Pese a la presión tributaria, crece el optimismo de las pymes

Fuente: BAE – La confianza en el futuro mejora, pero el peso de los impuestos se consolida como el mayor obstáculo. Además, el 61% de los empresarios espera un impacto positivo con el levantamiento del cepo.

Las pymes parecen respirar un poco mejor. El 65% de los empresarios prevé mejores resultados en los próximos seis meses, el nivel más alto desde 2021. Más de la mitad ve con buenos ojos la eliminación del cepo cambiario y el 73% cree que la situación del país mejorará en el corto plazo. Sin embargo, la presión impositiva sigue siendo el principal problema.

«El sector pyme comienza a dejar atrás la incertidumbre y ve un camino hacia el crecimiento. El desafío ahora es adaptarse a un entorno de mayor competitividad y estabilidad», analizó Guillermo Fraile, profesor de IAE Business School y líder del relevamiento. Pero advirtió: «Una parte importante del mundo pyme todavía tiene que aprender a trabajar en estabilidad». Es un cambio de paradigma. Si bien la inflación y la volatilidad cambiaria dejan de ser la mayor amenaza, competir en un mercado de precios estables con costos ajustados y procesos eficientes no será sencillo.

La encuesta se llevó a cabo entre el 9 y el 31 de enero de 2025, con la participación de 444 empresas familiares del Gran Buenos Aires y el interior del país. El relevamiento abarcó principalmente pequeñas empresas, con plantillas de entre 10 y 50 empleados, pertenecientes a los sectores de servicios, comercio e industria.

Expectativas en alza y el impacto del cepo

El 71% de los encuestados ya percibe que su empresa está mejor que hace seis meses, un salto notable desde el piso de 57% registrado en julio de 2024. Según Fraile, «las empresas ya se adecuaron a la nueva realidad y han comenzado a ver mejoras sustanciales».

En cuanto a la macroeconomía, la percepción también mejora: el 73% de los empresarios cree que el país estará mejor en los próximos seis meses, más del doble que hace un año (31%). Con respecto al cepo, el 61% de los encuestados considera que su levantamiento será positivo o muy positivo para su empresa, mientras que un 33% lo ve neutro y solo un 5% teme un impacto negativo. «Las pymes esperan la liberación del cepo para normalizar su gestión, liberar importaciones y fomentar inversiones», señaló Fraile.

Impuestos: el gran escollo

Pese al repunte del optimismo, el 61% de los empresarios sigue viendo la carga impositiva como su principal problema. Le siguen la inestabilidad de las reglas de juego (20%) y, en menor medida, la volatilidad cambiaria (8%), las trabas al comercio (6%) y la inflación (4%). Los costos en moneda dura aún no resultan lo suficientemente competitivos.

«La inflación, la volatilidad cambiaria y las restricciones al comercio han dejado de ser las mayores preocupaciones. Hoy, el principal obstáculo es la carga tributaria, que limita la competitividad de las pymes frente a la competencia extranjera», advirtió Fraile.

Empleo y la escasez de talento

El 61% de los empresarios planea contratar personal en los próximos seis meses, mientras que solo un 5% prevé reducir su plantilla. Sin embargo, el problema no es la falta de demanda de empleo, sino la escasez de talento: el 73% de los encuestados tiene dificultades para conseguir personal calificado. «Si bien el problema se ha reducido levemente, sigue siendo una barrera para el crecimiento», explicó Fraile.

La clave ahora, según el informe, será cómo las pymes logren aprovechar este nuevo contexto para mejorar su competitividad. En tiempos de inflación, los precios se ajustaban constantemente y los costos marcaban el ritmo. Con estabilidad, los precios pasan a ser más permanentes y las empresas deberán encontrar la forma de sostener la rentabilidad con estructuras más eficientes. «El mercado cambió y las pymes tienen que aprender a jugar con nuevas reglas», concluyó Fraile.

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