Pymes: cómo está la Argentina en comparación con Latam

Fuente: A24 – Qué sectores mostraron un mayor desarrollo y en cuáles hay más potencialidades. Datos de estudios privados que dan una radiografía del ecosistema emprendedor argentino.

La semana pasada fue el Día Internacional de las MiPymes propuesto en la Misión Permanente de la República Argentina ante las Naciones Unidas, en ocasión de la 61ª Conferencia del Consejo Internacional de la Pequeña Empresa (ICSB), realizada en 2016 en Nueva York.

Desde la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía de la Nación se informó que las pequeñas y medianas empresas ya representan el 99,4% del total de empresas del país y emplean al 64% de los asalariados registrados.

Además, según datos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, en el primer trimestre de 2023 las MiPyMEs crearon 140.000 puestos de trabajo con respecto al mismo período de 2022.

De acuerdo a un Informe de Alegra, se observa una variación significativa en la cantidad de MiPyMEs entre diferentes países.

México, Perú y Colombia se posicionan como los países más emprendedores de la región; seguidos por Argentina y República Dominicana.

Por su lado, Costa Rica y Panamá son los países con menos MiPymes.

Se debe tener en cuenta que la clasificación muestra diferencias que pueden estar influenciadas por factores externos, como el tamaño del país, la infraestructura, situación económica y las políticas gubernamentales.

El 70% de las MiPymes argentinas se encuentran concentradas en cuatro locaciones: la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

Esta concentración implica una centralización económica en estas áreas y revela un ecosistema emprendedor más desarrollado en términos de infraestructura, acceso a recursos y redes de apoyo.

Además, puede estar relacionada con la especialización de sectores específicos en cada región.

Sin embargo, esto también puede indicar que en otras provincias del país existen desafíos adicionales para el desarrollo empresarial.

Más de la mitad de los micro, pequeños y medianos negocios en Argentina pertenecen a mujeres.

En los últimos años, la participación de las mujeres en el ecosistema emprendedor ha aumentado de manera gradual pero sostenida.

Así, el liderazgo de mujeres es mayor entre los emprendimientos y empresas con menos de 7 años de antigüedad.

El comercio y las pymes

El comercio minorista es el sector elegido por más de la mitad de las MiPymes argentinas.

En el rubro se destacan la venta de alimentos y bebidas; bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles; así como calzado y marroquinería.

También, la gastronomía es un sector clave de la actividad comercial MiPyme en Argentina, con un 16% de presencia en el ecosistema. Se destaca el crecimiento de los servicios de tecnología. Esto puede asociarse a su alta demanda, bajos costos y, muchas veces, posibilidades de exportación.

Sin embargo, la pandemia tuvo un impacto notable en la cantidad de empresas MiPyMEs en Argentina, y durante los primeros 12 meses del gobierno actual se verificó una reducción de 22.500 empresas, de acuerdo a un Informe del Ieral de la Fundación Mediterránea.

El año fue tremendamente recesivo y con la recuperación de los años siguientes se pudieron recuperar apenas el 45% de las empresas perdidas.

Así, en los primeros tres años de esta gestión, el saldo arroja una reducción de 12.200 empresas, lo que equivale a 80 empresas menos por cada semana transcurrida.

La situación difiere notablemente para las empresas de mayor envergadura, que tuvieron una merma mucho menor en pandemia, y están plenamente recuperadas.

Por supuesto, no alcanza para compensar la situación de las MiPyMEs, ya que el número de empresas grandes creció apenas en 700 en 3 años.

Para las Mipymes, operar en Argentina las encuentra con inflación, alta presión tributaria y burocracia y una situación macroeconómica que no le brinda estabilidad ni proyección para sus negocios.

De acuerdo a la segunda edición del Índice de Burocracia en América Latina (IBLAT) elaborado por el Centro Latinoamericano de Atlas Network en conjunto con otras instituciones, entre ellas, la Fundación Libertad de Rosario, Argentina es el país con mayor burocracia de América Latina junto a Venezuela.

Una pequeña empresa requiere en promedio 900 horas al año para cumplimentar con todos los trámites burocráticos, 5 veces más que en Brasil —el país mejor posicionado— y el doble que en Uruguay.

De los tres sectores productivos analizados, el secundario es el más castigado, con 1.365,7 horas al año necesarias para cumplir con todos los trámites.

La mayor carga corresponde al rubro empleo para las empresas del sector secundario y primario, mientras que la administración de operaciones es la que más horas demanda al sector terciario.

Considerando las actividades representativas sectorialmente, el número de trámites que tiene que cumplir la empresa varía entre 46 y 50, de los cuales más del 85% están digitalizados.

¿En qué sectores se ve más desarrollo de pymes?

La “Administración de la Operación” consume en promedio la mitad del tiempo destinado a trámites, siendo especialmente demandante para la empresa del sector terciario (57%) y, en particular, los relativos a la administración de impuestos, que consumen el 88% del tiempo en este subgrupo de trámites.

En el actual contexto, las pymes que se están desarrollando pertenecen a sectores con fuerte crecimiento como Petróleo, Minería, Automotriz, Software e Informática, quedando en este caso en forma excepcional afuera el Campo por la fuerte sequía por la que atravesamos este año.

Para el caso de la minería representa un enorme potencial para nuestro país y para las Pymes en particular con fuerte impacto sobre las regiones. Consideraremos dos. El primero sobre la población.

Las empresas mineras contratan trabajadores locales y compran bienes y servicios a empresas del lugar.

Se sabe que los salarios del sector son muy altos (llegan a triplicar el salario promedio de una provincia). En este caso, no nos enfocaremos en el salario sectorial, sino en el promedio provincial, para determinar si la actividad genera un incremento general de esos ingresos. Lo mismo con el empleo.

Para tomar sólo un caso exponemos el caso del cobre.

En 2022 Perú exportó cobre por USD 19.500 millones, Chile vendió al exterior por 50.000 millones de dólares. Sin embargo, Argentina no tiene ningún yacimiento activo.

Sólo en la provincia de Catamarca, el Proyecto Mara posicionaría a Argentina entre los primeros 25 productores de cobre del mundo.

Durante los primeros diez años, si el proyecto es aprobado, generará exportaciones de USD 1.500 y USD 1.700 millones por año. Se proyecta una exportación total de casi USD 35.000 millones, aproximadamente durante los 27 años de vida del mismo. En la previa hay cientos de empleos generados y pymes trabajando detrás de esto.

De acuerdo a un Informe del Ieral es clave un acuerdo con la sociedad para el desarrollo de la actividad minera, es necesario que la política económica facilite sus tareas. Dentro de los puntos que detalle el mismo se encuentran como prioritarios:

  • A nivel nacional, será necesario resolver el problema cambiario. En estos días, una empresa minera podría ingresar dólares caros, vía MEP, pero exportaría a dólar oficial, a un tipo de cambio del 50 % del anterior. Además, existen limitaciones para enviar utilidades al exterior.
  • También están las restricciones para importar equipos. Actualmente, hay una normativa que atempera esas trabas, pero subsiste la multiplicidad de tipos de cambio.
  • A nivel provincial, un cuello de botella relevante para por las restricciones legales para desarrollar la actividad (conocidas son las limitaciones en Mendoza, impuestas por la Ley 7.722).
  • Gerentes de empresas mineras, hay un listado amplio de solicitudes de pedidos que efectúan las comunidades locales, caso de rutas, hospitales, etc., lo cual eleva el costo de las inversiones, pudiendo llegar a impedirlas.

Es decir, tanto en este sector como en nuestra economía en general, las oportunidades son enormes.

Faltan reglas claras desde el punto de vista jurídico y estabilidad macroeconómica por el incremento de las inversiones, crecimiento de la producción y generación de empleo, donde las Pymes son las mayores protagonistas en nuestro país.

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