Importaciones: las herramientas que estudia el Gobierno como alternativa al Bopreal

Fuente: Cronista – En diálogo con el sector privado, las autoridades de la Secretaria de Comercio monitorean el registro de deuda comercial y comienzan a barajar alternativas de pago para las pymes que no aceptan el Bopreal.

La Secretaría de Comercio, informó que el padrón que registra la deuda por importaciones alcanzó los u$s 26.000 millones y, tras prorrogar hasta el 24 de enero el registro, presentará al sector privado alternativas para comenzar a desandar este saldo que hoy actúa como limitante a las operaciones corrientes.

La heterogeneidad de deudores y acreedores es uno de los puntos que observan con mayor atención, tanto los funcionarios como los empresarios que por estos días dialogan con Pablo Lavigne, secretario de Comercio y Esteban Marzorati, a cargo de la subsecretaria de Comercio Exterior, en los despachos de Av. Presidente Julio A. Roca.

Del total de la deuda registrada hasta esta semana u$s 20.500 millones corresponden a grandes empresas; u$s 2800 millones de empresas medianas mientras que unos u$s 2700 millones responden a pequeñas y micro empresas.

Por eso, en líneas generales desde la Unión Industrial Argentina (UIA) hasta entidades de base y representantes de actividades específicas pujan por alcanzar un tratamiento diferencial para afrontar la deuda comercial que se estima en u$s 50.000 millones.

La instrumentación del Bono, por ahora, «no está funcionando» para resolver la situación de las pymes coinciden desde distintos ámbitos productivos. Por su parte, fuentes oficiales indicaron que se está «testeando» la aceptabilidad para instrumentar una herramienta «a medida».

Al detectar que la deuda que hoy le pone un freno a las pymes, según los últimos registros, representa el 10% del total, referentes de sectores productivos diversos se entusiasman con lograr un «cupo» de entre u$s 20.000 y u$s 40.000 mensuales que les permita comenzar a afrontar la «deuda vieja» y hacer girar la rueda. «Nadie acepta un plan de 4 cuotas a un deudor, por mejor reputación que tengamos», asumió un directivo industrial.

En Comercio se muestran receptivos a las distintas situaciones y aseguran que los datos que arroje el registro de deuda será «fundamental» para avanzar en alternativas de pago. 

«Estamos manteniendo reuniones con distintas empresas que participan en el comercio exterior para comentarles el trabajo que estamos realizando en materia de importación y exportación», contó un funcionario y señaló entre los ejes las políticas comerciales que se están aplicando, la regularización de la deuda comercial con el exterior y el funcionamiento de Bopreal.

El objetivo de estos encuentros sectoriales es revisar la gestión sobre los diversos regímenes a partir de escuchar necesidades y planteos de los actores de comercio internacional.

«Participamos junto con otras entidades en las mesas técnicas de trabajo para agilizar y optimizar los procesos operativos actuales», dijo Federico Rodríguez, titular de la Federación de Entidades del Comercio Exterior (Fecacera) y mencionó la deuda comercial como central porque «está limitando severamente la capacidad de abastecimiento de las pymes».

En concreto, Rodríguez aseguró que esta situación condiciona procesos industriales, comerciales, de tecnificación y, en general, el desarrollo del entramado industrial exportador, además de desgastar relaciones comerciales con el mundo que «llevó años construir y que el año pasado se deterioraron muchísimo».

«Se quiere avanzar en un camino más lógico pero cuesta que arranque todo con los nuevos esquemas», planteó Esteban Pinto, que representa ante el gobierno a la Cámara de Fabricantes de Implantes Médicos (Cafime) y la Cámara de Fabricantes y Comerciantes de Ortopedia y Rehabilitación (Cafycor). «Confiamos que pronto llegaremos a buen puerto», dijo.

Aunque los empresarios se muestran mayormente contemplativos, el nivel de stocks de insumos, piezas y partes en sectores estratégicos como el de salud, apremia. A la espera de lograr un encuentro oficial desde la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires (FABA) aseguran que la problemática para importar persiste. «Lo que se puede importar llega con aumentos siderales, por ejemplo, reactivos, sales para diálisis, jeringas, todo descartable», precisaron.

Desde el sector de autopartes, donde se integran grandes firmas y pequeñas marcas proveedoras de las terminales automotrices, valoraron que «el gobierno está actualizando las herramientas ofrecidas para resolver este problema del stock de deuda y la situación se estaría encaminando hacia una convergencia entre las necesidades del sector privado y las posibilidades del sector público».

En tanto, advirtieron por el problema financiero que atraviesan las fabricas locales que cobraron insumos a 300 / 400 pesos pero como no pudieron pagar a sus proveedores en el exterior en el momento de la operación; hoy asumen un dólar a $800 más el incremento de Impuesto País.

El caso de las maquinarias también se describe «al límite» bajo una «racionalización extrema» de repuestos. «No hay insumos para estampar patentes», dijo un dirigente a El Cronista y destacó que la Dirección Nacional de la Propiedad Automotor y la Casa de la Moneda autorizaron la circulación con matrículas provisorias de papel. 

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