Mate con diseño: una pyme exportadora que nació en la facultad

Fuente: La Nación – La yerba y sus productos asociados tienen una buena inserción en el mercado internacional

La tradición de la yerba mate comienza a expandir sus horizontes de una manera sostenida. El 2018 registró un récord histórico de exportaciones y el mejor consumo interno en diez años, consolidando una costumbre que acompaña a los argentinos a diario.

Años atrás, conseguir yerba mate en el exterior era una misión casi imposible. Con el tiempo, los mercados del mundo empezaron a conocerla e incorporar algunos paquetes de marcas comerciales. Hoy en día es posible encontrar fuera de la Argentina propuestas más sofisticadas y de nicho. Yerbas orgánicas, procesadas con los métodos ancestrales o saborizadas con especias, flores y frutas apuntan también a conquistar el mundo.

Dos diseñadores industriales Mercedes Buey Fernández y Nicolás Tiferes, se conocieron en la facultad en la carrera de Diseño Industrial, donde cursaron juntos dos materias solamente, pero ambos son egresados de la Universidad de Palermo. Empezaron a trabajar muy bien en equipo y comenzaron a desarrollar algunos productos. “Los dos teníamos otros trabajos en relación de dependencia y nos pedíamos consejos o ayuda mutua, hasta que comenzamos a pensar que hacer como diseñadores industriales”, cuenta Mercedes Buey Fernández. “Así fue que empezamos a pensar en un producto masivo, con valor agregado, bien diseñado y nos tiramos a la pileta aunque no sabíamos qué iba a ser. Finalmente desarrollamos el mate, como primer producto. Tiene esta masividad de llegar a personas dinámicas, que trabajan, viajan, entre muchas otras cosas y ese fue el primer diferencial que descubrimos”, asegura.

El producto en sí mismo fue una carta de presentación para empresas, pero a raíz de eso vieron que tenía “un vuelo enorme”. Entonces comenzaron a desarrollar productos relacionados con este mundo. Así, en 2012, crearon Mathienzo.

“La idea del nombre fue tomar esa voz popular de tomar unos matienzos para que sea una mezcla de canchero y lunfardo. Obviamente hay una investigación detrás y arranca por un montón de nombres más duros. Mathi es el nombre quechua que se le da a la calabaza, de ahí viene el mate originariamente. Así surgió la primera idea de nombre, que luego transformamos. Lo hicimos más flexible a través del diseño y las gráficas, que ayudan a que sea más joven”, explica.

Agrega que “el mate surgió como una excusa para llegar a empresas y ofrecer servicios de diseño, pero se terminó transformando en el negocio de nuestras vidas. Fuimos mutando, creciendo y llegando cada vez a más gente y ahí dijimos ya está, nos tenemos que dedicar a esto. Por suerte funcionó muy bien. Logramos desarrollar cada vez más productos propios y, sobre todo construir una marca. Jamás pensamos que el nombre de un producto iba a ser hoy la marca”, confiesa.

Hoy en día también llegan al exterior no solo con el mate sino con su yerba orgánica cosechada a mano con 24 meses de estacionamiento natural y solo 15% de polvo en su composición, diseñado con materias primas de Oberá, Misiones.

Exportan a Rusia y desde ahí los productos se expanden a otros siete países periféricos. En promedio se envían entre 8000 y 12.000 paquetes de medio kilo a Rusia y a Chile al año. También Mathienzo llega a Estados Unidos, Australia y Francia, destinos adonde despachan alrededor de 4000 unidades anuales. “Hoy la globalización hace que los consumidores del mundo te encuentren más rápido, pero también tenés que encontrar la forma de estar ahí”, asegura la socia de la firma.

La empresa está presente en hoteles, centros de ski, eventos deportivos de polo y rugby, eventos gastronómicos y free shops. También hay un vínculo con fundaciones sociales y se trabaja de manera colaborativa.

Pero no quieren quedarse con lo que tienen. “El éxito de la marca está en transformarse continuamente, respetando valores y nunca perdiendo de vista objetivos claros y bien definidos”, asegura y añade: “somos parte de esta nueva generación, y crecemos con esta nueva manera de vivir, que es demandante de información, vertiginosa e impulsiva, que no deja de buscar un sentido de pertenencia y aquello que los identifique”, continúa.

Seguridad: una pyme importa insumos para luego exportar soluciones

Fuente: La Nación ~ La tecnología es la base del negocio de una pyme argentina que vende sus productos a varios países de América Latina.

DX Control se dedica al desarrollo y fabricación local de transmisores radiales, receptores, comunicadores para alarmas y comunicadores vehiculares.

La empresa exporta a América Latina través de su red de representantes, lo que le permite realizar entregas inmediatas y dar soporte técnico local a toda la región. Todos los equipos de la compañía son compatibles con muchas de las marcas de paneles de alarma y software de monitoreo existentes, algo que permite convertir a clientes en abonados fijos para la prestación de servicios.

“Como actores regionales en desarrollo, fabricación y comercialización de radios y comunicadores para alarmas y localizadores vehiculares, fuimos acompañando el nacimiento y crecimiento de nuevas y grandes empresas. Hemos evolucionado año tras año y logramos salir en forma permanente de la zona de confort, incursionando y desarrollando productos con nuevas tecnologías en forma constante”, cuenta Ítalo Mario Martinena, presidente de la compañía.

El empresario recuerda que fueron testigos de los cambios mundiales en las últimas décadas. “Nos tuvimos que adaptar a los nuevos hábitos, adquiriendo habilidades para poder desarrollar nuevos negocios. Lo más importante comienza luego de la venta del producto”, afirma.

Los equipos son mayormente usados para dar servicio. “Nuestros clientes se los instalarán a sus clientes. Esto representa para nosotros un enorme compromiso. Sentir esta responsabilidad nos hizo desarrollar distintas áreas para poder brindar seguridad”, añade.

Como siempre, se modifican las reglas de juego

La seguridad en el funcionamiento, la continuidad en la provisión, la creación de herramientas que permitan disminuir los costos del servicio, el soporte técnico y el desarrollo de nuevos productos, son algunos de los aspectos que consideran fundamentales.

La empresa desarrolla nuevos canales de ventas, incorporando a casi más de 20 distribuidores en el país y en el exterior para llegar a nuevos mercados nacionales e internacionales.

Con respecto a la situación actual, Martinena dice que “en estos tiempos turbulentos que vive nuestro país, tratamos de que la actualización de los precios sea según las necesidades del mercado. Nuestro mejor precio es el compromiso con los clientes y sus negocios. Apostamos a crecer juntos”. comenta. “En estos momentos, donde se aplica el régimen cambiario y los cambios de políticas son constantes, hay vaivenes económicos que nos afectan. Como siempre, se modifican las reglas de juego. Eso nos hace poner en marcha permanentemente nuevas estrategias. De todas formas, el modelo de negocio basado en la exportación de valor agregado y centrado en un partner local que desarrolla el mercado, permite mantener la misma proyección en cuanto a las exportaciones”, asegura.

La empresa desarrolla y fabrica todos los productos en la Argentina y exporta el 25% de su producción a Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Cuentan con una línea de montaje propia y son importadores de la mayoría de los insumos utilizados.

En muchos países de América Latina rigen diferentes normativas. “Nuestros distribuidores nos cuentan que no pueden vender a cualquier persona un accesorio de alarma, si no puede acreditar su condición de instalador”, explica el empresario. También le llama la atención que “en otras culturas es normal ver a las empresas proveedoras y a sus clientes trabajar juntos para resolver problemas de sus mercados o desarrollar productos”.

Actualmente la empresa trabaja en aperturas de nuevas líneas de negocios que permitan a los clientes la diversificación e incorporar distintas unidades a sus estructuras actuales. “Con casi treinta años de trayectoria en el mercado de la seguridad hemos recorrido un largo camino, que nos ha permitido generar una matriz de valor enfocada en nuestros clientes”, finaliza.

Esta Pyme, ejemplo del «milagro argentino»: aspira a duplicar personal en plena crisis

Fuente: IProfesional ~ La empresa de artículos para bebés en menos de 10 años se consolidó como líder del sector. Cómo sus dueños pasaron de tener un sueño a hacerlo realidad.

Existen pymes que parecen protagonizar el verdadero «milagro argentino». Pese a las recurrentes crisis, a la incertidumbre económica y a leyes laborales más acordes a un antiguo sistema de trabajo que a un mundo con nuevos desafíos, algunas empresas deciden avanzar, invertir y no rendirse. En este grupo, se encuentraCarestino, la organización que nació hace menos de diez años y hoy lidera el 40% del mercado de artículos para bebés y expande su marca en el resto del continente.

Hasta fines de 2013, Vanina Bianchi y Andrés Mertens eran un matrimonio que se dedicaba al comercio exterior. Buscando nuevos desafíos decidieron comercializar algún producto que formara parte de la vida cotidiana, pero que en la Argentina no tuviera mucho desarrollo. Observaron que, aunque en nuestro país existe un promedio de 146 nacimientos diarios, el mercado ofrecía pocos artículos para bebés. Las escasas empresas instaladas mantenían cierto grado de quietud sin innovaciones. Atentos a esto, en abril de 2014, se animaron a la comercialización de una practicuna. La llamaron «Sueños felices».

Los Mertens buscaban hacer realidad el sueño de la mayoría de las familias: conseguir productos originales de primera calidad y a los mejores precios del mercado. Lo que empezó como deseo se convirtió en una declaración de principios que siguen cumpliendo a rajatabla.

Unas mascota le dio nombre a la Pyme

Los primeros artículos los eligieron por catálogo, pero pronto llegaron los diseños propios, con la impronta de la marca y detalles distintivos como la franja blanca en las ruedas de los cochecitos. Para elegir el nombre de la empresa y se decidieron por «Carestino». La elección todavía hace sonreír porque no se basaron en estudios de mercado ni en vocablos extranjeros sino en el nombre de alguien muy querido: su mascota.

La primera sede de la empresa era un espacio de 90 metros cuadrados sobre la avenida Belgrano que servía como showroom, oficina comercial y pequeño depósito. Los productos se vendían por una plataforma online. Las respuestas de las familias superaron las expectativas y decidieron ir por más. Ampliaron la oferta de productos a cochecitos, mecedoras y sillas de comer. En 2015 inauguraron su primera tienda con atención al público en Balvanera, al año siguiente y en solo nueve meses, abrieron cinco tiendas más.

Como si eso fuera poco, en el año 2018, Carestino se animó a otro gran salto. Mientras la mayoría de las empresas se suelen instalar en los municipios de la zona norte, ellos se mudaron a la zona sur. Eligieron Llavallol para construir su sede central.

Hoy Carestino lidera el 40% del mercado de artículos para bebés y expande su marca en el resto del continente

El área de 1.400 metros cuadrados asombra por varios motivos. Cuenta con oficinas, un showroom, un estudio artístico y un depósito, cada sector está equipado con las mejores herramientas tecnológicas. Y no solo eso, el edificio tiene un amplio parque con sillones que permiten programar reuniones en un entorno verde, hay un sector recreativo con juegos y una biblioteca.

Al mediodía se cumple el «sueño feliz» de la mayoría de los empleados, porque no es necesario sacar viandas ni pedir delivery ya que un chef se encarga del menú. Cada jornada se presenta un plato distinto que no solo es nutritivo, también exquisito. Y otra perlita casi inhallable en la mayoría de las oficinas. En los pasillos se instaló una máquina de café que no ofrece un brebaje extraño sino el del auténtico sabor.

A casi diez años de esos comienzos, hoy la marca está presente en 8 países, tiene 12 líneas de productos con más de 450 artículos, 40 tiendas oficiales, emplea más de 150 personas y este año llegará a 300. Esta expansión no es un milagro ni producto de un golpe de suerte sino de varios factores que tienen que ver no solo con una acertada visión de negocios también con la suma de trabajo y talento.

«La empresa avanzó por varios factores -explica Alejandro López, Operations manager para Latinoamérica- En primera instancia el impulso de aprovechar las ventajas que daba el mercado con respecto a la competencia. Luego de ese envión, se abrieron tiendas físicas con rapidez y en lugares estratégicos. Por último, se implementó una visión tecnológica que nos permitió consolidar equipos dedicados al desarrollo de todas las áreas. Un gran porcentaje de las personas que trabajan con nosotros se dedican a Sistemas; la mayoría de los programas con los que trabajamos son de desarrollo propio, hechos a medida y según lo que necesitamos».

Otro factor que es parte de la identidad de Carestino y que lo hace una empresa diferente es la excelencia en la atención al cliente. Los que trabajan en la empresa saben que los artículos que ofrecen tienen una impronta especial por lo que implica para cada familia. Cuando un bebé está por llegar comprar el carrito adecuado, elegir la practicuna correcta y la butaca más segura es una decisión que lleva horas y horas de cavilaciones. Casi todas las familias primero realizan una búsqueda exhaustiva por las páginas web, comparan productos, piden referencias entre conocidos, para finalmente decidirse cuando ven el producto en la tienda.  Por eso los puntos de venta son claves.

«Aunque muchas compras se resuelven por web, en general las familias quieren ver el producto, conocerlo. Viven la compra como una experiencia familiar donde se decide en conjunto. Por eso no descuidamos ni la atención virtual ni las tiendas».

Otro factor que hace a la pyme una empresa diferente es la excelencia en la atención al cliente

Decidirse por el cochecito o incluso artículos más simples como el fular o la alfombra antigolpes suele ser una experiencia compartida entre papás, mamás y muchas veces se suman abuelos, tíos y padrinos. «Para nosotros la atención al cliente es un diferencial muy grande. Estamos atentos a cómo se recibe, se asesora o se orienta a cada persona que se contacta con nosotros ya sea de modo online o presencial. Nos preocupa estar en todos los detalles y resolver cada duda», asegura López. En esta línea, a los vendedores no se los evalúa por cantidad de ventas sino por atención al cliente.

Alcanza con visitar una tienda para comprobar la filosofía Carestino. Los vendedores orientan, pero no imponen, asesoran, pero no abruman. «Nosotros no tenemos una venta agresiva sino todo lo contrario. Buscamos que, tanto en la web como en las tiendas, los que se acercan se sientan protegidos y escuchados. Creemos que, con una buena atención, las ventas vienen solas. Nos enfocamos en la calidez del trato, la solución de los problemas por sobre los índices de venta». Varios detalles muestran cómo siempre se busca atender las necesidades y emociones de familias y bebés. En los locales no solo se permite conocer y probar los productos, también se ofrecen cómodos sillones para que las embarazadas descansen o recuperen fuerzas.

Con un desarrollo sostenido en la Argentina llegó el momento de cruzar fronteras. «Nuestra expansión internacional comenzó en el año 2019, influida por la inestabilidad del contexto macroeconómico nacional y por nuestro ADN emprendedor que siempre nos alienta a tomar nuevos desafíos. Contábamos con más de cien colaboradores directos y 30 tiendas propias en el ámbito nacional, pero oficializamos nuestra expansión regional con el arribo de la marca a la República Oriental del Uruguay y podemos decir que en casi cuatro años logramos posicionarnos como una de las marcas líderes».

Con el objetivo cumplido de liderar en la Argentina y la exitosa experiencia en Uruguay siguieron los desembarcos en todo el continente. Perú, Chile, Paraguay, Panamá y Costa Rica conocieron los productos en el año 2021 y a pesar de la pandemia. Al año siguiente Ecuador, Colombia y México fueron objetivos cumplidos. Este año planea llegar a Brasil y Estados Unidos.

«El poder adaptarnos a cada mercado requiere un esfuerzo significativo para atender las necesidades particulares de los consumidores de la mejor manera posible. Todos los países son un desafío diferente, nuestra estrategia es primero darnos a conocer y luego focalizarnos en acciones puntuales según las particularidades de cada territorio».

Un dato interesante es que, si bien en cada país hay pequeñas modificaciones en los modos de comercialización según lo que priorizan los consumidores, los productos no cambian su diseño. Esto indica que se logró algo muy complejo que es encontrar un producto que aceptan todos a pesar de culturas estéticas diferentes. «Como usamos colores neutros y otros más jugados, logramos un mix que agrada a todos. Es un gran mérito de Vanina y el equipo de diseño», explica López.

La primera sede de la pyme era un espacio de 90 m2 que servía como showroom, oficina comercial y pequeño depósito

La expansión no solo es a nivel internacional, también en la cantidad de personas que integran la organización. En menos de diez años pasaron de ser un equipo con ocho personas a una empresa que cuenta con doscientos empleados y que planea emplear cien más en el transcurso del año. «Si bien tenemos tiendas en el exterior, toda nuestra base operativa está acá. El diseño de los productos es cien por ciento argentino, lo mismo que todas las áreas que integran la empresa».

En un país donde las reglas laborales son cambiantes, Carestino sigue apostando al talento nacional. «A medida que planificamos y avanzamos con aperturas aparecen nuevos desafíos que lejos de asustarnos nos incentivan a ir por más», señala López.

Y agrega: «En la estructura organizacional determinados sectores no existían y los fuimos creando y sumando integrantes. Nuestra estructura aumentó de modo exponencial a nuestro desarrollo. Empezamos este año con 220 personas y seguramente terminaremos el año con 300. Pese a algunas regulaciones complejas, la Argentina sigue ofreciendo talentos muy calificados y con una capacidad única para afrontar desafíos. Eso es irremplazable porque son estas personas con estas características las que hacen que después las cosas sucedan y todo funcione bien. Por eso, no nos da miedo contratar gente, al contrario, apostamos a eso cien por cien».

De esos comienzos en Balvanera, Carestino nunca dejó de avanzar. «Hoy nuestro principal desafío es consolidar los equipos de trabajo para lograr un crecimiento sostenido y afianzarnos en cada lugar donde estamos. Viendo el camino recorrido nos encontramos muy conformes con el trabajo realizado y el resultado obtenido, pero vamos por más», concluye con entusiasmo López.

No se puede negar que algo de razón tiene. La prueba está que si algún lector se acerca a la salida de un jardín maternal comprobará que, de cada diez cochecitos, cuatro son Carestino. Porque para muchas familias elegir productos originales de calidad y a buen precio ya no es solo un sueño feliz sino una opción concreta.

Renunció a un importante laboratorio, creó su marca de cosmética natural y fue un éxito

Fuente: IProfesional ~ Soñó desde chica con crear su propia fábrica de maquillaje y lo logró. Las Rishis es la marca que fundó en 2019 y explotó en pandemia.

La dura enfermedad de su papá -que, al igual que sus abuelos, falleció de cáncer- y las irregularidades del sector farmacéutico, donde trabajaba en aquel momento, la llevaron a querer crear una alternativa mejor. «Decidí hacer cosmética natural cuando me di cuenta de que en el mercado no había nada que sea natural y que dé realmente resultados. Empecé haciendo los desarrollos en mi casa, probando muy a lo Breaking bad», narra la joven que -con 25 años- ya comenzaba a dar sus primeros pasos como emprendedora.

Laura Ghiglioni era jefa de producción en un importante laboratorio farmacéutico y estudiaba Farmacia. «Ahí adquirí las herramientas justas para cambiar las materias primas industriales por insumos naturales extraídos de nuestra madre tierra y crear cremas naturales», cuenta a iProfesional.

«Iba de 8 a 17 al laboratorio, salía y me iba a la facultad hasta las 22. Cuando llegaba a casa me ponía a hacer cremas», recuerda. «Estuve así unos 6 meses hasta que mi producción no dio más a basto y un laboratorio me atendió el teléfono», relata.

Según cuenta, los Rishis fueron personas que recibieron los conocimientos de la ciencia sobre la medicina originaria y tradicional, ayurveda. Las propias facultades perceptivas de estos sabios les abrió un camino de contacto y comunicación con la naturaleza, extrayendo diferentes aprendizajes, entendiendo que la existencia que se manifiesta se divide en voluntad y conciencia, y que la unión de ambos da lugar a la inteligencia, la cual posteriormente se transforma en el ahamkara.

Ahamkara es una imagen mental creada por nosotros mismos y, desde esa realidad construida, el ego observa, conoce el mundo e interactúa con él. Cuando aquella conciencia de nosotros mismos no está en armonía y produce pensamientos turbios, el cuerpo se enferma. Ahamkara encuentra su punto de unión entre el cuerpo, mente y espíritu del individuo; y al alcanzar el equilibrio de las tres dimensiones, se tiene una existencia completa como ser vivo.

La medicina ayurveda busca un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu. «Yo con mis productos busco eso, el equilibrio de la piel que es cuando está saludable; basada en materia prima natural, alimento verdadero para la piel formando parte del cuerpo, aromaterapia para el espíritu y los resultados en la mente, donde uno se ve y nota cambios reales», remarca.

La medicina ayurveda busca un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu.

Las Rishis se caracteriza también por usar envases reciclables e ingredientes veganos, y garantizar que los productos se fabricaron bajo las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y que cuentan con los análisis y regulaciones necesarios para salir a la calle y venderse.

El emprendimiento surgió con una inversión inicial de $40.000 y si bien el canal online fue el primero y representa 90% de la facturación, la marca también inauguró a fin de año su primer showroom ubicado en el barrio porteño de Recoleta.

Su fuerte es el boca en boca. «Las Rishis es sinónimo de calidad», destaca. «Cuando el cliente nos elige, sabe que está prefiriendo eso. Hacemos productos con tan buena calidad, que los cambios son reales, y eso es lo que nos llevó a donde estamos».

Las Rishis es sinónimo de calidad.

La fortaleza del negocio

Hoy los productos «Las Rishis» llegan a toda la Argentina, pero Laura quiere expandir el canal mayorista. «Si bien tenemos revendedores en todo el país, queremos armar una red completa», dice.

Además, a futuro, analiza la posibilidad de expandirse al resto de Sudamérica. «Vinieron de muchos países ya queriendo llevar la marca afuera, hasta de Corea que es la capital mundial del Skincare. La verdad es que soy de las que dan pasos firmes y sólidos. Todo a su tiempo», concluye.

Los secretos de la empresa de bijou más exitosa de la Argentina

Fuente: IProfesional – En 1995, el fundador de esta empresa familiar,hoy liderada por sus hijos, no dudó en subirse a la tendencia del fast fashion para crear un exitoso negocio

«Esto da para mucho más», le dijo Carlos Castelli a sus hijos Martin, Mariana y Cecilia mientras observaba pensativo el local al por mayor de bijouterie que tenía en el barrio porteño de Once. Treinta años después, sus tres hijos lideran Blue Start Group (BSG), el grupo dueño de Todomoda e Isadora, dos de las marcas de accesorios de moda y lifestyle más grandes de la región y la tercera empresa más importante del mundo con más de 800 tiendas propias distribuidas entre seis países y oficinas en Argentina, España y China.          

Inspirando en el modelo de autoservicio, que en el mundo había entrado a rubros nuevos como bazar o regalería, en abril de 1995 Carlos inauguró el primer local  de Todomoda para subirse a la tendencia mundial de Fast Fashion. La fábrica propia que abastecía a Bijou Castelli, el local al por mayor que tenía en Once, empezó a abastecer también a su nueva marca minorista; marca que, casi en pañales, le cedió a sus hijos para que desarrollen.

«Por dos años más mi padre siguió encargándose de la fábrica y el local mayorista y después, como buen emprendedor que es, siguió creando empresas y hoy tiene una fábrica de marroquinería con locales. Él nos confió a nosotros Todomoda y al comienzo, obviamente, nos apoyamos mucho en su experiencia y su visión para complementarnos», aclara su hijo Martín Castelli, actual presidente de BSG. Mariana Castelli es licenciada en Administración de Empresas, y Cecilia, la menor de los hermanos, es veterinaria; los tres conforman el directorio de la empresa.

Una empresa con potencial

Pero como su padre, Martín también tuvo su «Esto da para mucho más», estaba convencido de que Todomoda no podía ser un pequeño negocio perdido en el mundo, tenía potencial para ser una marca global y en ello aún trabaja.

«Había visto a mi padre sufrir los vaivenes de la economía argentina por lo que desde el día uno con mis hermanas decidimos enfocarnos en ser una empresa global aprovechando la capacidad que hay en el país y haberlo decidido en los inicios nos allanó el camino porque tenemos muy claro cuál es nuestro horizonte», cuenta Martín a iProfesional en medio de su receso vacacional.

La tecnología jugó a favor de los planes de los hermanos Castelli; en 1997 lanzaron un software de gestión desarrollado por Martín quien en ese entonces estudiaba sistemas y que estaba preparado para la expansión internacional, aun cuando todavía, sin saberlo, faltarían que pasen 4 años para lograr su primer desembarco fuera de Argentina en México.

En 1995 se abrió el primer local de Todomoda con el que su fundador se subía a la tendencia mundial de Fast Fashion

«Con esa primera expansión quedó en evidencia nuestro modo de trabajar con sistemas propios innovadores, pensando en la mejora continua de los procesos y con una capacidad de desarrollo y diseño de productos impecable; todos estos aspectos empezaron a distinguirse en el mercado como ventajas competitivas, incluso respecto a jugadores internacionales», destaca Martín, quién ubica a BSG como la empresa más grandes de la región y la tercera más importante del mundo después de la norteamericana Claire’s y la inglesa Accessorize.   

Hoy ya más avanzados es la tecnología de Machine Learning el gran aliado de BSG ya que con ella logran, entre otras funciones, predecir por ejemplo, la performance que tendrá un nuevo producto a 24 horas de su lanzamiento con 80% de asertividad. Esta y otras herramientas hacen que la empresa tenga un rápido entendimiento del comportamiento de su negocio reduciendo significativamente los riesgos.

Pensar una empresa global

Actualmente BSG tiene en Argentina 105 tiendas Isadora y 143 de Todomoda; en el exterior son más de 800 distribuidas entre Chile, México, Perú, Brasil y Paraguay. Además tienen 15 e-shops y oficinas en Argentina, España y China.

«Todas las tiendas son propias. Al exterior vamos solos o con un socio local, pero no damos franquicias«, aclara Castelli quien considera a las franquicias un desvío del foco del negocio. Con las franquicias, explica, el cliente deja de ser los consumidores finales  y empiezan a ser los franquiciados.

«Y la realidad es que no queremos perder el vínculo directo con nuestras clientas. Pero además nos resulta delicado poner en riesgo la inversión de un  franquiciado; si por alguna razón a ese punto de venta no funciona y hay que cerrarlo para nosotros sería un peso enorme; más sabiendo que en muchos casos ponen los ahorros de toda su vida», justifica.     

El plan de expansión de BSG incluye también a Europa, por eso se adelantaron poniendo una oficina en Madrid donde hoy trabajan las directoras de marca y Leandro Caldora, el CEO de BSG que se radicó especialmente allí para delinear la línea de partida hacia el viejo mundo para arrancar en España y Portugal para luego paulatinamente ir llegando al resto del continente.  

Hoy Todomoda representa el 62% del negocio de la empresa y, el 38% restante, Isadora

Para Castelli no hay techo, el plan es convertir a BSG en la empresa de accesorios de moda más grande del mundo sin importar cuánto tiempo les lleve, por eso, dice, cada paso y decisión que toman tiene el ítem expansión siempre presente.

«Ahora, por ejemplo, acabamos de comprar un terreno lindero a la fábrica que nos permitirá duplicar la capacidad productiva y por consiguiente abastecer más puntos de venta», ejemplifica.  Por lo pronto para el 2028 espera llegar con 1600 tiendas operativas en 12 países de la región por lo que están en la búsqueda de socios para desembarcar en Colombia, Panamá, Costa Rica y Ecuador. 

Estructuras grandes manteniendo el alma familiar

BSG tiene dos plantas de producción: la que fundó Carlos Castelli hace más de 50 años en Barracas y que los abastecen de los productos textiles y de los accesorios para el cabello y, por otro lado, tienen otra fábrica en Chaco especializada en marroquinería. Los cosméticos, perfumes y artículos de librería los adquieren de alrededor de 300 proveedores locales y la bijouterie la importan de Oriente y Perú, pero siempre, aclara Martín, con diseños propios.  

En 2004 BSG lanzó la marca Isadora para cubrir las necesidades de las mujeres universitarias y adultas que buscan más calidad, diseño y elegancia. «De esta manera logramos que las mujeres encuentren en BSG artículos adecuados pasando de una marca a la otra de acuerdo a la etapa de la vida que esté transitando». 

Hoy Todomoda representa el 62% del negocio de la empresa y el 38% restante Isadora, marca que de todas maneras, asegura Castelli, está todavía en su curva de crecimiento. Hoy compran alrededor de 80.000 mujeres por día y venden 70 millones de unidades por año entre las dos marcas.

Sin embargo, BSG tiene planes de ser más que Todomoda e Isadora. Reservándose los detalles, Castelli, le contó a iProfesional que su intención es convertir a la empresa en una «Power House of  Brands» y que ya tiene en carpeta ideas de marcas nuevas para probar y lanzar; siempre ligadas a la moda. 

La marca Isadora está todavía en su curva de crecimiento

Desde el CEO hacia abajo, cuenta Martín, la ejecución de la empresa está en manos de profesionales no familiares y los tres hermanos Castelli están en el directorio ocupándose de la estrategia de la compañía y su cultura.

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A escala global la empresa emplea a 4500 personas; el equipo, dice Castelli,  que los hizo llegar donde están y los van hacer llegar donde apuntan. «Esa es la clave del éxito de la empresa; tuvimos la suerte de encontrar gente maravillosa y la capacidad de armar equipos sumamente profesionales, pero lo más importante es que si bien hemos crecido enormemente seguimos conservando los valores del trabajo y familiares que nos inculcó mi padre; somos una gran empresa familiar y así nos tratamos entre los hermanos, pero también con nuestros colaboradores, socios del exterior y proveedores.», concluye.

Una pyme familiar que desde el barrio entró a jugar en las grandes ligas

Fuente: La Voz ~ Hijo de los dueños fundadores, Jorge Martínez Ferreyra es el gerente de Panificados Tronador. La empresa tiene dos panaderías en Córdoba y comenzó a vender a Chile. Cómo es dar el salto hacia la producción a escala, sin perder la esencia del negocio artesanal.

Corrían los años 1980 cuando Marta Ferreyra y su esposo Ricardo Martínez comenzaron a fabricar y a vender alfajores de maicena. Él, en el colectivo que manejaba; y ella, en el local comercial donde trabajaba.

Con el tiempo, las ventas se incrementaron y la demanda de otras especialidades comenzó a llegar. Fue así que en 1983 decidieron dar el primer paso de Panificados Tronador con una panadería en barrio Parque Capital, al sur de la ciudad de Córdoba.

De a poco incorporaron otros productos y se hicieron muy reconocidos por sus tortas artesanales decoradas con crema. Hoy cuentan con dos panaderías en la Capital y con Jorge Martínez a la cabeza, quien es hijo del matrimonio, comenzaron un proceso de industrialización y ya realizaron su primera exportación a Chile.

–¿Cómo fundaron la empresa tus papás?

–Mi vieja trabajaba en comercio y mi viejo, como chófer de colectivo. Tenían unos vecinos panaderos que los alentaron a hacer cosas de panadería para vender, y así fue como empezaron a vender alfajores de maicena. Mi viejo, en el colectivo; y mi vieja, donde trabajaba. Ese fue el primer producto que hicieron. Con el tiempo, empezaron a hacer más productos y a vender a almacenes. Se compraron un terreno, donde hoy está la panadería central, y ahí tenían un pequeño hornito, donde producían pastelería muy casera. Después los clientes les fueron pidiendo más productos y ellos fueron aprendiendo con este vecino panadero y también con revistas, porque en ese momento no existía internet. Así se fueron dando las cosas, hasta que lograron construir una pequeña panadería, la segunda del barrio. Compraron un horno grande y carros para producir pan y criollos, y ya a los cinco años producían de todo. Empezaron a vender las tortas, que fue un éxito con una demanda full durante años. Y con publicidad, lograron empezar a repartir en toda la ciudad.

–¿Ellos continúan trabajando en la panadería?

–Mi viejo tiene 65 años y mi madre 61, ya están jubilados, pero los dos siguen trabajando de manera parcial. Mi viejo trabaja por la mañana en la panadería y maneja la parte financiera. Mi mamá trabaja de manera virtual con todo lo relacionado a recursos humanos y capacitación. Y mi hermana trabaja como contadora de la empresa, también de forma parcial.

–¿Y vos a qué edad empezaste a trabajar ahí?

–Cuando la familia es emprendedora y se vive ahí, siempre se ayuda a reponer heladeras, atender clientes, recibir proveedores. Desde que tenemos memoria, estamos metidos en el negocio. Desde los 15 estoy metido con horarios de atención al público; y cuando pude tener el carné de conducir, empecé a hacer los repartos, siempre privilegiando el estudio igualmente. Luego, cuando me recibo en 2011, decido establecerme en la panadería y manejar la parte administrativa hasta hace unos cinco años, cuando mi viejo deja de estar a la cabeza y paso a ocupar el lugar de gerente general. Ahí cambiamos la sociedad, nos convertimos en una SRL con la idea de evolucionar y transformarnos en una empresa más industrializada, con procesos más estandarizados.

–¿De qué se trata esa transformación de la empresa?

–Hace 37 años que venimos trabajando de la misma forma, con una variedad de productos muy amplia, y siempre los productos frescos fueron como nuestra insignia. La demanda de tortas se dispersó, hubo más ofertas, más casas que hacen este producto, lo que llevó a cambiar la visión. Este año vamos a discontinuar productos de los 150 que hacemos para darle tiempo y esfuerzo a 15 que van a ser elaborados de manera semiindustrial. El modelo de negocio cambia de B2C (empresa a consumidor) a B2B (empresa a empresa). La idea es convertirnos en proveedores de distribuidoras o de almacenes. Para eso hay que producir a mayor escala, de manera más eficiente, con la misma calidad artesanal en un sistema de producción semiindustrial. El mercado va a ser local, nacional e internacional.

–En ese sentido, ¿cómo es la salida del país?

–Desde 2020 venimos trabajando con la Agencia ProCórdoba esta idea que tenemos desde hace nueve años más o menos. Ya pasaron 20 meses desde el primer contacto con la agencia hasta lograr la exportación a Chile. Fue más una cuestión de poner en órbita la planta, administrar bien los productos, configurar la página web y empezar a contactar gente del exterior. También participé de muchas ferias en Brasil y logramos dar con un contacto para exportar a Chile. Para enviar, elegimos las tapas de alfajores, por una cuestión de historia, porque fue el primer producto que lanzaron mis padres y también por una cuestión de la vida útil que tiene. En enero enviamos cuatro pallets de diferentes sabores de tapas, que son 1.800 kilos. La presentación es una bandeja donde van las tapitas cocinadas, es como una galleta, y los sabores son vainilla, chocolate, maicena y el tipo cordobés. La idea es darle participación a esta última galleta particular por ser algo regional, algo típico nuestro.

Envíos. La pyme exportó 1.800 kilos de tapas de alfajores de distintos sabores, entre ellos, vainilla y chocolate. (Ramiro Pereyra / La Voz)
Envíos. La pyme exportó 1.800 kilos de tapas de alfajores de distintos sabores, entre ellos, vainilla y chocolate. (Ramiro Pereyra / La Voz)

–¿Cada cuánto van a ser los envíos a Chile?

–El envío a chile fue muy positivo, me hicieron el feedback de cómo recibieron la mercadería. Esta muestra se basaba en si llegaba en condiciones y calidad. Ellos van a hacer un testeo entre sus clientes, porque le vendimos a una distribuidora que tiene varios locales en Chile. En función de ese testeo, se va a determinar la siguiente compra, que estimamos que será de acá a dos meses.

–Comentaste que van a discontinuar productos y a quedarse sólo con 15, ¿cuáles van a ser?

–Vamos a mantener la calidad artesanal en un producto semiindustrial en lo que son las tapas de alfajores en sus variedades, galletas veganas y sin gluten. Y otros productos de pastelería, como masas de hojaldre, palmeritas, pepitos, ‘ojos de buey’, que son productos de pastelería que tienen una vida útil mayor.

–¿No van a seguir con las tortas?

–Las tortas son un producto muy artesanal, y es una de las cosas que no se van a eliminar porque históricamente nos conocen por las tortas, pero va a cambiar un poco la dinámica. En vez de tomar tortas a pedido, empezamos a hacer tortas estandarizadas. Habrá dos o tres modelos en varios tamaños. Cambia ese modelo por cuestiones de tiempo, hoy tenemos una persona que va a trabajar dos días con las tortas y el resto, con la producción industrial.

–¿En qué consistió la reorganización de la fábrica?

–Implicó mucha inversión en lo edilicio, porque la demanda local es una y la internacional es otra. Entonces, para lograr la habilitación de exportación tuvimos que poner en condiciones un montón de cosas que no estaban previstas y, además, comprar maquinaria. También estamos tomando más personal porque las ventas en el comercio exterior superan ampliamente lo que uno está acostumbrado a hacer a nivel local. Considerando cómo viene la demanda, es probable que a corto plazo tengamos que mover la fábrica porque ya no hay mucho espacio, y además tenemos que alimentar la demanda local.

–A nivel nacional, ¿están enviando a otras provincias?

–Enviamos muestras de tapas a Catamarca y a Río Negro, también hay interesados en La Rioja y en Buenos Aires. Todo esto es muy reciente. Se está empezando a mover porque es un producto distinto dentro de la industrialización, porque si vos vas al súper encontrás una tapa industrial, una galleta dura. Nuestra receta, en cambio, es de panadería. Es una masa quebrada que lo único que tiene es un aspecto más estandarizado. Cuando vos comés la galleta sola, es como si comieras una pepa sin membrillo de panadería.

–¿Hoy qué nivel de producción tienen?

–Todavía estamos haciendo los 150 productos. A un nivel normal, producimos por día unas 20 bolsas de harinas de 25 kilos. La idea es pasar a hacer grandes volúmenes de los 15 productos que vamos a dejar y triplicar la producción a partir de la maquinaria nueva que incorporamos.

–Y para 2023, ¿cuáles son tus expectativas?

–La idea es seguir alimentando el sistema nuevo. La proyección para los próximos dos años es consolidar este nuevo modelo y consolidarnos en Chile porque es un mercado muy atractivo para los productos argentinos, más que todo por las materias primas que nosotros tenemos.

Una pyme que nació con alfajores

Nombre. Jorge Damián Martínez Ferreyra.

Edad. 39.

Casado. Con María Concepción Cuevas.

Hijos. Abril (8) y Benja (5).

Le gusta. Jugar al fútbol, al tenis, al básquet y a “todos los deportes con pelotita”.

Profesión. Administrador de empresas.

Empresa. Panificados Tronador.

Cargo. Gerente general.

Un dato. Tiene un hermano mellizo que muchos años trabajó en la empresa, pero que ahora se dedica a la ingeniería.

E-mail. pedidos@tronadorpanificados.com.ar.

Web. https://tronadorpanificados.com.ar/.

El drama de importar: “Estamos peor que hace seis meses”

Fuente: ON24 ~ El titular de Jure Autopartes, señaló que las nuevas disposiciones complicaron aún más la importación de productos.  En el rubro camiones faltan paragolpes, faros y ópticas.

La dinámica de importar productos y venderlos en Argentina se ha transformado en una verdadera odisea para los comerciantes nacionales. Cambiaron las reglas, creció la burocracia y la volatilidad del dólar lo transforman en una misión difícil de sostener.

Así lo ratifica Sergio Jure, titular de Jure Autopartes y referente de la Asociación de Empresas del Cordón Industrial Sur (Aecis). “Hoy la situación está un poco peor por las nuevas disposiciones que se tomaron por la falta de divisas. Estamos peor que hace 6 meses”, sentenció.

El empresario se refiere a los cambios que se anunciaron en agosto de 2022 y que modificaron el panorama para los importadores. En ese sentido, apuntó: “Hoy el 95% de los artículos que se importan tienen licencias no automáticas, por lo que sí o sí tienen que pasar por una aprobación de la secretaría de Industria y Comercio de la Nación”

“Lo que antes era el SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) ahora es el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), un sistema que está arrancando. Entre otras cosas te dan una fecha posible de pago que puede ser a 60 o a 90 días para pagarle a tu proveedor una vez que nacionalizás el producto. Obviamente ningún proveedor del exterior va a aceptar eso. Si no depositás la plata ellos no empiezan a producir nada, por lo que esperamos que haya más demoras aún”, subrayó.

Según AFIP, el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) es un instrumento que “facilita” el intercambio de información con los organismos externos que participan en el desaduanamiento de las mercaderías. Lo cierto es que para los comerciantes termina siendo más burocracia y un dolor de cabeza a la hora de la importación y reposición de productos.

El Gobierno lo implementa con el fin de “administrar” la escasez de dólares, y al mismo tiempo juega con un delicado equilibrio para que la falta de insumos no implique paradas de planta en industrias ni faltantes en comercios, y por ende, problemas en el empleo.

“Esto va a provocar que haya un importante faltante de mercadería y sobre todo de productos e insumos importados. En el sector automotor el 70 por ciento son artículos importados o productos que son nacionales pero fabricados con algunos componentes importados”, señaló Jure.

La estimación que hacen los empresarios es que el proceso, desde pedir una autorización para importar hasta que el producto llega y se pone a la venta en Argentina es de entre 120 y 150 días. “El rubro automotor en los próximos meses va a estar más complicado. “En Argentina no tenemos industrias de este tipo y dependemos de la importación, no nos podemos abastecer en el país. Faltan un montón de productos. En el rubro camiones faltan paragolpes, faros, ópticas. Está complicado y si este año se sigue con esta forma de trabajo el panorama va a ser crítico”, definió.

EL DÓLAR, UN FACTOR CLAVE

Claro que todo esto deriva de la falta de dólares y es precisamente la moneda norteamericana la que no le da referencia ni tranquilidad a los importadores. “No tenemos previsibilidad. El importador no sabe si va a qué dólar va a comprar y con el dólar oficial muy pocos pueden trabajar porque saben que a la hora de reponer la mercadería lo tengas que hacer a un precio mucho más elevado. También pasa que al no haber tantos productos, el que lo tiene lo hace valer”, sostuvo Jure.

Si bien el gobierno nacional ha realizado parches para diferentes sectores de la economía que exportan e importan, todavía no hubo concreciones en este rubro. “Se hablaron muchas cosas pero nunca salió la resolución. Si tuviésemos un dólar de referencia sería diferente, pero no tenemos previsibilidad”, indicó el comerciante.

En un informe publicado por la Unión Industrial, titulado “restricciones al comercio exterior”, alertan sobre los problemas con las importaciones. De acuerdo al relevamiento, más de un 80% de las empresas indicaron que los plazos de aprobación de las solicitudes son más largos que con el sistema anterior SIMI. Además, el 56% de las empresas indicaron que su stock de materias primas se redujo respecto del trimestre anterior, siendo este el valor más alto de la serie.

Además, la UIA aseguró que el 90% de las empresas tienen dificultades para conseguir el financiamiento necesario para importar insumos, debido al incremento en los plazos de pago.

SEGURIDAD E INFRAESTRUCTURA PARA LAS EMPRESAS

Jure, como referente y empresario comprometido dentro de la Asociación de Empresas del Cordón Industrial Sur, continúa trabajando en el crecimiento del sector, buscando un mejor contexto en el que desarrollar sus actividades.

“Estamos trabajando permanentemente con el ámbito provincial y municipal tratando de que se vayan cumpliendo con las obras y con los proyectos. Es un trabajo contínuo donde hay que gestionar constantemente”, recalcó.

En ese sentido, el problema es el mismo que tienen o que marcan como prioritario los ciudadanos de Rosario. “Lo que más se necesita es seguridad, tener reforzado el sector con policía y gendarmería, la colocación de cámaras de seguridad, poder tener un centro de monitoreo donde estemos todos vinculados y así protegernos entre todos. Estamos trabajando mucho con la Municipalidad con el tema de la urbanización. A medida que eso avance se van a poder ir radicando otras empresas”, finalizó Jure.

Las PYMES y las importaciones, a casi tres meses del SIRA

Fuente: Noticias | @mg.yaninaslojo – La Lic. Yanina S. Lojo, especialista en Comercio Internacional y titular de la Consultora Lojo nos cuenta la situación de las importaciones y cómo está afectando a las PYMES.

Con la llegada del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), se esperaba que los importadores tuvieran certidumbre a la hora de planificar sus operaciones de comercio exterior. A 80 días de su implementación, reina la incertidumbre y las complicaciones son cada vez mayores.

El nuevo sistema obligó al empresario a convencer a su proveedor a que lo financiara, ya que estableció que se podría pagar únicamente a plazo, salvo algunas excepciones. Por lo cual, el exportador no sólo tiene que costear el proceso productivo, sino también la logística, el proceso aduanero en nuestro país y la cantidad de días que el BCRA haya designado para poder acceder al Mercado Libre y Único de Cambios. Este plazo puede ir desde los 30 hasta los 365 días o más. Ya se han registrado casos de declaraciones SIRA con plazos de acceso al mercado de cambio para octubre de 2025.

Muchas cadenas productivas están resentidas, puesto que necesitan insumos, materias primas o materiales que son importados, que desde hace dos meses o más no pueden ingresar. A eso se le suma la dificultad para importar bienes de capital. El régimen cambiario fue modificado y no permite su pago anticipado, lo cual hace prácticamente inviable la compra.

En el caso de los bienes terminados, no son pocas las PYMES que ven la situación con mucha preocupación, puesto que se están acercando a niveles críticos de stock, principalmente en el rubro tecnológico. Todos los días llegan consultas de diferentes empresas que hace ya más de dos meses esperan que se les aprueben las SIRA, y no han tenido aún suerte.

Las grandes empresas tienen otras posibilidades como, por ejemplo, acceder a financiamiento en el exterior o incluso de manera local en dólares, o cuentan con fondos de libre disponibilidad. Esto les permite poder acceder más rápido a las SIRA o inclusive poder pagar antes del plazo establecido por el BCRA.

A diferencia de las empresas multinacionales, las PYMES y los pequeños comercios cuentan con departamentos de comercio exterior pequeños – muchas veces con solo una persona -, esto hace que se les haya hecho muy difícil seguir el ritmo de los cambios que se han experimentado en los últimos meses en materia de normativa cambiaria y aduanera. Otros tercerizan la tarea en el despachante, quienes hacen lo mejor posible para ayudarlos. Y el apoyo que muchas veces recibían de los bancos no está siendo suficiente, puesto que ellos también están tratando de adaptarse.

Las PYMES son fuente del 70% de los puestos de trabajo del mercado y hoy están en una situación crítica. Ahora más que nunca necesitan toda la ayuda que puedan recibir de los profesionales de comercio exterior para salir adelante. Ahora más que nunca, hay que apoyarlas y no soltarles la mano.

Datos de contacto:

Mg. en Dirección de Finanzas y Control

Titular de Consultora Lojo

www.consultoralojo.com

por CEDOC

La historia de la pyme que fabrica las ojotas que cautivaron a Lionel Messi y tuvo una explosión de ventas tras el Mundial

Fuente: Página12 ~ Luciano Gianzi contó por AM750 cómo se les ocurrió el modelo con los colores de la Selección que encandiló a la familia Messi. El elogio del capitán que los sorprendió por Instagram.

La historia de Bagunza Shoes se volvió viral en las últimas horas. La empresa, una pyme familiar que desde hace tiempo la pelea y fabrica ojotas, chancletas y otro tipo de calzado. Su fama, sin embargo, tuvo un pico en las últimas semanas, ya que uno de sus modelos es el que utiliza ni más ni menos que Lionel Messi. Días atrás, el astro argentino les envió un mensaje por las redes sociales que causó una gran emoción.

Se podría decir que el sueño de todo emprendedor es que su producto le llegue a una figura de tanta popularidad como Messi. Y tras esto fue, hace un año y medio —junto después de que Argentina se consagrara en la Copa AméricaLuciano Gianzi, el creador de las ojotas de elegidas por Lionel.

Entrevistado por La Mañana por AM750, el empresario pyme contó que en un asado con amigos, donde estaban los diseñadores, se les ocurrió mandárselas a Leo. «Ahí, buscando conocidos, contactos, logramos llegar a la tía de Rodrigo de Paul y las dejamos en Ezeiza, en el predio de la AFA”, relató Gianzi.

Y siguió la historia: “Al otro día nos llega un audio de la tía diciendo que a Rodrigo le encantaron y que Messi se las llevaba a París. Ahí ya está. Más no podíamos pedir. Estábamos chochos de la vida”.

Imagen: Instagram

Sin embargo, el periplo no terminó allí, sino que tuvo un giro todavía más épico. “20 días después, el 6 de diciembre, veo una notificación de Instagram que dice que ‘Leo Messi te escribió’. Lo leí y pensé que era fake”.

El mensaje a su cuenta personal de Instagram decía lo siguiente: “Hola Luciano, ¿todo bien? Soy Leo, quería agradecerte por las ojotas que me mandaste. Están buenísimas y la caja es espectacular también. Quería ver si le podías hacer algunas a mis hijos y la rosa del París para mi mujer.

“Nosotros le escribimos una carta institucional y aparte una a mano, porque justo el 8 de julio nació mi hija y el 10 salimos campeones (de la Copa América). Le puse mi Instagram abajo y me escribió al privado así. Fue hace más de un año y todavía no puedo creer”, confesó Gianzi al recordar la historia.

Por supuesto, este visto bueno del astro del fútbol no fue indiferente para la marca: “La demanda subió bastante. No damos abasto para contestar todos los mensajes. Esto nos sobrepasó. Sabíamos que se podía dar algo así, pero no como se está dando. Queremos pedirle disculpas a Leo porque lo estamos también exponiéndolo a él de alguna forma”. 

La pyme que impulsa la movilidad sustentable en Argentina

Fuente: A24 ~ Cuál es la historia de la compañía nacional que logró fabricar autos eléctricos. Cómo fue el duro camino hasta posicionarse y lanzar 4 versiones homologadas.

Pablo Naya, creador de Sero Electric, relató la historia de la PYME que logró fabricar autos eléctricos en poco más de una década, algo inédito a nivel local.

«Hace once años que venimos trabajando en el tema de la movilidad sustentable. En ese tiempo entendimos que esto era lo que se venía, especialmente por lo que veíamos en Europa», declaró el emprendedor.

Cómo es el proceso productivo

«Primero trabajamos mucho en el desarrollo de nuestros vehículos porque la idea era producirlos para todo el mercado latinoamericano», relató el empresario.

«Hoy tenemos cuatro versiones homologadas de vehículos que pueden transitar en la vía publica con su patente y seguro correspondiente», celebró el referente del rubro en una entrevista en Radio La Red.

Naya describió que «el primer desafío fue crear la categoría vehicular en Argentina».

«Después de esto pudimos hacer la homologación y certificación de nuestros productos. Fue un trabajo desopilante que nos llevó mucho tiempo», ilustró.

«En Argentina es muy difícil vender autos eléctricos, pero las empresas están empezando a incorporar este modelo porque ven que es práctico y no requiere ningún mantenimiento«, objetó el experto en el programa.

Ventajas comparativas

Al describir cómo funciona el negocio, Naya explicó: «Nuestros autos tienen 100 kilómetros de autonomía. Esto es un montón para manejarse dentro de la ciudad. Hay que ir enseñando esto a las personas».

«Los vehículos de Sero Electric, al ser livianos, poseen pocos kilowatts de batería y se pueden enchufar en un tomacorriente como si fueran televisores, heladeras o celulares. En cuatro o cinco horas están cargados», resaltó.

«Nuestra idea es implantarnos también en Brasil para poder escalar en producción, enviando algunas piezas desde acá para operar en una nueva planta situada en ese mercado, que es muy interesante», anticipó el empresario.

Según el emprendedor, «Argentina es como empujar un auto con ruedas cuadradas. Los emprendedores tienen muchas trabas para trabajar y no tiene acceso al crédito, cosa que no pasa en Brasil».

«No se puede importar porque no hay dólares para pagar los insumos. Las PYMES no pueden abonar por anticipado a los proveedores», admitió.

Problemas endémicos

Sobre el cierre de la charla, Naya sentenció: «Todo es una complicación» a la hora de producir.

«Necesitamos leyes laborales acordes a los avances del mundo. Si tuviéramos reglas de juego claras, vendrían muchas inversiones a este país y habría mucho más empleo«, exclamó.

«Conseguir mano de obra calificada es muy complicado porque la gente perdió la cultura del trabajo. Si capacitás a gente nueva te los sacan las grandes empresas. Es un gran problema», concluyó.