea de semillas, optimizando la reforestación nativa.

La empresa, liderada por su CEO, Damián Rivadeneira, fue distinguida además como el Emprendimiento del Año, reconocimiento entregado por el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento de la Nación, Marcos Ayerra.

En la categoría de ‘Emprendimientos dinámicos y/o con tecnologías que promuevan la transformación digital’, el galardón fue otorgado a QUIEN X MI S.R.L., de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta plataforma ofrece soluciones innovadoras para los trabajadores de oficios, promoviendo su inclusión social y laboral. Actúa como un punto de encuentro, permitiendo a los clientes identificar profesionales verificados con reputación e historial comprobable para cualquier necesidad de reparación o servicio. Al mismo tiempo, brinda a los trabajadores una herramienta digital diseñada para facilitar su inserción en el mercado laboral, promoviendo su formalización.

En el rubro de ‘Industrias tradicionales con modelos de negocios innovadores’, el reconocimiento fue para Resiliencias Harina de Uva, de Córdoba. Este emprendimiento elabora harina de uva a partir de la piel y las semillas de la fruta, subproductos del proceso de vinificación. El producto se destaca por ser una fuente de antioxidantes y nutrientes, apto para celíacos y diabéticos.

El jurado del concurso ‘Emprendimiento del Año’ estuvo integrado por destacados referentes del ecosistema emprendedor, quienes aportaron su experiencia y visión estratégica. Entre ellos se encuentran Fernando Páez Solchaga, de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP); Patricio Gigli, de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA); Fausto García, del Instituto Argentino de la Empresa (IAE); Pablo Mazza, de Sancor Seguros Impulsa; Erika Molina, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Esteban Di Stilio, de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE); Fernando López, de Innovaciones Tecnológicas Agropecuarias (INTEA); Guillermo Anso, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y Yanina Kogan, de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí.

Una pyme argentina lanzó la primera balanza con inteligencia artificial y la exportará a 10 países de la región

Fuente: ámbito – Systel es una empresa familiar cordobesa fundada en 1992 por un ingeniero electrónico apasionado por la innovación y la tecnología. Apunta a supermercados y comercios.

El origen de Systel no es muy diferente de tantos otros emprendimientos argentinos que desarrollaron una carrera de éxito. Esta pyme familiar de capitales nacionales, nació en Córdoba en 1992, por iniciativa de José Luis Chico Varela, un ingeniero electrónico apasionado por la tecnología y la innovación.

La empresa dedicada actualmente al desarrollo y comercialización de balanzas, básculas y sistemas de pesaje electrónico, comenzó en un garaje. Sus primeros pasos los dio como desarrolladora de software para supermercados. Y gradualmente fue ingresando en el negocio del hardware, es decir las balanzas de mostrador para comercios. Informate más

Elecciones en Estados Unidos: uno por uno, los resultados de los referéndums sobre el aborto en once estados

Con la investigación y el desarrollo (I+D) como bandera, Chico Varela dio un fuerte impulso al crecimiento de su compañía. El esquema familiar de sus comienzos, con su esposa trabajando en el área Comercial, fue dejando paso a la profesionalización de la gestión.

Hoy, con liderazgo en el mercado doméstico y con presencia en 10 países de América latina, la gestión del día a día quedó en manos de Matías Monea, CEO de la firma que cuenta con un plantel de 120 personas.

La gran mayoría del personal está en Córdoba, donde está la planta de producción y las oficinas centrales. También tiene oficinas, depósitos, administración y área comercial en Munro, provincia de Buenos Aires. Además de oficinas propias en San Pablo y Ciudad de México.

En una entrevista con Ámbito, Monea repasó los orígenes de Systel, explicó cómo fue el gran salto tecnológico que le permitió liderar el mercado nacional y ser referentes en pesaje comercial, corte y etiquetado. Luego, cómo llegó a exportar a casi toda la región.

Además, Monea presentó el nuevo gran hito en la historia de la empresa que este año sopla las 32 velitas: la primera balanza del país equipada con Inteligencia Artificial capaz de reconocer automáticamente un producto en el momento de pesarlo.

La balanza inteligente será exportada a todos los mercados latinoamericanos donde la empresa está presente. En esta etapa, ya recibió la homologación del INTI en Argentina y de los organismos de control de Brasil y México.

“La empresa nació en 1992 de la mano del fundador y único accionista José Luis Chico Varela. Estamos cumpliendo 32 años. En el principio no era una fábrica de balanzas, sino que empezó como desarrolladora de software, para la integración entre las balanzas de los supermercados y los sistemas ERP que usaban para gestionar sus operaciones”, resume Matías Monea.

Matías Monea, CEO de Systel.

Matías Monea, CEO de Systel.

Periodista: ¿Cómo fue el proceso desde aquella época hasta la actualidad?

Matías Monea: El fundador empezó a producir en un garaje, porque eran muy poquitas las balanzas que se fabricaban en ese momento, eran sólo 4 modelos. Ahora tiene más de 40. José Luis, o Pepe como le decimos nosotros, es ingeniero electrónico y en los inicios de la firma trabajó su esposa durante algunos años en el área comercial.

En ese momento el dueño vio la oportunidad en poder mejorar el equipamiento en términos de balanzas que operaban en aquella época en Argentina y a los pocos años empezó a desarrollar las primeras balanzas electrónicas Systel.

Con el paso del tiempo se convirtió en la empresa líder en Argentina. Y la segunda más grande en Latinoamérica.

Ellos ya no trabajan en la empresa, pero están en contacto frecuente con la dirección. Las personas que gestionamos la empresa hoy somos todos profesionales, no hay familiares. En esto tiene que ver que es una familia chica. El único hijo de José Luis tiene 12 años.

P: ¿Cómo se logró ese crecimiento?

MM: Primero que nada por el trabajo y perseverancia del fundador, que puso el negocio al hombro. Era el que diseñaba todo ya que es ingeniero electrónico. Fue quien conformó la primera base de la empresa cuyo corazón era y sigue siendo el área de I+D. Hoy el 20% del staff trabaja en esa área, de investigación y desarrollo.

La innovación permanente es la clave de este crecimiento. Poder ver qué equipos se necesitaban en cada uno de los mercados tanto en características como en funcionalidades, y producir equipos a buen precio con muy buen diseño y fáciles de usar. Sabemos que el camino es por ahí. Invertimos fuertemente en innovación y tecnología. Y aprovechamos todo lo que aprendemos en mercados externos para seguir posicionándonos fuerte en nuestro país.

P: ¿Cuándo comenzaron a exportar?

MM: Eso se fue decidiendo sobre la marcha, en el sentido de que el primer mercado que se atacó fue Argentina. A partir de ahí y con el crecimiento de la empresa, empezamos a participar en exposiciones internacionales para mostrar los equipos, analizar qué equipos se requerían en el exterior, ya que cada país tiene su particularidad y tenemos que adaptarnos. Y de a poco se fue dando.

Se empezó a exportar a Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia. Hoy prácticamente estamos exportando a todos los países de latinoamérica. De México hacia abajo, casi todos los países. Y queremos conquistar el Norte como próximo paso.

El mismo foco de innovación estamos imprimiendo ahora a los mercados de Brasil y México, que no son sencillos porque no somos una marca tan posicionada como somos en Argentina. Tenemos muchos competidores en el exterior, que igual que nosotros apuestan muy fuertemente a la tecnología y la innovación.

P: ¿Cuándo pegaron el gran salto tecnológico?

MM: En 2013 se produjo un hito muy importante, que fue la incorporación de un robot con el cual podemos insertar en forma automática todos los componentes de una placa electrónica. Es el corazón de un equipo electrónico. Es el único robot de su tipo en América latina.

Además, constantemente estamos automatizando la planta. Hoy tenemos una planta modelo que no tiene nada que envidiar a una de Estados Unidos o de Europa a nivel tecnológico. Trabajamos bajo conceptos de fábrica 4.0, y tenemos varios robots colaborativos. Fue un camino constante de tratar de estar a la par de las empresas número uno a nivel mundial.

P: ¿Cuál fue el producto que les abrió la puerta para exportar?

MM: La expansión regional se dio a partir de la producción de instrumentos de pesaje. Sobre todo con la gama media y alta que tenemos para ofrecer. Fue también desde 2013, cuando Systel saca su primera balanza con etiquetadora, ahí comenzamos con la exportación de equipos.

La particularidad de Latinoamérica es que hay muchos países que no tienen una legislación fuerte como la que existe en Argentina, Brasil y México, donde los productos tienen que estar homologados y recorren un largo camino previo a la venta. Controlan que el equipo responda a las prácticas de lealtad comercial, y demás, donde hay que garantizar que el peso y el importe que marca la balanza es el correcto.

Somos pocos los países de la región donde se protege así a esta industria. Con lo cual, hay muchos países donde uno compite con productos chinos muy baratos en la gama baja y por eso nos cuesta entrar. Por eso, vamos con la gama media y alta donde somos más competitivos.

Fuera de balanzas, tenemos otras líneas de productos que fabricamos en el país como la cortadora de fiambres. Y eso también se está vendiendo con éxito fuera de Argentina.

P: ¿Qué proporción de componentes importados hay en sus productos?

MM: En épocas normales en las cuales hay libertad para importar insumos, el mix suele ser entre 65% y 70% de insumo importado y el resto insumo nacional. En Argentina no hay fábricas de microchips o de resistencias, como componentes de placa electrónica. En cambio, todo lo que son gabinetes y demás lo inyectamos acá. Es más económico y ventajoso. Logísticamente no tendría sentido traer carcazas inyectadas en plástico desde el exterior.

P: ¿Los afectaron las restricciones para importar?

MM: Eso lo empezamos a sufrir a partir de agosto de 2023. Todavía existía el sistema SIRA y aprobación vía banco central de la salida de dólares. Y se notó después de las PASO que había una restricción importante para la obtención de dólares para poder importar insumos. Tuvimos que hacer una ingeniería bastante complicada para no parar la fábrica y mantener las operaciones.

P: ¿Cómo está ahora esta situación?

MM: Hoy el panorama está bastante más calmo, si bien hay empresas que quedaron con deudas en el exterior, sobre todo la previa al 13 de diciembre del año 2023, por las cuales se crearon los bonos Bopreal. Pero hoy se normalizaron bastante las operaciones para todo lo que es el giro normal de la empresa. Está la posibilidad de poder pagar a los treinta días y, por las relaciones comerciales con proveedores que datan de hace muchos años, contamos con la posibilidad de crédito.

P: ¿Cómo es la nueva balanza que funciona con Inteligencia Artificial?

MM: Es algo más que una balanza. Es un autoservicio que resuelve temas de espacio y facilita la experiencia de compra para todo tipo de clientes. Nuestro sistema detecta automáticamente el producto con sólo apoyar la bolsa en la balanza. Con una cámara y un algoritmo, la balanza detecta cuál es el producto y al instante te indica el producto en la pantalla. Sólo hay que tocar el botón de imprimir y sale la etiqueta que se pega en la bolsa. Está pensado sobre todo para frutas y verduras.

La nueva balanza inteligente “Detect”.

La nueva balanza inteligente “Detect”.

El sistema va aprendiendo a medida que el cliente va pesando. Cada vez que se pesa un producto, se saca una fotografía que va a la nube y se retroalimenta en forma constante y haciéndose cada vez más inteligente. La detección del producto se va perfeccionando con el uso del sistema.

Los equipos que están disponibles hoy en el país requieren que el cliente embolse los productos y los vaya poniendo arriba de la balanza y luego navegar por un menú de opciones en la pantalla, si es fruta o verdura, luego buscar por abecedario el nombre del producto. En cambio, con nuestros equipos con Inteligencia Artificial todo es más sencillo e intuitivo.

P: ¿Es la primera vez que incorporan la Inteligencia Artificial?

MM: A nivel de equipamiento, de hardware, es la primera experiencia que tenemos en IA. Pero tenemos otros desarrollos en cartera esperando a ser lanzados en corto y mediano plazo.

Por otro lado, fuimos incorporando IA hace algunos años atrás para dar apoyo en algunos de los procesos. Fundamentalmente en I+D y producción.

P: ¿Cómo arman su estrategia comercial?

MM: Tenemos un comité de innovación que se reúne con bastante frecuencia y vemos qué se está haciendo en el mundo y qué tecnología se podría eventualmente replicar en nuestra industria.

La idea de incorporar inteligencia artificial y la detección automática de imágenes nació hace aproximadamente dos años en ese comité. y terminamos dando en el clavo en algo que hoy está siendo un auge a nivel mundial si bien hay empresas que el año pasado dieron a conocer sus primeros equipos. Pero eran prototipos. Así que hoy las balanzas que funcionan bien como la nuestra arrancaron a comienzos de este año, con lo cual estamos muy cerquita de empresas muy grandes de Japón y Alemania. Ese fue el origen de nuestra actual balanza o solución «detec».

P: ¿Qué competencia tienen en el país con este producto?

MM: Este tipo de equipamiento no existe en el país. No hay nada disponible. Somos la primera empresa que lo hace. En Argentina, al tener que pasar un proceso de homologación, tampoco es tan fácil poder venderlo aquí para una empresa que no está en el país. Tienen que pasar por un proceso tanto en el INTI como en la Secretaría de Comercio. Y además tienen que tener una estructura mínima de postventa, con lo cual requeriría también para estas empresas instalarse el día de mañana en la Argentina.

En el exterior si están disponibles, a precios que rondan los 5.000 dólares. Hay grandes empresas de Japón y Alemania que empezaron a comercializar estas balanzas a principios de este año. Nosotros estamos en condiciones de proveerlas por la mitad de aquel precio. Por eso, nuestra expectativa es poder venderlo también fuera de Argentina.

“Hay facturación todos los días”: la llave maestra de una pyme para ganar más y tener una reconocida marca

Fuente: La Nación – Cerca de Mar del Plata, los Hosmann desarrollan un planteo de tambo y montaron una fábrica de quesos para agregar valor.

Muy cerca de Mar del Plata, Julio Hosmann y su hijo, Justo, desarrollan un planteo de tambo en una superficie reducida, complementado con una fábrica de quesos que distribuyen en la ciudad, apoyados con arrendamientos agrícolas que permiten asegurar gran parte de la alimentación de las lecheras. Esta organización empresaria le permitió agregar escala y valor, aumentar los ingresos y dar estabilidad al planteo familiar.

“Hace 45 años, mi madre heredó 160 hectáreas en estación Camet, sobre el kilómetro 391 de la ruta 2, muy cerca de Mar del Plata. Pero recibió el campo pelado, sin ninguna mejora ni estructura”, rememora Hosmann (padre).

“Comenzamos a producir leche con una instalación de cuatro bajadas y 40 vacas. Fuimos avanzando durante un tiempo, pero llegó un momento en que nos dimos cuenta que con esa escala no podríamos sobrevivir. Entonces, decidimos agregar valor a la producción del tambo con una fábrica para elaboración de quesos y gestión de una marca. También resolvimos arrendar un campo agrícola para producir los granos que demandaba la alimentación de las vacas del tambo. Entonces, hoy el tambo original ‘San Francisco’ se transformó en una empresa mixta que produce leche, granos y quesos con marca ‘Los Alemanes’ que se comercializan principalmente en Mar del Plata”, prosigue.

Sala de elaboración con tinas doble O, preprensa y prensas neumáticas
Sala de elaboración con tinas doble O, preprensa y prensas neumáticas

Tambo pastoril

El tambo se desarrolla sobre suelos de muy buena calidad, “paperos”, que permiten elevada producción de forraje. La cadena forrajera incluye 50% de la superficie con alfalfa como pastoreo de primavera-verano y 50% de verdeos, principalmente de raigrás para el invierno, sobre el que luego se siembra maíz para silo. Las alfalfas duran tres años y recientemente han incorporado variedades RR.

Operación de moldeo para queso pategrás. El suero es bombeado por cañerías a los corrales de la recría, donde los animales lo toman. No se tira nada, todo se aprovecha
Operación de moldeo para queso pategrás. El suero es bombeado por cañerías a los corrales de la recría, donde los animales lo toman. No se tira nada, todo se aprovecha

El aprovechamiento del forraje se realiza de manera intensiva con tres rodeos, que pastorean parcelas diarias de 0,8-1 hectárea con una carga de 2,2 vacas por hectárea. Los animales en ordeño reciben, además, silo de maíz y de raigrás, expeller de soja, maíz partido, alimento balanceado y descarte de papa de la fábrica Mc Cain, con cáscaras y tubérculos con defectos, un ingrediente con 25% de materia seca rico en energía. La recría de las terneras se realiza en el mismo campo hasta los diez meses; luego pasan a otro predio cercano y reciben servicio los 15 meses con inseminación artificial y semen sexado de Select Debernardi.

La raza utilizada es Holando Argentino puro, que se fue seleccionando hacia un animal más chico, de elevada producción individual y gran fortaleza. En los vientres se busca buena conformación de la ubre, aplomos correctos y alta proporción de sólidos de la leche, un carácter muy importante en la elaboración de los quesos. “Con el equipo de Santiago Debernardi elegimos los toros, muchos de los cuales producen leche A2 A2, que se usa para la fabricación de quesos”, indica Hosmann (hijo).

Fabricar y vender

La leche ordeñada pasa a directamente a la fábrica de quesos, que está ubicada en el campo. Durante el ordeño, la primera etapa de la rutina es la desinfección de la ubre, tras lo cual se desarrolla una correcta extracción de la leche. De la sala de ordeño pasa a las tinas de elaboración de queso de la fábrica. En esos recipientes se realiza el cuajado con temperatura y fermentos, que provoca que la leche se convierta en un producto gelatinoso. Luego de cuajada, se corta con la lira para separar el suero.

La sala de la fábrica incorpora tinas doble O, de última tecnología, que ayuda a mejorar los procesos sin perder la condición artesanal
La sala de la fábrica incorpora tinas doble O, de última tecnología, que ayuda a mejorar los procesos sin perder la condición artesanal

Posteriormente, se cocina y se coloca en moldes según el tipo de queso elaborar: pategras, reggianito, sardo, provolone, saborizados, etc. El paso siguiente es el prensado para terminar de eliminar el suero y el salado con salmuera, tras lo cual sobreviene una etapa de maduración y almacenamiento. Habitualmente, con 10 litros de leche se fabrica un kilo de queso. “La nuestra es una fábrica artesanal y el maestro quesero tiene 30 años de experiencia en su trabajo”, destaca Hosmann (hijo).

Pero el proceso no termina allí. “En la industrialización de la leche, el desafío es transformarla en un producto lácteo pero, además, hay que posicionar una marca y poder vender los productos: muchos tamberos se lanzan a la fabricación de quesos pero, a poco de andar, se dan cuenta que es más difícil la venta del producto terminado que la producción de leche”, diferencia Hosmann (padre).

“En un tambo, el camión viene diariamente, se lleva la leche y se termina el problema para el productor; con una fábrica de queso, la leche la sigue teniendo él y debe vender el queso, que nadie le viene a buscar. Es necesario desarrollar la clientela, atenderla eficientemente y cobrar lo facturado, lo que exige otro nivel de gerenciamiento. En nuestro caso, el tambero tuvo que pasar a ser fabricante y gerente de ventas, algo que no estaba en su papel inicialmente”, alerta.

El aprovechamiento del forraje se realiza de manera intensiva con tres rodeos, que pastorean parcelas diarias de 0,8-1 hectárea con una carga de 2,2 vacas por hectárea. Los animales en ordeño reciben, además, silo de maíz y de raigrás, expeller de soja, maíz partido, alimento balanceado y descarte de papa de la fábrica Mc Cain
El aprovechamiento del forraje se realiza de manera intensiva con tres rodeos, que pastorean parcelas diarias de 0,8-1 hectárea con una carga de 2,2 vacas por hectárea. Los animales en ordeño reciben, además, silo de maíz y de raigrás, expeller de soja, maíz partido, alimento balanceado y descarte de papa de la fábrica Mc Cain

“En los inicios fue complicado imponer la marca ‘Los Alemanes’, pero se consiguió porque el producto es de buena calidad. En Mar del Plata es conocida y es impulsada por un equipo de ventas liderado por Justo, que visita regularmente los comercios y los abastece con una camioneta propia”, resalta el padre.

“La fabricación de queso es una manera de darle valor agregado la empresa y no quedarse con una producción primaria como la leche. Pero el desafío no es entregar el producto elaborado un mayorista sino distribuirlo por nuestra cuenta”, agrega.

“Durante un tiempo vendimos los quesos a un mayorista, lo que puede ser un camino, pero observamos que cuando sobra producto en primavera, ajusta el precio que paga a los proveedores; comercializando por nuestra cuenta ese bajón se puede atenuar”, completa.

Agricultura como seguro

Para asegurarse los ingredientes de la ración que consumen las lecheras, los Hosmann arriendan 200 hectáreas ambientadas para cultivar maíz y soja. “Producir nuestros propios granos constituye una pata sólida para toda la empresa, que nos permite saber qué le suministramos a las vacas, nos da estabilidad y nos defiende en momentos de devaluación del peso”, subraya Hosmann (padre).

“¿Cuál es el resultado económico de pasar de un tambo convencional a una empresa que industrializa la leche y produce su propio alimento? Es como tener un tambo más, pero con una inversión y una facturación distinta”, agrega.

“Con el tambo hay ingresos una vez por mes; con la fábrica hay facturación todos los días, lo que permite defenderse mejor de la incertidumbre de la economía argentina”, distingue Hosmann (hijo).

Para Hosmann (padre), quien esté pensando en incursionar en la fabricación de lácteos, primero tiene que capacitarse en ese aspecto y sobre todo en marketing. “Es un requisito imprescindible para tener éxito. Hay que aprender mucho antes de tener el queso. Es relativamente fácil hacer la obra civil de la fábrica o cumplir las normas sanitarias, pero es mucho más difícil organizar las ventas y las relaciones con los clientes. Para eso no hay asesores a mano como puede ser en lo productivo con un ingeniero agrónomo”, concluye.

Esta nota se publicó originalmente el 19 de diciembre de 2023

Eran amigos del colegio, emprendieron con US$ 800 y hoy visten a campeones del mundo

Fuente: Clarín – Llevan el gen emprendedor en sus venas. Todavía en el colegio, allá por 2018 empezaron a ver cómo ganar algún dinerillo y de regreso de su viaje de egresados, se plantearon, más seriamente, un horizonte juntos. Hace seis años que los amigos Nicolás Sigal (23) y Tommy Cohen (23) comparten la pasión por los negocios. Siempre tuvieron claro que pretendían iniciar un camino laboral juntos aunque pero no tanto qué hacer.Sólo sabían que disponían de 800 dólares de ahorros.

Con padres experimentados que dieron una mano, una charla de café fue guiándolos y como futboleros que son decidieron buscar un producto vinculado al deporte. Tommy venía observando en detalle la vestimenta de los jugadores y le llamó la atención cómo varios de ellos rompían la parte inferior de sus medias para calzarse en el pie otra diferente.

«Nos preguntamos por qué los futbolistas cortaban sus medias y así descubrimos que utilizaban antideslizantes, un producto que hace cinco años recién comenzaba a desarrollarse en Europa», le cuenta a Clarín, y sigue: «En un viaje que hice en 2018 noté que estaba este producto en el exterior pero no en la Argentina y se lo comenté a Nicolás».

«Era un nicho virgen al que nos interesaba entrar, al menos para tener una experiencia», ponen primera Cohen y Sigal, que reciben a Clarín en la oficina de Villa Crespo, donde funciona Tifox, como bautizaron a su marca.

«Nos empezamos a dar cuenta que, de a poco, gran cantidad de jugadores profesionales decidían utilizar esta nueva modalidad, de separar la media de la pantorrillera para prevenir lesiones, mejorar el rendimiento y optimizar la comodidad a la hora de jugar», comenta Nicolás. «También era una tendencia que estaba marcando una moda y nos preguntamos por qué no tener una aproximación aquí y ver qué pasa», agrega Tommy.

Montar una empresa exitosa con solo 800 dólares

Así fue cómo arrancaron con una inversión inicial de 800 dólares: cuatro meses después de aquel café llegaron los primeros 250 pares que mandaron a fabricar. "Ya nos instalamos, el producto lo tenemos en todo el país, ahora lo que pretendemos es solvencia, producción y expansión, en ese orden", aseguran los pilares de Tifox.

Fotos: Emmanuel Fernández«Ya nos instalamos, el producto lo tenemos en todo el país, ahora lo que pretendemos es solvencia, producción y expansión, en ese orden», aseguran los pilares de Tifox. Fotos: Emmanuel Fernández

En una sala del primer piso están Nicolás, que se ocupa de la logística y el área comercial; Tommy, de los proveedores, la administración y las finanzas, y Ramiro Zigelbaum (20), que se sumó al emprendimiento más tarde, se ocupa de la producción y del producto. ¿Cuánto sale el par de medias antideslizantes? $ 12.700.

«Ya nos instalamos, el producto lo tenemos en todo el país, ahora lo que pretendemos es solvencia, producción y expansión, en ese orden», coinciden estos jóvenes que hablan con el desenvolvimiento de expertos empresarios. «Nos pone contentos saber que en una casa de deportes, Tifox es una de las marcas importantes, que está al lado de los monstruos. No lo podemos creer», expresan.

Como suele suceder en los albores de una actividad, las ventas arrancaron con el boca a boca, «hablando con familiares y amigos para que lo difundan y ofertando el producto constantemente en las redes sociales». Pocos meses después de recibir los 250 pares, se encontraron con que la mercadería se había vendido. «¿Ahora qué hacemos? ¿Seguimos adelante?», se preguntaron Sigal y Cohen. «Fue nuestra primera decisión importante: redoblamos la apuesta y salimos a buscar dónde producir la mercadería».El producto estrella de los jóvenes emprendedores. "Tenemos como objetivo para final de 2024 vender 250 mil pares de medias antideslizantes", dicen Nicolás Sigal y Tommy CohenEl producto estrella de los jóvenes emprendedores. «Tenemos como objetivo para final de 2024 vender 250 mil pares de medias antideslizantes», dicen Nicolás Sigal y Tommy Cohen

Confiesan que al principio había temor a perderlo todo por los vaivenes económicos del país. «Teníamos poca plata para invertir y algo de miedo a querer pegar el salto, suponemos que por desconocimiento. Además nos costó conseguir quiénes confiaran en nosotros y nos fabricaran pequeñas cantidades de medias, porque nosotros no fabricamos. Hoy contamos con distintas fábricas en el país, la mayoría está en Buenos Aires. En ellas diversificamos la producción según cada articulo y en donde consideramos que mejor salen los productos a nivel calidad es donde realizamos cada uno de ellos», señala Cohen.

«Es que nuestro enfoque estaba puesto, y está, en posicionar a la marca y hoy buscamos fortalecerla y consolidarla», hace saber Ramiro, encargado del área de producto. «Pero a la vez estábamos convencidos de que podía ser una gran oportunidad de negocio a futuro».

Entusiastas, llenos de energía pero a la vez cautos, los tres jóvenes están satisfechos por lo realizado hasta el momento. «Fuimos los primeros en instalar en el mercado este producto que casi no existía. En la actualidad hay mucha competencia y bienvenida sea, pero se plegaron al camino que abrimos nosotros, al esfuerzo nuestro y al riesgo que asumimos».El secreto de las medias antideslizantes: potencia el rendimiento y previene las lesiones.El secreto de las medias antideslizantes: potencia el rendimiento y previene las lesiones.

Los tres comentan que si bien la firma tiene otros accesorios, «el producto estrella son las medias de fútbol tres cuartos antideslizantes para realizar deporte. Son medias de muy buena calidad, a las que, luego del proceso de costura, se le suma en la base un estampado antideslizante. Esta tecnología de gomas antideslizantes ofrece una mejor fijación del pie en el calzado y previene además lesiones de tobillo y ampollas, a la vez que aumenta el rendimiento».

Gracias a esta tecnología, el producto traspasó barreras y llegó al deporte de alto rendimiento y cuenta con reconocidos «embajadores» en la Argentina y el exterior. Entre ellos están Gonzalo Montiel, Thiago Almada, Nicolás Domínguez, Enzo Pérez, Marco Pellegrino, Walter Bou, entre otros, lo que le brindaron una importante visibilidad a la marca. Además, Tifox vistió a la selección venezolana de fútbol durante la copa América 2024 disputada en Estados Unidos.El reconocido futbolista Enzo Pérez es uno de los "embajadores" que utiliza las medias y las pantorrillas antideslizantes.El reconocido futbolista Enzo Pérez es uno de los «embajadores» que utiliza las medias y las pantorrillas antideslizantes.

Cuando se les consulta sobre el porqué del éxito en esta primera etapa, Sigal responde: «Generamos un aspiracional. Nuestros acciones satisfacen al otro, tienen un impacto positivo en los demás. Como que es algo posible para nuestros generacionales».

Otean el horizonte con grandes expectativas. «Venimos experimentando un crecimiento comercial sin precedentes. Hemos aumentado nuestra red de distribución a más de 24 importantes cadenas de tiendas de deportes con presencia en 160 puntos de ventas en todo el país. A través de la web y de MercadoLibre nuestros productos alcanzaron presencia nacional», afirman Sigal y Cohen.

¿Objetivos? «Tenemos la intención de vender 250.000 pares de medias por año y poder facturar 700 millones de pesos. Y a este paso vamos en camino de lograr ese sueño. Hoy Tifox tiene las medias antideslizantes, que es nuestro caballito de batalla, pero también hemos incorporado otros productos como canilleros, muñequeras, pantorrilleras y aromatizadores», describe Zigelbaum.La innovadora pantorrillera anticalambres Dual Hole, con agujeros "estratégicos" que alivian la presión en la zona.La innovadora pantorrillera anticalambres Dual Hole, con agujeros «estratégicos» que alivian la presión en la zona.

«Hay que subrayar que en una economía decreciente como es la argentina, donde otras Pymes han caído, nosotros, por el contrario, no paramos de crecer». Dicen que la clave del crecimiento «fue primero el boca a boca y luego la expansión para convertirnos en uno de los productos más vendidos en las casas de deportes». ¿A qué público apuntan? «Jóvenes de entre 15 y 35 años, que son los que buscan moda y tendencia, y mayoría de varones».

Son chicos que están haciendo sus primeras armas, subrayan que «ser dueños, jefes y emprendedores» es su primer trabajo y como tal admiten cometer errores producto de la edad y la inexperiencia. «Tenemos una gran virtud -alza la mano Sigal- y es que sabemos escuchar y cuando la necesitamos, también pedir ayuda. Como dice la canción, nos estamos haciendo camino al andar»."Nosotros abrimos el mercado de medias antideslizantes que aquí en la Argentina prácticamente no existía", aseguran Cohen, Sigal y Zigelbaum.

Foto: Emmanuel Fernández«Nosotros abrimos el mercado de medias antideslizantes que aquí en la Argentina prácticamente no existía», aseguran Cohen, Sigal y Zigelbaum. Foto: Emmanuel Fernández

Asienten Tommy y Ramiro, que hacen saber que contrataron a un coach, «un consultor vinculado al mundo deportivo que colabora con nosotros en hacer y cómo hacer. Es un guía, un entendido en la materia que sin lugar a dudas nos aportó profesionalismo y formalidad. Para nosotros es como una sesión de psicoanálisis por semana que resultó clave para construir, poner las columnas que mantengan fuerte el emprendimiento y a partir de esa base edificar».

Se percibe la adrenalina que emana la plana mayor de Tifox, que no afloja un minuto. «Nos está yendo bien, lo sabemos, pero no nos relajamos y tenemos los pies sobre la tierra, siempre con visión de futuro».

A fines de julio lanzaron la innovadora pantorrillera anticalambres Dual Hole, «producto que nació de la observación de una práctica de fútbol de nivel internacional. Durante el juego notamos que muchos jugadores cortaban sus medias para aliviar la presión en la zona de la pantorrilla y después las tiraban», explica CohenNicolás Sigal y Tommy Cohen estudiaron en la ORT y allí empezaron a tramar un emprendimiento juntos que hoy se transformó en una marca instalada en el mercado.

Fotos: Emmanuel Fernández Nicolás Sigal y Tommy Cohen estudiaron en la ORT y allí empezaron a tramar un emprendimiento juntos que hoy se transformó en una marca instalada en el mercado. Fotos: Emmanuel Fernández

«Este producto fue diseñado para proporcionar los beneficios de los tajos en las medias, pero con un enfoque en la durabilidad y la estética. ¿Qué se utiliza? Microfibra importada y una innovadora técnica de desagujado.Los agujeros estratégicamente ubicados en la prenda permiten liberar la tensión en la pantorrilla, proporcionando un alivio que ayuda a los jugadores a rendir mejor durante todo el partido», puntualiza Sigal.

Habla de «motivación constante» Zigelbaum. «Sabemos por dónde vamos, cuál es el rumbo y eso nos estimula, porque se vienen cosas importantes. Hasta aquí se han hecho las cosas bien, ahora que tenemos un poco más de experiencia y apoyados en que contamos con una marca que se va consolidando, no nos tiene por qué ir mal», analiza. «Tenemos la camiseta puesta y nuestros empleados, que son unos quince, están en la misma tónica. Saber que todos estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo es gratificante», aporta Cohen.

Un ejemplo de inspiración para otros jóvenes

Cuentan que son convocados para brindar charlas a los más jóvenes y dan a conocer su historia y cómo crearon su empresa en escuelas como ORT, en instituciones como AMIA y en fundaciones como Endeavor. «Procuramos generar inspiración en los más chicos y promover el mensaje de que en un contexto tan desfavorable como el argentino, pibes de 18 años como nosotros, con unos pocos mangos, podemos salir adelante», sostiene Sigal.

Sonríen cuando hablan de futuro «porque la posibilidad de crecimiento es enorme», aseguran. «Hay mercado, hay producción y algo muy importante es que los que nos compraron vuelven, lo que habla de confianza y calidad de producto».

Pero Sigal y Cohen coinciden en algo primordial: «El éxito para de los valores humanos. Acá se respira respeto en todos los órdenes, interno, entre nosotros y los empleados, y externo, hacia los clientes y proveedores. En conclusión, eso se nota en el producto final, que lo pensamos y lo diseñamos con nuestro equipo como si fuera para nosotros. Y a la hora de los negocios, no lo dudamos: cabeza fría y corazón caliente».

MG