Fuente: Clarín – Brand Studio para Premios PYME
En una nueva edición de los Premios PYME, la séptima organizada por Clarín y Galicia, no podía faltar el premio a la trayectoria, que en esta oportunidad fue para la firma Georgalos.
La ceremonia de entrega de premios se realizó el 31 de julio en el edificio sustentable Plaza Galicia, y el encargado de recibir la estatuilla fue Guillermo Rimoldi, CEO del Grupo Georgalos, quien -tras agradecer la distinción- realizó un repaso de la historia de la compañía y dejó un mensaje para todas las Pymes en general: “hay que pelear por los sueños y nunca bajar los brazos. Aunque Argentina sea un país difícil, lo tiene todo para crecer”, remarcó.
La compañía, fabricante de golosinas emblemáticas como Mantecol, Palitos de la Selva y los chicles Bazooka, fue fundada en 1939 por Miguel Georgalos, un inmigrante griego que llegó a la Argentina en busca de un futuro alejado de la guerra y con posibilidades de progreso.
Georgalos se había formado como pastelero y para ganarse la vida, decidió salir a vender Halvá, un postre a base de pasta de sésamo muy popular en la gastronomía de Oriente Medio y el Mediterráneo. Pero al no conseguir sésamo en Buenos Aires, se le ocurrió hacerlo con pasta de maní. Este fue el origen del Mantecol, un producto insignia al que luego le seguirían los turrones (Namur), chocolates, chicles y caramelos.
El negocio, al principio artesanal, fue creciendo y al mismo tiempo fueron llegando parientes desde Grecia para trabajar con el fundador en la primera fábrica en Buenos Aires. En la década del 60, la compañía abrió una segunda fábrica en Córdoba, y continuó un camino de crecimiento, aunque no exento de tropiezos.Guillermo Rimoldi, CEO del Grupo Georgalos, fue quien recibió la estatuilla y agradeció la distinción
En 2000, en medio de una crisis económica generalizada que estallaría en diciembre del año siguiente, tuvo que desprenderse de la marca Mantecol para salvar a la empresa; aunque consiguió recuperarla 22 años después. Se trató de una decisión dolorosa pero acertada, que permitió sostener cientos de puestos de trabajo, y que llevó a la empresa a una nueva etapa de desarrollo, incorporando más productos y tecnologías de producción.
En 2014, con la adquisición de General Cereals, abrió una nueva división de cereales y barras nutritivas, y en 2019 relanzó el turrón Namur, otro de sus productos insignia.Georgalos obtuvo el premio como reconocimiento a su trayectoria (Entregaron Alfredo González, Presidente de CAME; Luis Ceriotto, Editor de Economía de Clarín; y Marcelo Iraola, Gerente Banca Mayorista de Galicia)
Hoy Georgalos sigue siendo una empresa familiar, dirigida por la tercera generación, y tiene más de 2000 empleados en sus plantas de La Rioja, San Luis, Córdoba y Buenos Aires, con 2 centros de distribución, y exporta alimentos y golosinas a 10 países.
Respecto de la actual coyuntura económica, Rimaldi, CEO de Georgalos con 32 años en la compañía, señaló: “sabíamos que este ajuste iba a venir, y nuestra estrategia fue anticiparnos. La devaluación nos dió un impulso para exportar. Pero somos conscientes de que necesitamos recortar gastos innecesarios, tenemos que ser más eficientes y necesitamos tecnificarnos para enfrentar la competencia que viene”.Georgalos sigue siendo una empresa familiar, dirigida por la tercera generación, y tiene más de 2000 empleados.
Con 85 años de recorrido, el grupo Georgalos tiene hoy más futuro que historia. “Una de las claves de la supervivencia de la empresa fue anticiparse a las crisis, trazando estrategias”, destacó Rimaldi. “La historia de Miguel Georgalos así lo muestra. Él llegó a la Argentina con un sueño, y trabajó incansablemente para hacerlo realidad. Estamos honrados y orgullosos de haber recibido este premio a la trayectoria”, concluyó.