¿Tu empresa está en una conversación productiva o en un mar de quejas?

Fuente: A24 ~ Cuál es la diferencia entre un reclamo y una queja. Por qué es importante que el líder sepa gestionar los momentos de tensión y elegir la opción correcta para su Pyme.

¿En qué conversación estás? Las conversaciones ocurren, en principio, en dos niveles: público y privado.

Las públicas son aquellas que tenemos con otras personas y las segundas, en cambio, con nosotros mismos.

En los dos casos, podemos determinar que en la empresa existen sólo dos tipos de conversaciones:

Las coherentes con el futuro que se elige vivir o las que nos alejan de ese futuro.

Micromundo productivo

La coyuntura que viven las PYMES, su vida cotidiana, hace que muchas empresas sean incoherentes con el futuro que quieren generar.

Superadas por los estímulos negativos e impactadas por un contexto adverso, en la mayoría de los casos, las pymes padecen una gestión que, cada día, pierde más capacidad de respuesta frente a la adversidad.

En esta situación, los equipos de trabajo ponen más atención en las carencias del presente que en las virtudes de un futuro mejor, el cual depende de cada miembro de la empresa para gestarlo.

Y el liderazgo, en muchos casos, pierde conexión con la posibilidad de gestar ese futuro mejor y se mete en las vertiginosas aguas de la deriva.

¿Las conversaciones qué tenés con tu equipo, con qué son coherentes?

¿Con el futuro que eligen generar o la deriva?

En tiempos de crisis, la tensión individual y colectiva aumenta y la queja aparece cotidianamente desde diferentes personas, en diferentes sectores.

La queja es un pantano productivo, la queja no es una conversación coherente con un futuro mejor.

Es el ancla en el «más de lo mismo».

¿Se puede salir de la queja?

Una conversación sin futuro es la que tiene a la queja como protagonista.

En cambio, el reclamo es la forma efectiva de usar esa conversación en coherencia con la frecuencia productiva de la empresa.

El reclamo surge de una promesa no cumplida. La queja de la insatisfacción emocional. O de la nada, o de las dos cosas.

El reclamo se soluciona de manera específica con una nueva coordinación de acciones.

La queja es energía mal puesta y pérdida. Un paso lejos de la productividad individual. A veces, la queja es un vicio.

Un vicio que se alimenta con más quejas. Con más insatisfacción.

La queja de uno potencia la queja de otro. Un efecto dominó anti productivo. Desgastante para revertir. Y sumamente adictiva, por eso todos en algún momento caemos.

Elevar las conversaciones es el antídoto a la queja

La queja baja el nivel de la conversación productiva y carcome el futuro mejor.

Si subimos la vara convencional de la empresa, empezamos a alejar a la queja hasta de los pasillos.

El reclamo transforma una promesa no cumplida en un resultado concreto.

La queja inunda de emocionalidad negativa, el reclama genera una nueva posibilidad.

Posibilidad vs. no posibilidad

Incoherencia vs. coherencia.

El líder debe navegar estas aguas en tiempos de crisis, con aguas movidas, llenas de ansiedad.

El premio de la coherencia es la integridad, pensar, decir y hacer en el mismo sentido y un terreno fértil para transcender la crisis.

(*) El autor es consultor organizacional PYME en gestión del cambio y coaching ontológico. Lanzó el ebook “Monsters in the Company”.

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