Fuente: Cronista ~ Imposibilidad de crecimiento, previsibilidad del negocio, desfinanciamiento y hasta pérdida de puestos de trabajo, son algunos de los efectos negativos de una inflación que cerrará el año con un acumulado de casi el 100%.
Los empresarios pyme realizan un gran esfuerzo por sostener las fuentes de trabajo de sus empleados. Al mismo tiempo, lidian con la impotencia de los trabajadores que, con el correr de los meses, ven cómo sus salarios se devalúan, aún cuando tienen empleo en blanco asegurado.
Es por ello que desde FEBA venimos trabajando con las cámaras bonaerenses, y a nivel nacional en conjunto con nuestra entidad madre, CAME, en diferentes proyectos y planes de trabajo que ya hemos presentado a las autoridades nacionales y provinciales a lo largo del año, en busca de reducir los efectos del flagelo inflacionario que impacta no solo en Argentina sino también en el resto del mundo.
Primero la crisis económica, luego la pandemia y ahora y siempre la inflación: todas problemáticas pendientes de alguna solución…
¿Cuáles son los principales puntos a seguir trabajando?
- Impulsar medidas y normativas que estimulen el desempeño del comercio y la industria, en un marco legal que contemple las realidades y necesidades actuales y futuras del sector.
- Tomar medidas ejemplificadoras sobre aquellos grandes formadores de precios que aprovechan la coyuntura para aplicar aumentos en forma deliberada y sin fundamentos.
- Generar y facilitar líneas de financiamiento específicas dirigidas a pymes de todas las áreas productivas, que contemplen la realidad, las necesidades, las responsabilidades y la escala de las empresas de cada una de las actividades.
- Desbloquear el acceso al mercado de cambio convencional para que muchas empresas puedan realizar el pago de obligaciones operativas en el exterior. Esta problemática impacta de lleno principalmente a la industria del conocimiento, pymes desarrolladoras de software y negocios tecnológicos y de innovación. Estas restricciones vigentes encarecen cualquier servicio, licenciamiento o producto que provenga del exterior. Pero, principalmente, afecta los acuerdos y el cumplimiento de las obligaciones contraídas.
- Contribuir a la modernización e innovación de las pymes comerciales que tuvieron que adaptarse a la nueva normalidad de la pospandemia. Acompañar en el proceso de readaptación de los negocios, servicios y modelos de productividad también es responsabilidad de los gobiernos.
- Garantizar y asegurar el abastecimiento de insumos importados para las fábricas, con el objetivo de evitar el freno de las líneas de producción y venta de productos y/o servicios.
- Favorecer el incremento de puestos de trabajo en los sectores comercial, de servicios e industrial. Es clave pensar un plan escalonado a largo plazo capaz de controlar la disparada inflacionaria porque, de lo contrario, será imposible mantener la actividad productiva del sector y, en consecuencia, sus puestos de trabajo.
- Fortalecer la competitividad del comercio y la industria ofreciendo capacitación y actualización permanente, en materia de nuevas tecnologías, herramientas digitales, y metodologías de gestión.
- Seguir consolidando el desarrollo y establecimiento de los Centros Comerciales Abiertos en todo el país, tanto en grandes ciudades como en localidades más pequeñas. Tal como estamos realizando en la Provincia de Buenos Aires.
- Desarrollar un plan sostenido que erradique la venta ilegal y el trabajo informal en los centros urbanos.
- Estimular la puesta en valor de los centros urbanos tradicionales y sus actividades comerciales integradas con cultura, turismo y recreación.
Las pymes representan el 44% del PBI nacional y movilizan el 70% del empleo privado del país. Es un sector fundamental para la recuperación de nuestra economía.
Todos los signos de reactivación y de mejora en el desempeño económico registrados a lo largo de 2022 están chocando contra una estanflación, cuyo efecto empieza a socavar el piso de las pymes, dejándolas expuestas a un futuro incierto. Es momento de pensar en medidas concretas a largo plazo, que ayuden a estabilizar el estado de situación de un sector que contra viento y marea, sigue sosteniendo el PBI de este país.
Es importante seguir trabajando desde FEBA, -en conjunto con las cámaras, los sindicatos y el Gobierno-, en busca de herramientas y soluciones a corto y largo plazo. Se viene un año electoral en el que más allá de la competencia política, hay que seguir enfocados en la salud de nuestras pymes familiares, de los empresarios y empresarias, emprendedores y emprendedoras, de nuestra industria nacional, que hicieron, hacen y siempre harán grande a nuestra nación.
Somos optimistas a partir de los diferentes signos de recuperación, de las buenas intenciones y trabajo cotidiano de los equipos de los ministerios y secretarías con las que nos reunimos en forma permanente, tanto a nivel nacional como provincial. Seguimos en diálogo directo con todos los actores involucrados, y los distintos sectores, pensando y buscando alternativas para evitar nuevos retrocesos en la economía pyme.