La historia de la PYME argentina que creó una tecnología inédita en el mundo

Fuente: A24 ~ Guadalupe Murga y Manuel Sobrino cruzaron conocimientos científicos e innovación para crear un proyecto biotecnológico. Detalles de una start up que no para de crecer.

Hace unos años, Guadalupe Murga y Manuel Sobrino unieron fuerzas y lograron utilizar sus conocimientos científicos para concretar un proyecto innovador.

Se trata Sylvarum, la firma que logró hackear el metabolismo de las plantas mediante un sistema que permite múltiples beneficios como acelerar su crecimiento y mejorar su rendimiento.

En 2021, la startup obtuvo el primer premio en la categoría «Idea Negocio» de la competencia Naves Federal, organizada por el Banco Macro en conjunto con el IAE Business School.

Asimismo, lograron el apoyo de GridX, una aceleradora internacional de empresas biotecnológicas. Y ganaron un viaje de formación al polo de emprendedurismo en Israel.

En una entrevista con A24.com Pymes, Guadalupe Murga, Chief Technology Officer (CTO) de Sylvarum, contó cómo esta PYME argentina logró traspasar las barreras del camino y destacarse en un novel terreno para la ciencia global.

Base del proyecto

«Somos una startup de base biotecnológica que mejora el rendimiento de los productores hidropónicos, hackeando el metabolismo de sus plantas», explicó la experta.

«Nuestra misión es impulsar una matriz productiva de cultivos que asegure un futuro más sustentable y resiliente», subrayó la ingeniera biomédica de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de Tucumán.

Murga ganó la beca de la Fundación Botín en el año 2019, mediante la cual viajó a una serie de países durante casi dos meses.

Fue becaria del Instituto Balseiro de Bariloche, de la Fundación YPF y viajó a Nuevo México en Estados Unidos con la Beca Fulbright.

Tras su experiencia en la Universidad Nacional de Tucumán, Sobrino, cofundador y CEO de Sylvarum, trabajó en una pasantía dentro de un fondo de inversión en Londres.

Retornó al país en el año 2016, momento en el que comenzó a explorar la hidroponia. Luego sumó al proyecto como «advisor» científico a Gustavo Martos.

Los tres utilizaron su capacidad emprendedora para sacar adelante una idea que al principio parecía imposible.

«Sylvarum surgió a partir de la inquietud de Manuel (CEO de la compañía) que, como productor hidropónico, deseaba dar respuesta a muchas problemáticas de este nuevo sistema productivo tan prometedor», explicó Murga a SOMOS PYMES.

«La idea comenzó a gestarse hace ya varios años, pero empezamos a trabajar formalmente en el proyecto en marzo de 2021, cuando ambos renunciamos a nuestros trabajos y decidimos dedicarnos 100% a hacer crecer este sueño», relató.

Y precisó: «Comenzamos trabajando en un pequeño prototipo casero para validar el concepto científico. Al obtener resultados prometedores decidimos ampliar nuestras granjas verticales hasta alcanzar dimensiones 7 veces mayores a las iniciales».

Alcances del descubrimiento

Con esta metodología «podemos hackear el metabolismo de las plantas aprovechando su sensibilidad ante estímulos eléctricos y magnéticos presentes en el entorno», indicó la experta.

«El sistema consiste en un generador de pulsos que actúan directamente sobre el entorno de crecimiento de las plantas. Al entrar en contacto con ellas, se producen respuestas electrofisiológicas que mejoran su rendimiento», ilustró Murga.

Respecto de la finalidad de la iniciativa, la CTO de Sylvarum indicó que el «El hackeo metabólico de precisión abre las puertas a un gran número de beneficios».

«Estamos trabajando en acelerar el crecimiento de las plantas, pero también vamos a trabajar para mejorar sus defensas e influir sobre su composición química, de esa forma podemos mejorar sus capacidades nutricionales».

«Se trata de una tecnología absolutamente novedosa. En el mundo hay líneas de investigación que trabajan sobre electrofisiología vegetal, pero no existen al día de hoy aplicaciones similares implementadas a nivel comercial», enfatizó la especialista.

Día a día de la startup

Según Murga, la empresa se encuentra en un estadio de desarrollo de la tecnología, por lo tanto, todavía no tiene clientes.

«Técnicamente por ahora Sylvarum ‘ES UNA PYME’, con miras de crecer rápida y exponencialmente», expresó en ese sentido.

«Con nuestra tecnología vamos a mejorar los rendimientos de sistemas hidropónicos, para que sean realmente competitivos en productividad y puedan imponerse a nivel local, regional y mundial», afirmó la experta.

«La democratización de estos sistemas va a hacer posible el acceso a más y mejores alimentos, lo que nos permitirá hacer frente a algunas de las grandes problemáticas que enfrentamos como humanidad«, concluyó.

La fórmula del éxito de la PYME familiar que exporta alfajores premium

Fuente: A24 ~ Silvia Chus, co-fundadora de Cielos Pampeanos, reveló la estrategia para llevar uno de los productos estrella de la gastronomía local al mundo. Aciertos, errores y próximos pasos.

En una entrevista con Gonzalo Otálora, Silvia Chus, co-fundadora de Cielos Pampeanos, hizo un repaso histórico de la firma que logró llevar el producto estrella de la gastronomía local al mundo, alcanzando objetivos inéditos en el ámbito exportador durante los últimos veinte años.

La idea inicial del emprendimiento nació en 2001 y seis años después se tradujo en la presentación -primera vez- de una carpeta en Cancillería para alguna vez poder cumplir con la meta de exportar alfajores argentinos de calidad.

Con el tiempo, Silvia y su esposo, Ricardo Vittore, accedieron a un crédito del Banco Nación, con el que pudieron comprar una nueva planta elaboradora ubicada en Banfield que les permitió mejorar la calidad de sus productos.

De esta manera, comenzaron a exportar a San Pablo, Belo Horizonte, Curitiba y Río de Janeiro, entre otras ciudades de Brasil.

Recorrido desandado

Luego llegó la incorporación de María Luján, la hija del matrimonio, quien a partir de su licenciatura en Comercio Internacional recibió una beca del Programa ‘Mi Primera Exportación’ en 2019, para capacitarse en Barcelona.

Actualmente, la línea de productos de Cielos Pampeanos incluye alfajores de chocolate semiamargo rellenos con dulce de leche, recubiertos con chocolate blanco y de maicena.

Las distintas presentaciones, tanto a nivel packaging como en tamaño de los productos, ya se comercializan en España, Italia, Alemania e Inglaterra.

«En 2001, cuando teníamos la confitería, nos dimos cuenta de que las personas venían a buscar un producto de calidad para llevarle a sus familiares y conocidos a los lugares desde donde habían venido, como Italia y España, particularmente», manifestó la emprendedora en el comienzo de la entrevista.

«A ese rumbo empezaron a salir los alfajores de nuestra PYME familiar. Sobre la base de esa idea, empezamos a pensar con mi marido en la idea de crear un producto que se pueda exportar», subrayó Chus.

«En ese año se le dio posición arancelaria al alfajor argentino dentro del Código Alimentario, algo que no existía antes. Ahí comenzó el camino exportador de lo previamente se conocía como una golosina», describió.

Historia de vida

«Empezamos con una carta de presentación a un obispo del Vaticano, porque pensábamos que ese mercado era el punto justo de referencia para llevar nuestros alfajores», recordó la referente del rubro.

Y admitió: «Eso fue un error porque el embajador argentino en Roma nos explicó que debíamos empezar a exportar en los países limítrofes y después adquirir la experiencia para llegar al mercado de la Unión Europea».

«Cancillería nos explicó cómo obtener todas las certificaciones para poder comerciar con otros países, y luego nos incluyó en las próximas misiones multisectoriales para Brasil y Paraguay», puntualizó, sobre el camino que la PYME supo encontrara con el tiempo.

«En San Pablo, descubrimos que había 25 empresarios interesados en nuestros productos. Y lo mismo pasó en Belo Horizonte. La mayor oferta fue la de un supermercado que nos hizo una propuesta comercial por 30 mil dólares a pagar a 90 días», expresó Chus.

«Insistieron en cerrar el negocio inmediatamente pero nos dimos cuenta de que cumplir con lo que nos pedían era inviable para nuestra PYME por un tema de producción», reconoció la fundadora de Cielos Pampeanos.

«Esta operación implicaba el 200 por ciento de nuestra capacidad productiva por ese entonces con destino al exterior, algo que no es bueno», ilustró.

«A través de una charla con un periodista que luego fue publicada en un diario, el país se enteró de que no podíamos acceder al financiamiento para alcanzar ese objetivo. Ahí la gente empezó a mandarnos e-mails para ayudarnos», describió la empresaria, de manera inocente.

«Más tarde, me llamaron del Banco Nación para saber qué necesitábamos a nivel crediticio, en pos de poder construir una empresa y elaborar el producto», subrayó.

El salto internacional

En otro tramo de la charla, Chus celebró el ingreso reciente la firma al mercado de la Unión Europea y describió cuál es la postura que debe adoptar una PYME para empezar a pisar fuerte a nivel internacional.

«Si uno está convencido de poder lograr algo, todo se conspira para que lo puedas hacer. El ejercicio de abrir mercados te potencia como PYME, para saber qué grado de competitividad tenés y cómo está tu producto», expresó Chus.

«Sabés qué certificaciones le tenés que incorporar al producto para que tenga una validez importante en el exterior. Hay que apoyarse en la ‘Marca País’ que tienen los alimentos argentinos», puntualizó.

Ya alertó: «Las PYMES deben tener planes de negocios adaptados a las circunstancias actuales. A medida que se agranda la empresa, necesitás tercerizarte para operar con otros laboratorios y organismos estatales, para ubicarse dentro de una cadena virtuosa».

«Pudimos tercerizar tres sectores importantes de nuestra empresa en PYMES de mujeres, como son la comunicación, exportaciones y seguridad alimentaria en el proceso productivo», celebró la empresaria, en ese sentido.

«Tenemos una responsabilidad muy grande en el trato directo con los importadores para que conozcan el producto y lo cuiden en sus mercados, Queremos que los alfajores tengan la misma calidad con la que se pueden conseguir en Argentina», concluyó.

PYME cordobesa exporta sistemas de mantenimiento 4.0 a Europa y Asia

Fuente: A24 ~ La empresa STI Developments recurrió al área de Informática del INTI en la región Centro para vincular sensores de distinto origen.

Lo hizo mediante la provisión de sistemas de mantenimiento predictivo que a través de un programa desarrollado por el Instituto nacional de Tecnología Industrial, se nutren del intercambio automático de información entre sensores de distinta codificación y origen.

El uso de la tecnología

STI Developments es una firma dedicada a ofrecer servicios de Industria 4.0 para gestión productiva, control de calidad y confiabilidad, mediante equipamiento del Internet de las cosas.

Utiliza sensores que monitorean el estado de dicho equipamiento y producen, en tiempo real, información para optimizar la toma de decisiones.

Sin embargo, para poder interpretar y aprovechar los datos que producen estos instrumentos, es necesario procurar que todos hablen “el mismo idioma” y que, de esa manera, puedan dialogar, resaltaron desde la compañía.

En esa instancia que la PYME cordobesa recurrió al área de Informática del INTI en la región Centro para vincular sensores de distinto origen -provenientes de China y Suecia- y que su información se pueda procesar en un solo lugar, de manera automática, uniforme, centralizada y segura.

STI Developments proveerá la sensorización y el monitoreo de los activos más críticos de su cliente, con especial énfasis en la detección temprana de fallas a través de sensores de vibración especiales para muy baja velocidad.

La palabra de los desarrolladores

“Siempre recurrimos a INTI porque tenemos una muy buena respuesta de una altísima calidad, y en este caso era muy importante no dejar en el camino nada de lo relacionado con ciberseguridad, cuestiones propias de los dos sistemas y demás», indicó el CEO de la empresa, Pablo Boggio.

«Por suerte hace varios años que, cuando hay algo muy especial o muy específico, recurrimos a INTI como material de consulta o desarrollo», resaltó.

El mantenimiento predictivo es una de las formas en que se echa mano a esos grandes volúmenes de datos de distinta procedencia. En términos generales, la industria 4.0 utiliza un ecosistema muy diverso de sistemas informáticos que operan en lenguajes distintos y generan lo que se conoce como “silos de datos” aislados.

En ese sentido, para poder operar de forma coordinada todos esos paquetes de información es necesario lograr que, en principio, puedan interactuar y realizar un intercambio de su contenido.

Para que los datos emitidos por los sensores de origen chino pudieran ser interpretados por los sensores suecos, el organismo tecnológico desarrolló un servicio que integra los valores de un sistema en el otro, permitiendo la conversión automática de información y el diálogo dentro de la estructura de servidores y la red de la empresa.

“La idea de nuestro sector es tratar de acompañar a las empresas para que den sus primeros pasos y que realmente puedan ser competitivas a nivel internacional, generando empleo e ingreso de divisas”, puntualizó Javier Jorge, ingeniero del área de Desarrollos del INTI y encargado de la asistencia.

“Es un orgullo y un alivio sentirse acompañado por un instituto que tiene los conocimientos técnicos y los avales para brindarnos este tipo de solución, con la calidad de trabajo y de lo humano con la que lo brindan. Como política, me parece excelente esta integración entre los organismos públicos y las PYMES, es algo que a la sociedad le viene muy bien”, aseveró Boggio.