Las pymes esperan por el «mini RIGI» y mejorar el acceso al crédito para mantener la productividad

Fuente: BAE – Las pymes enfrentan un incierto 2025 con la suba de costos, el acceso al crédito y la baja demanda como principales retos.

Las pymes argentinas desempeñan un papel crucial como motor del empleo y la producción nacional. Representan el 70% del empleo formal y más del 40% del PBI, según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo. Sin embargo, los desafíos económicos del país, entre ellos la inflación persistente, la escasez de financiamiento y un entorno de negocios inestable, pusieron en jaque a este sector.

El informe de IPA reveló que el 78% de las pymes fabricantes enfrenta incrementos superiores al 40% en insumos claves. Esto llevó a que muchas empresas tomen drásticas decisiones para mantenerse operativas. «Estamos ajustando márgenes y buscando proveedores alternativos, pero la situación no es sostenible a largo plazo», explicó Marcela Blanco, dueña de una pequeña fábrica textil ubicada en el conurbano, ante BAE Negocios.

A esto se suma el impacto de la devaluación, que encarece los bienes importados necesarios para la producción. De acuerdo con un informe de la Cámara de Importadores, más del 50% de las pymes industriales depende de insumos importados, lo que amplifica los efectos de una política cambiaria restrictiva.

Crédito a las pymes

El acceso al crédito es otro tema crítico. Mientras que las tasas de interés para pymes oscilan entre el 15% y el 20% en otros países de la región, en Argentina superan el 110%, según datos de la CEPAL. Esta situación limita la capacidad de inversión y de modernización de las empresas.

Un estudio de CAME señaló que el 65% de las pymes postergó proyectos de expansión debido a la falta de financiamiento accesible. 

«Las pymes necesitan líneas de crédito que se ajusten a su realidad. Actualmente, muchas sobreviven gracias al financiamiento informal, lo que aumenta su vulnerabilidad», advirtió Alfredo González, presidente de CAME.

Apostar a la exportación

Aunque las dificultades en el mercado interno son evidentes, las exportaciones se presentan como una oportunidad. El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, en vías de implementación, podría abrir mercados para las pymes argentinas, especialmente relacionados con alimentos, tecnología y manufactura.

Sin embargo, la falta de infraestructura y las barreras logísticas continúan siendo un freno. «Exportar no es una opción viable para la mayoría de las pymes porque los costos logísticos son prohibitivos», afirmó un vocero de la Cámara de Exportadores.

A pesar de esto, sectores como el agroindustrial y el tecnológico muestran un mayor optimismo. Si bien destacó que la adopción de herramientas digitales y tecnologías verdes puede ser un catalizador para aumentar la competitividad, la CEPAL subrayó que es necesario invertir en capacitación y modernización.

Digitalización

Uno de los aspectos que preocupa es la lenta digitalización del sector. Según datos del IPA, solo el 22% de las pymes argentinas implementó procesos digitales avanzados, en comparación con el 45% registrado en Brasil o el 38% en Chile.

El informe resaltó que la adopción de tecnología no solo mejora la productividad sino que también permite acceder a mercados internacionales y optimizar costos operativos. «La digitalización es una prioridad. Sin ella, las pymes no podrán competir en un mercado cada vez más globalizado», advirtió Rosato.

Políticas públicas

Para 2025, las pymes exigen un marco normativo que fomente la estabilidad y promueva su desarrollo. Entre las propuestas más relevantes aparecen la creación de un sistema de incentivos fiscales, la flexibilización del acceso al crédito y la implementación de políticas diferenciales según el tamaño y sector de las empresas.

La CEPAL remarcó que la cooperación público-privada será clave para superar los desafíos actuales. «El Estado debe actuar como facilitador, generando condiciones para que las pymes crezcan y sean competitivas», indicó Alicia Bárcena, ex directora de la CEPAL.

El futuro de las pymes argentinas dependerá en gran medida de cómo se gestionen las políticas económicas en los próximos años. Si bien el panorama actual es complejo, existen oportunidades latentes que con el apoyo adecuado podrían convertir a las pequeñas y medianas empresas en actores protagónicos de la recuperación económica.

«Somos resilientes por naturaleza, pero necesitamos un plan de desarrollo integral que nos incluya. Las pymes son el corazón productivo del país», concluyó González.

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